Una ola de entregas de pizza no solicitadas ha encendido las alarmas en la capital de Estados Unidos. El Capitolio investiga el envío masivo de pizzas a legisladores y jefes de policía como parte de una posible campaña de intimidación. Las entregas ocurrieron durante el fin de semana en domicilios particulares de congresistas y altos mandos de la Policía del Capitolio, generando preocupación sobre la seguridad de los funcionarios electos.
Aunque a primera vista parecía una simple confusión de reparto, las autoridades confirmaron que no se trata de errores aislados. La situación ha provocado una investigación en conjunto entre agencias federales, estatales y locales.
Envío masivo de pizzas a legisladores y jefes de policía: señales de amenaza
El primer reporte se dio a conocer a través de la oficina del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien indicó que al menos media docena de congresistas recibieron pizzas no solicitadas en sus casas. Lo mismo ocurrió en las residencias de jefes de seguridad asignados al Capitolio.
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Imagen de unas pizzas en un establecimiento. EFE/Paloma Puente
La Policía del Capitolio, en coordinación con el FBI, investiga si los envíos están conectados con algún tipo de amenaza o intimidación dirigida a quienes desempeñan funciones públicas. En una declaración entregada a ABC News, la corporación señaló que el hecho “pone de manifiesto el panorama de mayor amenaza en el que vivimos”.
«Estas recientes entregas de pizza son preocupantes. No se tolerará la violencia ni las amenazas de ningún tipo dirigidas a funcionarios electos. Estamos trabajando para determinar la procedencia exacta de los pedidos», informó la agencia.
Si bien no hubo mensajes escritos ni llamadas previas, la preocupación central gira en torno al acceso que tuvo la persona o personas responsables a las direcciones privadas de legisladores y altos mandos. Este dato es clave para los investigadores, ya que apunta a una posible filtración de información o incluso a un seguimiento sistemático.
Investigación necesaria tras aumento de amenazas
El incidente llega en un momento de tensión creciente. John Thomas Manger, quien recientemente concluyó su mandato como jefe de la Policía del Capitolio, afirmó en entrevista con NBC News que las amenazas dirigidas a legisladores se han disparado de manera alarmante en los últimos años.
Una porción de pizza. EFE
“Hemos pasado de mil o dos mil amenazas anuales a cifras que rondan las ocho mil o incluso diez mil. Las amenazas provienen de todo el país, y no siempre se limitan a mensajes digitales”, aseguró Manger.
Los especialistas en seguridad consideran que este tipo de actos simbólicos pueden ser preámbulo de acciones más graves. Aunque una pizza en la puerta no parezca peligrosa, en contextos de tensión política puede interpretarse como una advertencia encubierta.
De hecho, el pasado fin de semana ocurrió un hecho trágico que elevó aún más la preocupación en el entorno político: la representante estatal Melissa Hortman y su esposo fueron asesinados a tiros en su casa de Brooklyn Park, Minnesota. El mismo día, el senador estatal John Hoffman fue atacado en su residencia de Champlin, aunque sobrevivió con heridas.
Las autoridades aún no vinculan formalmente estos ataques con las entregas sospechosas, pero la coincidencia temporal ha generado temor entre congresistas y gobernadores.
Investigación ocurre mientras aumentan protestas
La investigación ocurre también en medio de un clima de movilizaciones nacionales. En las últimas semanas, se han producido protestas frente al Capitolio en rechazo a leyes migratorias, decisiones judiciales y acciones del gobierno de Trump. Algunas de estas manifestaciones han incluido actos de desobediencia civil, vandalismo y detenciones.
A esto se suma un reciente intento de incendiar vehículos policiales en Brooklyn, Nueva York, donde un sospechoso de 21 años permanece prófugo. Aunque no se ha confirmado relación entre ambos hechos, las autoridades no descartan que se trate de una escalada de acciones contra símbolos de autoridad.
Mientras tanto, la Policía del Capitolio pidió a los funcionarios y trabajadores del Congreso que reporten cualquier entrega sospechosa, aunque parezca inofensiva. También se ha solicitado la revisión de cámaras de seguridad en los vecindarios afectados y se evalúan medidas para reforzar la protección de domicilios de funcionarios clave.