A pocos días de la conmemoración por los 250 años del Ejército de Estados Unidos, el presidente Donald Trump lanzó una contundente advertencia: cualquier protesta durante el desfile militar que encabezará este sábado en Washington será respondida con una “gran fuerza”.
En una declaración desde el Despacho Oval, el mandatario subrayó que no permitirá alteraciones al evento que coincidirá con su cumpleaños número 79. “Celebraremos por todo lo alto el sábado y si hay alguna protesta, cuando salgan se enfrentarán a una fuerza muy grande”, afirmó.
Aunque no hay convocatorias formales para manifestaciones en la capital ese día, Trump insistió en que quienes protestan “odian a nuestro país” y no deben esperar tolerancia. “Ni siquiera he oído hablar de que vaya a haber ninguna protesta, pero como saben, se trata de gente que odia nuestro país; enfrentarán una gran fuerza”, reiteró.
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El desfile militar de Trump coincidirá con su cumpleaños
El desfile militar organizado por Trump se llevará a cabo el sábado 14 de junio de 2025 en el corazón de Washington D.C., una fecha que también marca el aniversario de su nacimiento. Será una demostración de fuerza y orgullo nacional en honor al Ejército estadounidense, que celebra 250 años de existencia.
El evento contará con la participación de cerca de 6.000 soldados, 150 vehículos militares y 50 aeronaves de combate. El costo estimado de la celebración oscila entre los 25 y 45 millones de dólares, de acuerdo con fuentes del Pentágono.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, habla en la Casa Blanca, este 10 de junio de 2025. Foto:. EFE/Ken Cedeno/Poo
No se organizaba un desfile militar de esta magnitud desde 1991, cuando el entonces presidente George H. W. Bush celebró la victoria en la Primera Guerra del Golfo. En aquella ocasión, el evento también generó críticas por el elevado gasto y la politización del Ejército.
Trump ha defendido en diversas ocasiones este tipo de actos, argumentando que ayudan a elevar el espíritu patriótico del país y reconocen el sacrificio de las fuerzas armadas. Sin embargo, sus opositores lo acusan de utilizar al Ejército como plataforma para fortalecer su imagen durante la campaña presidencial.
Tensión por protestas y despliegue de la Guardia Nacional
El anuncio del desfile militar llega en un momento especialmente tenso en Estados Unidos, marcado por protestas en California contra las redadas migratorias ejecutadas recientemente por el Gobierno federal. En respuesta a estas manifestaciones, el presidente ordenó el despliegue de 2.000 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines en Los Ángeles.
La medida fue duramente cuestionada por activistas, legisladores y el propio gobernador de California, Gavin Newsom, quien acusó a Trump de militarizar el conflicto con fines políticos. “Está usando al Ejército como instrumento de intimidación contra ciudadanos que expresan su desacuerdo. Es un abuso de poder”, señaló el mandatario estatal.
Foto: Davida Guzman Gonzalez/EFE
Grupos de derechos civiles también han expresado preocupación por el uso de fuerzas militares para controlar manifestaciones, advirtiendo que esto podría establecer un precedente peligroso para la libertad de expresión y la protesta pacífica.
Aunque no se ha confirmado la presencia de manifestantes en Washington durante el desfile militar, organizaciones como Black Lives Matter y United We Dream han convocado a “acciones simbólicas” ese fin de semana en otras ciudades, como Nueva York, Filadelfia y San Francisco.
Críticas por el uso político de las Fuerzas Armadas
El desfile militar impulsado por Trump ha generado preocupación entre expertos y exfuncionarios del Pentágono. Algunos han advertido que su insistencia en vincular las celebraciones del Ejército con su imagen personal puede comprometer la neutralidad institucional de las fuerzas armadas.
“Las Fuerzas Armadas de EE.UU. no son una herramienta de propaganda. Utilizarlas con fines partidistas debilita su credibilidad y afecta la percepción internacional de nuestro compromiso democrático”, señaló en un comunicado el general retirado Mark Hertling, excomandante del Ejército en Europa.
El Comité de Servicios Armados del Congreso también ha solicitado informes detallados sobre los gastos del evento, exigiendo transparencia en el uso de fondos públicos. Legisladores demócratas han señalado que el dinero podría haberse destinado a mejorar condiciones de vivienda y atención médica para veteranos, en lugar de financiar un espectáculo.
Además, se cuestiona que la fecha elegida para el desfile militar coincida con el cumpleaños del presidente. Para varios analistas, se trata de una maniobra simbólica para reforzar su figura como “comandante en jefe” en medio de su campaña por la reelección.
Washington se prepara para un despliegue sin precedentes
La ciudad de Washington ya ha comenzado los preparativos logísticos y de seguridad para el desfile militar. Se han cerrado calles, instalado barreras y aumentado la presencia policial en los alrededores del National Mall, donde se realizará la mayor parte del evento.
El Servicio Secreto y el Departamento de Seguridad Nacional coordinan medidas extraordinarias para evitar cualquier incidente. Se espera la asistencia de decenas de miles de personas, incluidas familias de militares, funcionarios del gobierno y simpatizantes del presidente.
No obstante, organizaciones civiles han advertido que cualquier provocación podría encender el ambiente político, ya polarizado por la ofensiva migratoria del Ejecutivo y las recientes restricciones impuestas a comunidades LGTBIQ+ dentro de las fuerzas armadas.
El sábado marcará un nuevo capítulo en la administración de Trump, caracterizada por una constante exaltación del poder militar y el nacionalismo. Mientras tanto, sus detractores aseguran que el evento será utilizado como arma electoral y como advertencia para quienes cuestionan sus políticas.