El conglomerado de medios Walt Disney ha iniciado una nueva y significativa ronda de despidos en EE. UU. y otros países, en respuesta al fuerte declive de la televisión tradicional y los cambios en el comportamiento de la audiencia. Según informó Los Angeles Times, se trata de la cuarta y mayor ola de despidos masivos en Disney en los últimos diez meses, lo que refleja la gravedad del ajuste estructural que atraviesa la compañía.
Esta vez, los recortes impactan principalmente a equipos vinculados al marketing de cine y televisión, publicidad televisiva, casting y desarrollo de contenidos, así como a áreas de finanzas corporativas. Personas cercanas al proceso indicaron que la medida busca adaptar la estructura organizacional de Disney a un entorno cada vez más dominado por las plataformas de streaming y por los cambios en los modelos de consumo.
Aún no se ha especificado la cifra exacta de personas afectadas, pero diversas fuentes confirman que los despidos se cuentan por varios cientos. A fines de julio del año pasado, Disney ya había despedido a 140 empleados de su división de televisión —el 2 % de esa plantilla—, y en mayo de 2023 se anunció la salida de 175 trabajadores de Pixar, representando el 14 % de ese estudio propiedad de Disney.
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El cambio al streaming acelera los despidos en Disney
El fuerte giro hacia el streaming ha sido uno de los factores clave detrás de estos despidos masivos en Disney, que se producen en medio de una transformación estratégica más amplia. A pesar de haber reportado beneficios mejores a los esperados en mayo gracias al desempeño de Disney+ y a los ingresos de sus parques temáticos, la compañía continúa con su plan de reducción de costos que inició en 2023, cuando eliminó 7.000 puestos de trabajo como parte de una reestructuración que buscaba ahorrar 5.500 millones de dólares.
Aunque la plataforma Disney+ ha sido uno de los principales motores de crecimiento para la empresa, los ejecutivos parecen estar adoptando una postura más prudente con respecto a la cantidad de contenido producido, especialmente en lo que se refiere a series originales. Por ello, también se ha decidido reducir la producción de contenido seriado, una estrategia que había crecido exponencialmente durante los años pico de la pandemia y que ahora se considera insostenible frente a los márgenes actuales.
En contraste, la nueva estrategia privilegia los largometrajes destinados a las salas de cine, lo que también ha motivado parte de los recortes. El mensaje es claro: menos volumen, más calidad y eficiencia.
Vista del logo del servicio de ‘streaming’ de Disney, Disney+, en una fotografía de archivo. EFE/Adam Davis
Despidos masivos en Disney reflejan el colapso del modelo de televisión tradicional
Los analistas coinciden en que estos despidos masivos en Disney son una consecuencia directa del colapso del modelo de televisión por cable, un fenómeno que afecta no solo a esta empresa, sino a la industria del entretenimiento en su conjunto. De acuerdo con un informe de Nielsen, el número de hogares que aún usan televisión por cable ha disminuido drásticamente, cayendo a menos del 50 % en comparación con hace una década.
Este cambio de paradigma ha obligado a compañías como Disney, Warner Bros. Discovery, Paramount Global y NBCUniversal a repensar sus modelos de negocio, pues la pérdida de ingresos por publicidad y suscripción en la televisión tradicional es cada vez más evidente.
El equipo financiero de Disney ha sido uno de los más afectados por esta última ronda de despidos, lo que también sugiere una reestructuración profunda de los procesos internos para alinear mejor los costos con las nuevas realidades del mercado.
Las acciones de Disney (DIS.N) han mostrado cierta volatilidad. Aunque han subido un 21 % desde que se anunciaron los resultados financieros en mayo, registraron una leve caída del 0,5 % el lunes, cerrando en US$112,43.
Fotografía de archivo de la entrada a los estudios de Disney, en Burbank, California. EFE/Caroline Brehman
Impacto de los despidos masivos en Disney dentro del sector creativo
Además del impacto corporativo, los despidos masivos en Disney han generado inquietud en el sector creativo de Hollywood, especialmente entre guionistas, productores, y trabajadores de áreas técnicas y de desarrollo. Pixar, por ejemplo, se vio obligado a recortar personal como parte de una reestructuración interna sin precedentes desde su adquisición en 2006. Esa medida fue interpretada como un indicio de que incluso los estudios más emblemáticos de la industria no están a salvo del ajuste.
En paralelo, sindicatos del entretenimiento en Estados Unidos han comenzado a expresar su preocupación por el efecto que estos despidos puedan tener en las negociaciones laborales y en la calidad de vida de los trabajadores de la industria. Aunque la empresa ha reiterado su compromiso con mantener estándares de calidad en sus contenidos, el costo humano de esta transformación sigue generando debate.