La tensión entre Donald Trump y la Reserva Federal ha resurgido con fuerza tras una reunión privada en la Casa Blanca entre el presidente de Estados Unidos y Jerome Powell, actual titular del banco central. Trump insistió en la necesidad de bajar las tasas de interés, argumentando que esta medida es clave para mantener la competitividad de la economía frente a potencias como China.
El encuentro, solicitado directamente por Trump, tuvo lugar en un momento de alta incertidumbre económica y fue el primero entre ambos desde que el mandatario asumió su segundo mandato. Aunque la conversación abordó temas como el empleo, la inflación y el crecimiento económico, Powell evitó pronunciarse sobre la trayectoria futura de la política monetaria.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, confirmó que Trump expresó su frustración respecto a la actual postura de la Reserva Federal. El presidente considera que mantener las tasas elevadas perjudica a la economía nacional, ralentiza el consumo y frena la inversión. Además, recalcó que las decisiones de Powell están desalineadas con las necesidades del país.
Te Recomendamos

LA RESERVA FEDERAL RECHAZA LA PRESIÓN POLÍTICA DE DONALD TRUMP
Tras el encuentro, la oficina de Jerome Powell emitió un comunicado reafirmando la independencia de la institución y asegurando que cualquier decisión sobre tasas de interés se tomará únicamente con base en datos económicos objetivos y no en presiones políticas. La declaración subrayó que ni Powell ni el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) alterarán su curso por demandas del poder Ejecutivo.
La Reserva Federal ha mantenido su tasa de interés de referencia en un rango entre 4,25% y 4,50% desde diciembre de 2024. Los funcionarios han mostrado una postura cautelosa frente al panorama económico, especialmente debido a los recientes aranceles impuestos por Trump y el clima político volátil. Las actas de la reunión de mayo de la Fed revelan que persiste la preocupación por una posible ralentización económica, así como por un aumento sostenido de la inflación.
Aunque la inflación ha bajado con respecto al año anterior, continúa por encima del objetivo del 2% establecido por la Fed. Trump argumenta que esta desaceleración debería ser suficiente motivo para bajar las tasas. Sin embargo, diversos analistas señalan que una reducción prematura podría estimular un repunte inflacionario o generar burbujas en sectores como el inmobiliario.
El presidente ha mantenido una postura crítica hacia Powell desde hace años. Lo ha calificado en redes sociales como “Powell el Tardío” y “gran perdedor”. En abril, incluso sugirió que Powell tiene la oportunidad de redimirse si actúa ahora: “Este sería un momento PERFECTO para recortar las tasas de interés. Siempre llega tarde, pero aún puede cambiar su imagen”, escribió Trump en su red Truth Social.
INDEPENDENCIA DE LA RESERVA FEDERAL EN CUESTIONAMIENTO POR DONALD TRUMP
La tensión entre Donald Trump y la Reserva Federal también ha revivido un debate más amplio: ¿puede el presidente de Estados Unidos destituir al titular del banco central? Un reciente fallo de la Corte Suprema sobre agencias independientes ha puesto sobre la mesa esa posibilidad. No obstante, la Fed sigue siendo considerada una entidad “cuasi-privada” con una estructura institucional que la protege frente a una remoción presidencial directa.
Powell fue nominado por Trump en 2018 y ratificado para un segundo mandato por el demócrata Joe Biden. Su periodo actual como presidente de la Fed se extiende hasta mayo de 2026. Durante todo su mandato, Powell ha evitado confrontaciones políticas directas y ha mantenido una posición neutral frente a los ataques públicos del mandatario. En reiteradas ocasiones, ha subrayado que su deber es preservar la estabilidad económica, independientemente del clima político.
Históricamente, la independencia de la Fed ha sido respetada por los presidentes, quienes rara vez solicitan reuniones con el titular del banco central. Powell ha señalado que nunca ha solicitado una reunión con el presidente, y que considera que debe ser siempre el mandatario quien la convoque, como ocurrió en este caso. La última reunión entre ambos había sido en noviembre de 2019, durante el primer mandato de Trump.
Además, la preocupación por una eventual injerencia presidencial en la política monetaria ha generado reacciones en los mercados financieros. Según Bloomberg y Reuters, los inversionistas se mantienen atentos a cualquier indicio de que Trump intente ejercer mayor control sobre la Fed. Aunque por ahora no hay señales claras de una acción directa para destituir a Powell, el tono agresivo del presidente ha encendido las alarmas.
En el plano económico, la imposición de nuevos aranceles por parte del gobierno estadounidense ha generado incertidumbre en el comercio internacional. Estos aranceles, enfocados principalmente en bienes provenientes de Asia y Europa, han provocado respuestas diplomáticas y amenazas de represalias comerciales. La Fed ha advertido que estas medidas podrían frenar el crecimiento, encarecer los productos importados y aumentar la inflación.
Actualmente, los mercados anticipan una posible reducción de tasas en septiembre y una segunda en diciembre, aunque esta previsión dependerá en gran medida de los próximos indicadores económicos. La presión de Trump añade un elemento político adicional a un escenario ya complejo.
LA POLÍTICA MONETARIA Y DONALD TRUMP: UN CONFLICTO EN EVOLUCIÓN
La relación entre Donald Trump y la Reserva Federal ha evolucionado desde la nominación de Powell. Inicialmente cordial, se deterioró rápidamente cuando la Fed subió las tasas durante el primer mandato del republicano. Ahora, con Trump nuevamente en la presidencia, el conflicto se ha intensificado.
El presidente ha señalado en múltiples ocasiones que su objetivo es estimular el crecimiento económico a través de políticas fiscales agresivas, incluida la reducción de impuestos y el gasto en infraestructura. Sin embargo, estas iniciativas pueden entrar en contradicción con los objetivos de la Fed, que busca evitar un sobrecalentamiento de la economía y controlar la inflación.
Expertos como Paul Krugman y Nouriel Roubini han advertido que una Fed debilitada por presiones políticas perdería credibilidad ante los mercados internacionales. La confianza en la independencia del banco central es vista como un pilar de la estabilidad financiera de Estados Unidos. Por ello, cualquier intento de intervención desde la Casa Blanca es motivo de preocupación.
La trayectoria de este enfrentamiento entre Donald Trump y la Reserva Federal dependerá no solo de los datos económicos venideros, sino también del equilibrio institucional que se mantenga en los próximos meses. Mientras tanto, la política monetaria seguirá siendo uno de los temas centrales de debate en Washington y en Wall Street.