Estados Unidos hizo historia este viernes 16 de mayo al presentar la primera acusación por narcoterrorismo contra una mujer, María del Rosario Navarro-Sánchez, una mexicana de 39 años vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La acusación, formalizada en el Tribunal del Distrito Oeste de Texas, marca un precedente legal tras la designación del CJNG como organización terrorista extranjera el 20 de febrero de 2025 por el Departamento de Estado. Navarro-Sánchez, detenida el 4 de mayo en Magdalena, Jalisco, enfrenta cargos por proveer granadas y participar en redes de tráfico de armas, drogas, personas y dinero, un caso que ha puesto los reflectores sobre la colaboración entre autoridades mexicanas y estadounidenses.
La detención de Navarro-Sánchez se llevó a cabo en un operativo conjunto entre la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Fiscalía General de la República y agencias como el FBI y la ATF. Durante el arresto, las autoridades confiscaron un arma larga tipo AR-15 conocida como «El Dorado», una pistola, dosis de droga y equipos de comunicación. El Departamento de Justicia destacó que la mujer, también conocida como «Fernanda» o «Chayo», jugó un rol logístico clave al facilitar el movimiento de armas desde Estados Unidos hacia México y el retorno de ganancias del narcotráfico, lo que incluye metanfetamina y fentanilo.
Narcoterrorismo: Detalles de los cargos
María del Rosario Navarro-Sánchez enfrenta una serie de acusaciones federales que incluyen conspiración para proporcionar granadas al CJNG, tráfico de personas, contrabando de armas y lavado de dinero. El Departamento de Justicia señaló que su apoyo al cártel incluyó coordinar envíos de drogas a través de la frontera en El Paso, Texas, utilizando a un cómplice como mensajero. Además, se le imputa haber gestionado la compra de rifles AK-47 y Barrett calibre .50 BMG, lo que amplía el alcance de su presunta actividad criminal. Dos hombres, Luis Carlos Dávalos-López y Gustavo Castro-Medina, también fueron acusados como parte de esta red por delitos similares.
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La designación del CJNG como organización terrorista ha permitido a las autoridades estadounidenses aplicar cargos más severos, como los de narcoterrorismo, que podrían resultar en cadena perpetua si es declarada culpable. El caso se enmarca en la iniciativa «Recuperemos América» del Departamento de Justicia, destinada a desmantelar organizaciones transnacionales que amenazan la seguridad nacional, un esfuerzo que ha ganado impulso bajo la administración actual.
Contexto del caso de María del Rosario
El arresto de Navarro-Sánchez se produjo tras meses de investigación que revelaron su papel como operadora del CJNG, un cártel conocido por su violencia y expansión global. El 5 de mayo, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que la detención fue el resultado de un intercambio de información con agencias estadounidenses, destacando la colaboración bilateral en la lucha contra el crimen organizado. Este caso sigue a la acusación del martes 13 de mayo contra líderes del Cártel de Sinaloa por narcoterrorismo, lo que indica una escalada en las estrategias legales contra los cárteles mexicanos.
La violencia del CJNG, incluyendo el uso de drones con explosivos y ataques a fuerzas de seguridad, ha sido un factor clave en su clasificación como organización terrorista. Navarro-Sánchez, originaria de México, operaba desde Jalisco, una región estratégica para el cártel, y su captura ha sido vista como un golpe significativo. Sin embargo, el Departamento de Justicia reconoce que la red del CJNG sigue activa, lo que sugiere que más detenciones podrían estar por venir en esta cruzada contra el narcoterrorismo.
Repercusiones y próximos pasos
La acusación contra María del Rosario Navarro-Sánchez ha generado atención internacional, especialmente por ser la primera mujer en enfrentar este tipo de cargos en Estados Unidos. El Departamento de Justicia enfatizó que el caso envía un mensaje claro a quienes colaboran con cárteles, prometiendo perseguirlos con el máximo rigor de la ley. La fiscal Pam Bondi destacó que el objetivo es proteger a las comunidades de ambos lados de la frontera, donde el CJNG ha causado numerosas muertes debido al tráfico de fentanilo y otras drogas.
La extradición de Navarro-Sánchez a Estados Unidos está en proceso, y su caso podría establecer un precedente para futuros juicios contra colaboradores de cárteles. Mientras tanto, las autoridades mexicanas continúan operaciones en Jalisco y otras regiones para desarticular las redes del CJNG. El impacto de esta detención, junto con la colaboración entre México y EE.UU., podría redefinir la lucha contra el narcoterrorismo en la región en los próximos meses.