Accidente en el Hudson: Compañía detiene vuelos de inmediato
New York Helicopter, la compañía propietaria del helicóptero turístico involucrado en un trágico accidente en el río Hudson que cobró la vida de cinco españoles y a su piloto estadounidense, dejará de operar de inmediato, según lo anunció este domingo la Administración Federal de Aviación (FAA). La FAA publicó un mensaje en la red social X, informando que “la compañía involucrada en el accidente mortal en el Hudson a principios de esta semana, cerrará sus operaciones de inmediato”. Asimismo, se indicó que el organismo federal continuará apoyando la investigación a través de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y que se iniciará una revisión inmediata de la licencia y el historial de seguridad del operador turístico.
Detalles del accidente en el Hudson
El incidente se produjo el jueves en un vuelo turístico sobre el río Hudson, entre Nueva York y Jersey City, cuando la aeronave experimentó una falla mecánica que provocó la pérdida de partes del fuselaje en pleno vuelo. Los cuerpos de los seis ocupantes fueron retirados del río por equipos de buzos del cuerpo de bomberos, la Policía de Nueva York y personal de Jersey City. La familia fallecida estaba compuesta por ejecutivos de Siemens, Agustín Escobar, originario de Puertollano (Ciudad Real), su esposa Mercè Camprubí y sus hijos de 10, 8 y 4 años. El piloto, Seankese “Sean” Johnson, expiloto de la Marina estadounidense de 36 años, también perdió la vida en el impacto. La tragedia marcó el accidente más letal en el área en varios años y ha puesto en alerta a las autoridades encargadas de la seguridad aérea y de la operación de vuelos turísticos.
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Investigación en curso y revisión de seguridad
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) es la entidad principal que lleva a cabo la investigación del accidente. Los investigadores han declarado que la aeronave no contaba con sistemas de grabación del vuelo, lo que dificulta determinar con exactitud las causas de la caída. Hasta ahora, no se han recuperado grabadoras ni cámaras a bordo que permitan reconstruir completamente lo ocurrido. La NTSB informó que diecisiete profesionales ya se encontraban trabajando en la búsqueda de pruebas y en el examen del sistema de control de vuelo. Además, se han reunido representantes de la empresa operadora para evaluar minuciosamente sus operaciones y el historial de mantenimiento de la aeronave, la cual tenía 21 años de antigüedad.
Respuesta de la FAA y exigencias del Senado
Horas antes del anuncio de la suspensión de operaciones, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, realizó una rueda de prensa en la que exigió a la FAA retirar de inmediato el certificado de operación de New York Helicopter. Schumer argumentó que la empresa operaba “con garantías de seguridad mínimas” y que, al priorizar sus beneficios económicos sobre la seguridad, ponía en riesgo la vida de las personas. Esta exigencia parlamentaria se sumó a las denuncias de familiares y de organismos de seguridad que criticaron duramente la gestión de la compañía y la antigüedad de la aeronave involucrada en el siniestro.
Búsqueda en el río Hudson
El siniestro también ha desencadenado esfuerzos continuos de rescate y recuperación en el río Hudson. Equipos de buzos y personal de seguridad marítima de Nueva York y Jersey City siguen trabajando para recuperar restos significativos de la aeronave, como el rotor principal y el rotor de cola, que se sospecha están sumergidos a unos 12 metros de profundidad. Varias embarcaciones se movilizaron en la costa de Jersey City, intentando recuperar piezas que podrían ser cruciales para esclarecer el accidente. La intensificación de la búsqueda refuerza la urgencia de revisar la licencia y las prácticas de mantenimiento de la compañía, lo que podría tener implicaciones no solo para esta empresa, sino para todo el sector de vuelos turísticos en el área metropolitana.
Un llamado a la seguridad en vuelos turísticos
Este siniestro se suma a una serie de accidentes que han afectado a la industria del transporte aéreo en Nueva York, siendo el peor registrado en términos de víctimas desde 2018, cuando otro helicóptero cayó en el East River, cobrando la vida de cinco personas. Con al menos 32 fallecidos en accidentes de helicóptero desde 1977 en la región, el incidente ha reavivado el debate sobre la necesidad de implementar controles más estrictos y de modernizar las regulaciones de seguridad para vuelos turísticos. Algunos expertos llaman a una revisión integral de los sistemas de mantenimiento y a una mayor capacitación del personal técnico, mientras que legisladores sugieren que se impongan sanciones más severas para las empresas que descuiden el deber de garantizar la seguridad de los pasajeros.
Además, desde medios especializados se indica que esta suspensión temporal podría servir como oportunidad para que otras operadoras revisen y refuercen sus protocolos. La acción tomada por la FAA podría convertirse en un punto de inflexión que lleve a mejoras a nivel sectorial, beneficiando a consumidores y usuarios de servicios turísticos en el área metropolitana de Nueva York.
New York Helicopter, la empresa involucrada en este trágico episodio, ha quedado en el ojo del huracán. La rápida respuesta de la FAA y las exigencias del Senado reflejan la importancia que se le da a la seguridad de los vuelos turísticos. Las investigaciones de la NTSB y la revisión de la licencia de la compañía serán clave para determinar las causas del accidente y para prevenir futuros siniestros.