El déficit escolar en Chicago se dispara a $734 millones tras nueva estimación. La nueva directora interina del distrito enfrenta una difícil tarea de recorte o refinanciamiento.
El déficit escolar en Chicago alcanzó los $734 millones, según informó Macquline King, la recién nombrada directora interina de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés), durante su primera reunión con la junta escolar este jueves. Esta cifra representa un incremento de $205 millones con respecto a las proyecciones anteriores, que estimaban un déficit de $529 millones.
La diferencia responde principalmente a una deuda pendiente de $175 millones con el fondo de pensiones de la ciudad que cubre a algunos empleados del distrito, así como a un gasto adicional de $30 millones por la incorporación de cinco escuelas charter de la red Acero al sistema público, evitando así su cierre.
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Déficit escolar en Chicago: una carga para la nueva dirección
La presentación del déficit escolar en Chicago marcó el inicio de la gestión de King, quien asumió el cargo tras la salida de Pedro Martínez, destituido luego de negarse a asumir la deuda con el fondo de pensiones. Martínez había argumentado que ese pago era responsabilidad exclusiva de la ciudad.
La doctora interina Macquline King. Foto: Facebook/@Chicago Public Schools
King, exdirectora escolar y exfuncionaria de la alcaldía de Brandon Johnson, enfrenta ahora la tarea de ajustar el presupuesto del distrito, cuya cifra total para el último año fiscal superó los $10 mil millones. Aún se desconoce el monto exacto del presupuesto para el ciclo escolar 2025-2026, pero se prevé que sea presentado en julio o agosto, una vez que la nueva dirección evalúe posibles soluciones.
La falta de opciones claras ha generado preocupación entre padres, maestros y personal administrativo. Si no se identifica una fuente inmediata de financiamiento, las alternativas más probables son los recortes de personal antes del inicio del nuevo ciclo escolar, el 18 de agosto, o la contratación de préstamos a corto plazo con altos intereses, una posibilidad que ha generado resistencia dentro de la junta.
Posibles consecuencias del déficit escolar en Chicago
Las reacciones no se hicieron esperar. La Junta Escolar —parcialmente electa pero con mayoría de miembros designados por el alcalde— expresó su respaldo a King, aunque varios miembros subrayaron la necesidad de evitar medidas que afecten directamente a los estudiantes.
Profesores en el programa Teachers Lead Chicago. Foto: Facebook/Chicago Public Schools
“No es momento de hablar de despidos, sino de estrategias de ingreso”, afirmó la miembro Michilla Blaise. Las declaraciones coincidieron con las demandas de los sindicatos del distrito, que horas antes organizaron protestas para exigir que no se recorten puestos de trabajo ni se reduzcan servicios esenciales.
La Unión de Maestros de Chicago (CTU) y el sindicato SEIU Local 73, que representa al personal de apoyo educativo, reclamaron más financiamiento estatal y criticaron la falta de acción de la alcaldía. Ambas organizaciones, que solían ser aliadas, han tenido fricciones recientes, pero coincidieron en que las reducciones presupuestarias no deben recaer en el personal ni en los estudiantes.
Stacy Davis Gates, presidenta de CTU, hizo un llamado al gobernador J.B. Pritzker para que aumente el presupuesto educativo y defendió una propuesta que busca gravar a las grandes fortunas para obtener más recursos: “Pongamos los ingresos sobre la mesa. Que paguen los ricos”.
Por su parte, SEIU Local 73 responsabilizó directamente al alcalde Johnson y al Concejo Municipal. Propusieron que la ciudad destine más fondos de su programa de Financiamiento Incremental de Impuestos (TIF), utilizado habitualmente para proyectos de desarrollo urbano, al sistema educativo. Esta propuesta fue uno de los puntos de conflicto que provocaron la salida de Martínez.
El déficit escolar en Chicago podría afectar a estudiantes con discapacidades
Una de las áreas más sensibles frente a los posibles recortes son los programas para estudiantes con discapacidades y educación bilingüe. En el mitin sindical, padres y educadores denunciaron la posible eliminación de puestos de coordinadores de lenguaje dual y asistentes de educación especial (SECAs).
Theresa Nuestro, madre de dos niños con autismo, advirtió que estos trabajadores son esenciales para el bienestar de sus hijos, ya que los ayudan en su aprendizaje diario, manejo de alergias severas y control de la diabetes. “Sin su apoyo, nuestros hijos no solo tienen dificultades para aprender; su salud está en riesgo”, alertó.
Aunque CPS aseguró que en el nuevo ciclo aumentará el número total de especialistas, incluyendo 120 nuevos gestores de casos y 100 clínicos, también reconoció que, como parte del nuevo convenio colectivo con el sindicato de maestros, se modificarán los criterios de asignación de asistentes de educación especial. Esto podría reducir el número inicial de SECAs en programas especializados.
Jeannine Carrasquillo, quien ha trabajado como SECA por más de dos décadas, criticó la medida y recordó que los estándares estatales de asignación son anticuados y desconectados de la realidad del aula. “Reducir estos puestos implica decir que los estudiantes con discapacidades importan menos”, expresó.
Durante la misma reunión, estudiantes y activistas ambientales, vestidos con camisetas que decían “Las escuelas verdes son una solución presupuestaria”, exigieron que el distrito invierta en infraestructura sostenible. Muchos de ellos estudian en escuelas con problemas graves: moho, agua no potable y falta de aire acondicionado. Como respuesta, la Junta aprobó por unanimidad una resolución para impulsar al menos doce proyectos de energía limpia en 2025-2026, lo cual podría generar ahorros a largo plazo y ofrecer nuevas oportunidades laborales para los jóvenes.