Tormenta solar histórica impacta cinco continentes: ¿qué está en riesgo?
Una serie de erupciones solares intensas ha provocado interrupciones en las comunicaciones por radio en al menos cinco continentes, según informaron autoridades científicas. La NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) confirmaron que el evento, uno de los más poderosos del año, podría ser un indicio de que el Sol está entrando en la fase más activa de su ciclo de 11 años.
Dos llamaradas consecutivas estremecen el campo magnético terrestre
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El miércoles 13 de mayo, a las 4:25 a.m. hora del Este de EE. UU., el Sol lanzó una llamarada solar de clase X2.7, considerada la más fuerte registrada en lo que va de 2025. Horas antes, se había detectado una llamarada M5.3, de intensidad moderada. Las llamaradas solares se clasifican por intensidad en cinco categorías: A, B, C, M y X, siendo esta última la más poderosa. Además, se les asigna un número del 1 al 9 para medir su magnitud.
Estas explosiones solares emiten enormes cantidades de radiación, partículas cargadas y eyecciones de masa coronal que, al alcanzar la Tierra, pueden alterar el campo magnético del planeta. El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó imágenes del fenómeno, mostrando destellos brillantes y tentáculos de plasma saliendo del astro rey.
Apagones de radio en América, África y Asia
Según Spaceweather.com, sitio especializado en el monitoreo de la actividad solar, la tormenta afectó las comunicaciones de alta frecuencia (HF) utilizadas por pilotos, barcos, militares y radioaficionados. Las interrupciones se registraron en partes de América del Norte y del Sur, el sudeste asiático, África y el Medio Oriente.
Shawn Dahl, meteorólogo del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, explicó que la llamarada X2.7 coincidió con la posición del Sol sobre el Medio Oriente, lo que provocó apagones de aproximadamente 10 minutos en señales HF en la región. Aunque estos cortes fueron breves, muestran la vulnerabilidad de las redes tecnológicas a fenómenos solares extremos.
Consecuencias para satélites, GPS y redes eléctricas
Además de afectar las señales de radio, las tormentas solares pueden impactar satélites en órbita, sistemas GPS y, en casos severos, provocar fallos en redes eléctricas. Aunque no se han reportado daños mayores hasta ahora, los expertos advierten que la acumulación de eventos solares podría aumentar el riesgo de disrupciones.
El máximo solar —fase de mayor actividad del ciclo solar de 11 años— está previsto para 2025, pero los científicos ya han detectado una intensificación en la frecuencia y fuerza de las erupciones. En octubre de 2024, una llamarada de clase X9.0 fue la más potente del actual ciclo, causando perturbaciones similares en diversas regiones del mundo.
Tormentas solares también intensifican auroras boreales
No todo efecto de estas tormentas es negativo. La interacción de las partículas solares con el campo magnético terrestre también intensifica las auroras boreales y australes, visibles en zonas más al sur de lo habitual. En las últimas horas, habitantes de Canadá, el norte de Estados Unidos y Europa reportaron auroras con colores inusualmente brillantes y extensos arcos luminosos.
Estas manifestaciones visuales se producen cuando las partículas cargadas chocan con átomos y moléculas de la atmósfera superior, liberando energía en forma de luz. Si las tormentas continúan, las auroras podrían ser visibles incluso en regiones donde raramente se presentan.
Científicos advierten: más erupciones podrían ocurrir pronto
Los expertos coinciden en que el Sol está aumentando su actividad y que eventos similares o incluso más intensos podrían repetirse en las próximas semanas o meses. “Las llamaradas de clase X no son frecuentes, pero este año ya hemos registrado varias. Esto indica que el máximo solar se aproxima rápidamente”, explicó Dahl desde la NOAA.
Los astrónomos recomiendan a las agencias espaciales y operadores de telecomunicaciones mantenerse en alerta, ya que las tormentas solares pueden ocurrir sin previo aviso y tener efectos globales. La NOAA y la NASA continuarán monitoreando el Sol en tiempo real para emitir alertas tempranas y minimizar el impacto en sistemas críticos.