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El Mundial de Clubes 2025 vivió una jornada intensa el pasado 19 de junio en el Rose Bowl Stadium de Pasadena, California, donde Botafogo sorprendió al mundo al vencer 1-0 al Paris Saint-Germain (PSG), campeón de la Champions League. Pero el resultado no fue lo único que dio de qué hablar. Una pelea entre aficionados en las gradas marcó el encuentro, generando preocupación en la FIFA y entre los asistentes. En X, los fans no paran de comentar: “¡Qué locura en el estadio!”. Aquí te contamos qué pasó en el campo, en las tribunas y cómo afecta esto al torneo.
El partido fue un duelo de titanes entre el campeón de la Copa Libertadores y el gigante europeo. Igor Jesus, delantero de Botafogo, anotó el único gol en el minuto 36, tras un pase de Jefferson Savarino que descolocó a la defensa del PSG. Los parisinos, dirigidos por Luis Enrique, dominaron la posesión, pero no lograron igualar pese a los intentos de Khvicha Kvaratskhelia y Goncalo Ramos. Sin embargo, el foco se desvió hacia las gradas, donde aficionados de ambos equipos se enfrentaron a golpes, dejando una mancha en el Mundial de Clubes.
La pelea que empeñó el partido
Poco después de que terminara el encuentro, las cámaras captaron una trifulca en las tribunas. Videos compartidos en redes sociales muestran a más de 10 aficionados intercambiando golpes, empujones y patadas, sin que los elementos de seguridad intervinieran de inmediato. Según testigos, el conflicto comenzó cuando un grupo de hinchas de Botafogo celebró efusivamente el gol de Igor Jesus, lo que provocó una reacción airada de algunos seguidores del PSG. La FIFA, encargada de la organización, está investigando los hechos, pero aún no ha emitido un comunicado oficial sobre posibles sanciones.
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La ausencia inicial de seguridad en las gradas generó críticas entre los asistentes y en redes sociales. En X, un usuario escribió: “¿Dónde estaba la seguridad? Esto no puede pasar en un torneo así”. La FIFA había prometido un operativo robusto tras los incidentes en la Copa América 2024, donde miles ingresaron sin boleto al Hard Rock Stadium. Sin embargo, este episodio en el Rose Bowl, con 53,699 espectadores, pone en duda la efectividad de las medidas. Las autoridades locales de Pasadena y el DHS colaboran para reforzar la vigilancia en los próximos partidos.
El impacto deportivo de la derrota
En lo estrictamente futbolístico, la victoria de Botafogo es una de las mayores sorpresas del Mundial de Clubes 2025. Con este resultado, el equipo brasileño lidera el Grupo B con seis puntos, tras vencer también a Seattle Sounders. Igor Jesus, quien pronto se unirá al Nottingham Forest, fue la figura del partido, superando a los defensores Willian Pacho y Lucas Beraldo para anotar el gol decisivo. En X, los hinchas de Botafogo celebran: “¡Fogao histórico!”.
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Por su parte, el PSG queda en una posición complicada con tres puntos, empatado con Atlético de Madrid. Los franceses, que venían de golear 4-0 al Atlético, no contaron con Ousmane Dembélé, lesionado, y Luis Enrique rotó a jugadores clave como Marquinhos y Nuno Mendes. Su próxima cita ante Seattle Sounders el 23 de junio será crucial para avanzar a los octavos de final. En redes sociales, los fans parisinos lamentan: “No podemos fallar ahora”.
¿Qué sigue para el torneo?
El incidente en las gradas ha puesto al Mundial de Clubes bajo la lupa. La FIFA enfrenta presión para garantizar la seguridad en los 12 estadios del torneo, que también sirve como preparación para el Mundial 2026. El Rose Bowl, que acogerá más partidos, incluyendo el Botafogo contra Atlético de Madrid, tendrá un dispositivo de seguridad reforzado, según fuentes de la organización.
En el campo, el Mundial de Clubes sigue sorprendiendo. Equipos sudamericanos como Botafogo, River Plate y Boca Juniors han demostrado que pueden competir con los gigantes europeos. Los próximos días traerán más emociones, pero los ojos estarán puestos en cómo la FIFA y las autoridades manejan la seguridad para que el fútbol sea la única noticia. Por ahora, Botafogo celebra su hazaña, mientras el PSG busca recuperar el rumbo en un torneo que no da tregua.