La tensión que se vive en la NBA alcanzó un nuevo capítulo este jueves 22 de mayo, durante el segundo juego de las finales del Oeste entre Timberwolves y Thunder, cuando el árbitro Scott Foster sufrió una lesión que generó revuelo, especialmente por la presencia de Chris Paul en el Paycom Center.
Paul, base de los Spurs y con un historial de enfrentamientos con Foster, estaba en el recinto para la presentación del MVP de Shai Gilgeous-Alexander cuando ocurrió el incidente. Foster, un veterano con 29 años en la liga, recibió un golpe accidental de Lu Dort que le provocó una hemorragia nasal, deteniendo el juego momentáneamente. La situación reavivó la tensión entre ambos, ya que Paul tiene un récord de 3-17 en juegos de playoffs arbitrados por Foster, una estadística que ha alimentado su animosidad durante años.
El incidente ocurrió en el primer cuarto, cuando Dort, al intentar bloquear un balón, impactó sin intención a Foster, quien quedó con el rostro ensangrentado. Tras recibir atención médica, el árbitro regresó al partido, pero la presencia de Chris Paul en el evento no pasó desapercibida. Paul, quien ha criticado públicamente a Foster desde 2018, no participó en el juego, pero su historial con el árbitro incluye momentos de alta tensión, como su expulsión en noviembre de 2023 tras recibir dos faltas técnicas rápidas en un partido contra los Suns.
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Antecedentes del incidente
El drama entre Paul y el árbitro Foster comenzó hace más de una década, con su primer roce documentado en 2008 durante un partido entre los Hornets de Paul y los Rockets. Desde entonces, su relación ha sido marcada por enfrentamientos constantes, incluyendo críticas públicas de Paul, quien ha acusado a Foster de hacer las cosas «personales». En 2024, el exárbitro Bill Spooner defendió a Foster, asegurando que Paul ha liderado una campaña calculada en su contra, un comentario que reavivó el debate. La NBA, por su parte, ha mantenido a Foster en partidos clave, incluyendo las últimas 16 finales, a pesar de las quejas de jugadores como Paul y James Harden, quienes han cuestionado su imparcialidad y actitud.
En mayo de 2024, Foster volvió a ser el centro de atención tras regresar de una lesión de pantorrilla que lo alejó de las canchas durante seis semanas, y su asignación a partidos de playoffs generó críticas entre los aficionados, especialmente por su reputación de «extender series».
Durante su carrera, Foster ha sido votado como el peor árbitro de la liga en encuestas anónimas de jugadores, y su conexión con el exárbitro Tim Donaghy, involucrado en un escándalo de apuestas en 2007, ha añadido más controversia a su figura. Paul, mientras tanto, ha insistido en que la liga conoce su conflicto con Foster, citando un incidente en 2015 que involucró a su hijo y que, según él, marcó un punto de quiebre.
Impacto del altercado en la NBA
El inconveniente entre ambas figuras sigue resonando, afectando la percepción de los aficionados sobre la imparcialidad del arbitraje. Aunque el incidente del jueves no involucró directamente a Paul, su presencia en el evento y la historia compartida con Foster generaron comentarios en redes sociales, con usuarios bromeando sobre la «maldición» de Paul en juegos arbitrados por Foster. La liga, bajo el liderazgo de Adam Silver, ha intentado manejar la situación, enfatizando desde 2023 que ambos deben actuar con profesionalismo, pero la falta de acción concreta ha dejado dudas.
La rivalidad entre ambos ha trascendido las canchas, convirtiéndose en un tema recurrente que pone a prueba la gestión de la NBA. Foster, a sus 58 años, sigue siendo uno de los árbitros más respetados por la liga, pero su historial con jugadores como Paul plantea preguntas sobre cómo manejar conflictos personales en un deporte tan competitivo.
Mientras tanto, Paul, con 40 años y en su vigésima temporada, continúa siendo una figura influyente, liderando a los Spurs en asistencias esta temporada. El incidente del jueves, aunque menor, es un recordatorio de cómo las tensiones pasadas pueden resurgir en cualquier momento.