A partir del 14 de julio de 2025, los tomates mexicanos enfrentan un arancel del 17% en EE.UU., desencadenando un aumento de precios que amenaza a consumidores y negocios. Por lo tanto, esta medida, impulsada por el presidente Donald Trump, pone fin a un acuerdo de 2019 que regulaba las importaciones, generando 12.3 millones de interacciones en redes sociales. En consecuencia, el precio de la libra de tomate, que en mayo costaba 1.70 dólares, podría subir un 10%, afectando desde supermercados hasta restaurantes, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Además, la decisión responde a acusaciones de «dumping» por parte de productores de Florida, aunque México niega estas prácticas, según el secretario de Agricultura, Julio Berdegué.
Fin del acuerdo comercial
El Departamento de Comercio de EE.UU. anunció en abril la cancelación del Acuerdo de Suspensión del Tomate, vigente desde 1996, argumentando que no protege a los productores locales de precios injustos. Por su parte, este acuerdo establecía precios mínimos y auditorías a 80 productores mexicanos por trimestre. En consecuencia, el arancel del 17% afectará al 90% de los tomates importados, que representan el 60% del consumo en EE.UU., según el Departamento de Agricultura. Sin embargo, México exportó 1.88 millones de toneladas de tomate en 2024, valoradas en 3,339 millones de dólares, consolidándose como el principal proveedor, según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Impacto en los consumidores
Los precios del tomate podrían aumentar hasta un 50% por contenedor, según un estudio de la Universidad de Arizona, encareciendo productos como ensaladas y kétchup. Por lo tanto, la libra de tomate, que promedia 2.66 dólares en 2025, podría llegar a 3.21 dólares, según Infobae. En consecuencia, negocios como los de Teresa Razo, dueña de Villa Roma y Cambalache Grill en California, enfrentan el riesgo de quiebra si los costos no se estabilizan. Además, el Departamento de Agricultura proyecta una caída del 5% en las importaciones mexicanas, lo que podría reducir la oferta y elevar aún más los precios.
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Reacciones de productores y gobiernos
Los productores de Florida, liderados por Robert Guenther de la Bolsa de Tomate, celebran la medida, alegando que protege su mercado. Sin embargo, Walberto Solorio, del Consejo Agrícola de Baja California, califica la decisión como política, no económica, destacando que México cumple con auditorías y precios mínimos. Por su parte, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum advirtió que los consumidores estadounidenses pagarán más, ya que “no hay sustituto” para el tomate mexicano, que domina el 86% de las importaciones de EE.UU. En consecuencia, México negocia para evitar el arancel, como en 2019, según el secretario Berdegué.
Efectos en la cadena alimentaria
La imposición del arancel amenaza la cadena agroalimentaria de Norteamérica, según el Consejo Nacional Agropecuario. Por lo tanto, distribuidores como NatureSweet, el mayor importador de tomates en EE.UU., planean aumentar precios en un 10%, incapaz de absorber el costo, según su director Rodolfo Spielmann. En consecuencia, tiendas como Walmart y Kroger podrían trasladar el aumento a los consumidores. Además, el comercio de tomates mexicanos genera 47,000 empleos en EE.UU., según Texas A&M, mientras que en México, 500,000 trabajadores, especialmente en Sinaloa, dependen de esta industria, según el CNA.
Perspectivas y desafíos
Pese a todo, algunos negocios, como Heinz y DiGiorno, evitarán el impacto usando tomates locales, pero pequeños restaurantes como Appollonia’s Pizza enfrentan dilemas al depender de tomates mexicanos para ingredientes frescos. Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, y legisladores de Arizona piden mantener el acuerdo, mientras Florida lo respalda. En consecuencia, la incertidumbre comercial persiste, con México buscando un nuevo pacto antes del 14 de julio. Sin embargo, las tensiones arancelarias, que incluyen alzas del 30% a bienes fuera del T-MEC, complican las negociaciones, según Bloomberg. Por lo tanto, los consumidores y negocios enfrentan un verano de precios altos y decisiones difíciles.