La nueva orden ejecutiva del presidente Donald Trump ha encendido las alarmas entre los conductores latinos en Estados Unidos, especialmente entre quienes trabajan en el sector del transporte de carga y pasajeros. La norma establece que los conductores de vehículos comerciales que no hablen ni lean inglés con fluidez serán considerados no aptos para operar, lo que ha provocado temor, confusión y señalamientos de discriminación.
“Un conductor que no pueda entender el inglés no manejará un vehículo comercial en este país. Punto”, declaró el secretario de Transporte, Sean Duffy, al anunciar la medida. Desde su anuncio, escuelas de conducción, sindicatos y asociaciones de transporte han reaccionado, muchas veces con preocupación, por las posibles consecuencias para miles de trabajadores inmigrantes, en su mayoría latinos.
Conductores latinos temen ser descalificados por su nivel de inglés
En Linden, Nueva Jersey, estudiantes de la Driving Academy practican inspecciones en inglés y repasan guiones para saber cómo actuar si los detienen en la carretera. Manuel Castillo, inmigrante ecuatoriano con más de 30 años en el país, es uno de ellos. Aunque comprende el idioma, teme cometer errores. “Algunas palabras no las entiendo, pero intento aprender más inglés”, señaló.
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Escuelas como la de Linden han adaptado sus métodos para enseñar términos técnicos del sector en inglés, mientras que asociaciones como la Laredo Motor Carriers Association ofrecen clases gratuitas durante los fines de semana en Texas. Jerry Maldonado, presidente de la organización, advierte que los conductores latinos están nerviosos. “Al final del día, será la interpretación del oficial la que determine si alguien habla inglés suficiente. Eso genera temor”, afirmó.
Imagen de referencial de camiones en las calles. Foto: EFE/ Angel Medina G.
La nueva regulación actualiza las directrices del Departamento de Transporte para exigir inspecciones en carretera más estrictas. Ahora, si un oficial sospecha que un conductor no domina el idioma, puede realizar una prueba que incluye una entrevista verbal y reconocimiento de señales de tránsito. Las ayudas como traductores, teléfonos o tarjetas de referencia estarán prohibidas durante esta evaluación.
¿Qué implica la orden para los conductores latinos?
El requisito del inglés para conductores comerciales no es nuevo, pero hasta ahora, las sanciones eran moderadas. Durante el gobierno de Barack Obama, los conductores con deficiencias en el idioma podían recibir citaciones sin perder el empleo. La nueva política, sin embargo, permite que sean puestos fuera de servicio de inmediato, lo que podría derivar en despidos.
Esto preocupa especialmente a los conductores latinos con fuerte acento o vocabulario limitado. “Ahora parece que esperan que todos hablen inglés perfecto”, expresó Paul Cuartas, instructor de conducción en Nueva Jersey. Otros temen que el requisito sea aplicado de forma subjetiva. “¿Van a decidir solo por el acento? Eso es discriminación”, denunció Mannirmal Kaur, de la organización Sikh Coalition.
Un camión en la frontera. Foto: X/@porktendencia
Desde GTR Trucking School en Detroit, Al Myftiu, copropietario de la institución, coincide. Excamionero albanés, él mismo enfrentó la barrera idiomática y ahora prepara un manual de frases en inglés para ayudar a los estudiantes. “Si hablas despacio, la gente puede entenderte. Pero si no entiendes algo, hay que poder preguntar sin miedo a ser sancionado”, recomendó.
Más allá de la seguridad: preocupación por discriminación y desempleo
El Departamento de Transporte argumenta que el endurecimiento de las reglas busca mejorar la seguridad vial, citando incidentes donde la falta de comprensión del idioma contribuyó a accidentes. “Hay choques contra puentes porque los conductores no leen las señales”, declaró Todd Spencer, de la Asociación de Conductores Independientes.
Sin embargo, organizaciones laborales y grupos defensores de inmigrantes han denunciado que esta política podría provocar despidos masivos y discriminación estructural, en especial entre conductores latinos. Las inspecciones pueden realizarse por razones mínimas, como una luz rota, y no está claro cómo se definirá si un conductor “sabe suficiente inglés”.
Conductores que descansaban en el Flying J Travel Center en Nueva Jersey se mostraron divididos. Algunos dijeron que apoyan la orden, argumentando que es necesario entender instrucciones y señales. Pero otros consideran que castigar por el acento o por errores menores es injusto y poco realista, especialmente para quienes llevan años trabajando en el sector.
Actualmente, los conductores latinos representan una parte significativa de la fuerza laboral en la industria del transporte en Estados Unidos. De acuerdo con la American Trucking Associations, más del 20% de los choferes son hispanos, muchos de los cuales aprendieron inglés como segundo idioma. La nueva directriz los coloca en una situación vulnerable ante inspecciones arbitrarias que podrían costarles el trabajo.
Mientras las asociaciones y escuelas buscan adaptarse, la preocupación persiste. Para Castillo, el problema no es solo lingüístico, sino de equidad. “Yo voté por Trump, pero no estoy de acuerdo con que se ataque a los inmigrantes solo por no hablar perfecto. Muchos de nosotros mantenemos este país en movimiento”, lamentó.