La independencia de la Reserva Federal (Fed) se ha convertido en uno de los temas más comentados durante el segundo mandato de Donald Trump. En los últimos meses, el presidente ha lanzado fuertes críticas contra el presidente del banco central, Jerome Powell, exigiendo reducciones inmediatas en las tasas de interés. Incluso llegó a amenazar públicamente con removerlo del cargo, una posibilidad que ha generado preocupación en los mercados financieros internacionales.
Aunque Trump posteriormente se retractó de su intención de destituir a Powell, la amenaza dejó claro que la independencia de la Fed está bajo presión. En este contexto, la Corte Suprema de Estados Unidos emitió una decisión que, si bien no trata directamente sobre el banco central, sí incluye una opinión relevante sobre su naturaleza jurídica y su protección frente a interferencias del poder Ejecutivo.
La «independencia de la Fed» no solo es central en el debate político actual, sino que representa un principio fundamental del sistema financiero estadounidense. La reciente discusión en la Corte Suprema reavivó el debate sobre si el presidente puede —o debe— tener poder para intervenir directamente en las decisiones monetarias del país.
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LA CORTE SUPREMA Y SU POSICIÓN SOBRE LA INDEPENDENCIA DE LA FED
El caso llegó al máximo tribunal por una demanda de Cathy Harris y Gwynne Wilcox, quienes fueron removidas de la Junta de Protección del Sistema de Méritos y de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, respectivamente. En su argumento, ambas señalaron que situaciones similares podrían replicarse en otras entidades, incluida la Reserva Federal, si se permite que el presidente remueva a funcionarios de agencias independientes sin causa justificada.
Sin embargo, la Corte Suprema decidió que sus remociones se mantendrán mientras los casos se ventilan en instancias inferiores. En su fallo, los jueces dejaron en claro que la Reserva Federal es una excepción.
“La Reserva Federal es una entidad con una estructura única, casi privada, que sigue la tradición histórica del Primer y Segundo Banco de Estados Unidos”, escribieron los jueces conservadores, estableciendo una clara línea divisoria entre la Fed y otras agencias del gobierno federal.
Esto significa que, pese a los intentos del presidente, la independencia de la Fed sigue protegida bajo un marco legal distinto. Aunque no fue una sentencia directa sobre el banco central, la opinión de la Corte refuerza su autonomía ante posibles presiones del Ejecutivo.
EL DEBATE POLÍTICO Y ECONÓMICO A TRUMP Y LA FED
La jueza Elena Kagan, en una opinión disidente junto a otras dos juezas liberales, criticó la decisión de la mayoría. Según Kagan, este tipo de fallos debilita precedentes clave como el caso Humphrey’s Executor (1935), el cual impide que el presidente despida sin causa a funcionarios de agencias independientes.
Para Kagan, la Corte ha creado una “excepción hecha a la medida para la Reserva Federal”, lo cual, aunque puede tranquilizar a los mercados, establece una distorsión legal. Además, alertó sobre el uso excesivo del llamado “expediente de emergencia” por parte del tribunal, mecanismo que permite decisiones rápidas sin audiencia oral ni debate público amplio.
La independencia de la Fed también ha sido defendida por el propio Jerome Powell. Durante un evento en el Economic Club de Chicago, el pasado 17 de abril, Powell afirmó que su autonomía está protegida por ley y goza de amplio respaldo bipartidista en el Congreso.
“Nuestra independencia es una cuestión legal. El Congreso estableció que no nos pueden remover excepto con causa. Nosotros servimos durante largos períodos (…) Nunca seremos influenciados por presiones políticas”, dijo Powell ante empresarios y economistas.
¿PUEDE TRUMP REMOVER AL PRESIDENTE DE LA RESERVA FEDERAL?
Aunque Donald Trump ha sugerido la posibilidad de destituir a Jerome Powell antes del final de su mandato, lo cierto es que el marco legal lo impide. Según la ley de la Reserva Federal, los miembros de la Junta de Gobernadores tienen términos fijos y solo pueden ser removidos “por causa justificada”, una protección diseñada para mantener la estabilidad monetaria y evitar la manipulación política.
Trump ha insistido en que la Fed debería recortar las tasas de interés con urgencia, argumentando que una política monetaria más flexible impulsaría el crecimiento económico. Pero esta postura ignora el riesgo de alimentar la inflación o desestabilizar el sistema financiero global, dos factores que la Fed debe considerar cuidadosamente antes de actuar.
Históricamente, la independencia de la Fed ha sido clave para la credibilidad del dólar y el control de la inflación. La política monetaria, al estar libre de presiones políticas, permite actuar con una visión técnica y de largo plazo, algo que no siempre se alinea con las prioridades de los gobiernos de turno.
¿QUÉ IMPLICA ESTA DECISIÓN PARA LOS MERCADOS Y LA ECONOMÍA GLOBAL?
El respaldo implícito de la Corte Suprema a la independencia de la Fed ha sido recibido con alivio por los mercados financieros. Una intervención directa del presidente en la conducción de la política monetaria sería vista como una amenaza a la estabilidad institucional del sistema financiero estadounidense.
La Reserva Federal no solo define las tasas de interés en EE.UU., sino que también ejerce una enorme influencia en las condiciones crediticias globales. Cualquier intento de politizar sus decisiones podría tener efectos negativos sobre el dólar, las tasas hipotecarias, las inversiones extranjeras y, en general, sobre la economía mundial.
Foto: EFE
CONCLUSIÓN ABIERTA: LA IMPORTANCIA DE MANTENER LA INDEPENDENCIA DE LA FED
Aunque el caso no resuelve de forma definitiva todos los posibles escenarios, marca una línea importante frente al intento de erosionar la independencia de la Fed. La opinión de la Corte Suprema establece que la Fed, como entidad casi privada con una estructura única, goza de una protección legal diferente a otras agencias del Ejecutivo.
Con Donald Trump de nuevo en la Casa Blanca y una agenda económica orientada al control directo de ciertas políticas, esta decisión representa un freno jurídico importante. El desafío para los próximos meses será mantener ese equilibrio entre autonomía técnica y responsabilidad institucional, sin ceder a las presiones políticas ni comprometer la estabilidad económica del país.