En medio de una creciente tensión política y social, cientos de personas se movilizaron este sábado en Florida para expresar su rechazo a la inminente apertura de la prisión migratoria conocida como Alligator Alcatraz. La instalación, promovida por el gobernador Ron DeSantis y respaldada por el presidente Donald Trump, está ubicada en plena Reserva Natural de los Everglades y podría comenzar a operar tan pronto como el martes.
Ambientalistas, líderes indígenas, defensores de derechos humanos y residentes de la zona participaron en una masiva protesta a las afueras del antiguo Aeropuerto Dade-Collier, convertido rápidamente en centro de detención. El complejo, según las autoridades estatales, albergará hasta 3.000 personas migrantes en situación irregular, bajo condiciones que activistas califican de extremas e inhumanas.
Alligator Alcatraz genera rechazo por su impacto en los Everglades
Uno de los focos principales de la protesta es la ubicación de Alligator Alcatraz en un entorno ecológico de alta sensibilidad. Los Everglades albergan al menos 36 especies animales y vegetales en peligro de extinción, incluyendo panteras de Florida, orquídeas raras y aves nativas. La construcción de un centro de detención en este ecosistema ha sido denunciada por organizaciones como Friends of the Everglades y el Centro para la Diversidad Biológica, quienes presentaron una demanda federal.
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Activistas asisten a la protesta “Stop Alligator Alcatraz” frente a la entrada del Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier en Ochopee, Florida, Estados Unidos. EFE/EPA/Cristobal Herrera-Ulashkevich
Estas organizaciones argumentan que la cárcel migratoria fue aprobada sin cumplir con la Ley de Política Ambiental Nacional, que exige estudios de impacto antes de ejecutar obras de gran escala en zonas protegidas. “Esta estafa nos costará 450 millones de dólares y arruinará nuestros preciosos Everglades”, reclamaban los carteles de los manifestantes.
A esto se suman los efectos de la infraestructura ya instalada: camiones de construcción que atraviesan la zona, alteración de hábitats naturales y un aeropuerto abandonado que se convierte en prisión bajo estrictas medidas de seguridad.
Condiciones extremas en Alligator Alcatraz preocupan a defensores de derechos
Además del impacto ambiental, las condiciones a las que serán sometidas las personas detenidas en Alligator Alcatraz han generado fuertes críticas. En medio del verano, las temperaturas en los pantanos del sur de Florida superan fácilmente los 35 grados centígrados, sin contar con la humedad y los riesgos climáticos como huracanes. A esto se suman peligros naturales como caimanes, serpientes y enfermedades transmitidas por mosquitos.
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— Homeland Security (@DHSgov) June 28, 2025
Betty Osceola, representante del pueblo indígena mikasuki, señaló durante la protesta: “Tenemos que abogar por todos nosotros. Rezar por estas personas detenidas para que puedan volver a ser humanas otra vez”. El mensaje fue compartido por líderes de comunidades latinas, preocupados por las condiciones que enfrentarán muchos migrantes, especialmente provenientes de Centroamérica y el Caribe.
La cárcel migratoria fue bautizada como Alligator Alcatraz en alusión tanto a los caimanes que habitan la zona como a la infame prisión de Alcatraz, ubicada en una isla en la bahía de San Francisco. El presidente Trump, según reportes, ha expresado su deseo de reabrir dicha prisión, lo que ha generado comparaciones sobre el carácter simbólico de esta nueva instalación.
El proyecto Alligator Alcatraz avanza en medio de controversia legal y política
El proyecto de Alligator Alcatraz avanza a gran velocidad. Apenas el pasado 18 de junio, el fiscal general de Florida, James Uthmeier, ofreció al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) utilizar la instalación como centro de retención temporal para al menos 1.000 migrantes, cifra que fue ampliada a 3.000 con el respaldo del gobernador.
La construcción se ha ejecutado sin audiencias públicas ni debates legislativos, y ha sido justificada por DeSantis como una “emergencia migratoria”. Esta narrativa ha sido promovida por medios afines al gobierno, como el programa ‘Fox and Friends’, que realizó una transmisión en vivo desde la zona junto al gobernador, mostrando los avances del proyecto.
Las protestas de este sábado son solo la más reciente manifestación de un conflicto que escala a nivel nacional. Grupos de derechos civiles en Washington D.C. han pedido una investigación federal sobre el uso de fondos estatales para financiar una prisión que, según ellos, viola normativas ambientales y derechos fundamentales.
De acuerdo con los activistas, la construcción de Alligator Alcatraz también afecta territorios indígenas históricamente reconocidos, lo que podría abrir una nueva disputa legal por la tenencia y uso del suelo. Las comunidades originarias no fueron consultadas en el proceso, en contradicción con normas federales de protección a minorías étnicas.
Además, varios expertos legales han advertido que, si se comprueba que no se realizó un estudio ambiental completo, la cárcel migratoria podría ser considerada ilegal y cerrarse antes de comenzar a operar.