Los estados de Washington, Oregón e Idaho se encuentran bajo alerta máxima por riesgo extremo por incendios forestales, según reportó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés). Las condiciones actuales —fuertes vientos, temperaturas elevadas y baja humedad— crean un escenario altamente peligroso para la propagación de incendios, especialmente en áreas secas y con vegetación acumulada.
Desde el martes 10 de junio, el NWS ha emitido advertencias de bandera roja en varias regiones del noroeste del país. Esta designación significa que los incendios pueden iniciarse fácilmente y expandirse con rapidez. Entre las zonas más vulnerables figuran el Valle de Kittitas en Washington, las praderas del sur de Oregón y los cañones de baja altitud que atraviesan Idaho y Oregón.
Además, se ha reportado la presencia de tormentas eléctricas secas, especialmente en Idaho, lo cual representa un factor adicional de peligro. Estas tormentas traen rayos que pueden iniciar incendios, pero sin la lluvia suficiente para sofocar las llamas en caso de ignición.
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Las autoridades instan a la población a evitar actividades que generen chispas o calor, como fogatas, quemas de residuos, uso de maquinaria que produce fricción, y cualquier actividad al aire libre que involucre fuego.
Tormentas secas y vientos intensos agravan el riesgo extremo por incendios forestales
Uno de los factores más preocupantes es la presencia de tormentas secas en zonas áridas de Idaho y Oregón. De acuerdo con el NWS de Boise, estas tormentas pueden generar ráfagas de viento de hasta 64 km/h. El problema radica en que las precipitaciones asociadas son mínimas o inexistentes, mientras que los rayos pueden encender fuegos en áreas vulnerables.
Incendio forestal. Foto de archivo: EFE
“Estas condiciones generan el escenario perfecto para incendios rápidos y difíciles de controlar”, indicó la agencia meteorológica en su más reciente informe.
En paralelo, la humedad relativa en algunas zonas oscila entre el 8% y el 20%, muy por debajo de los niveles considerados seguros. Las temperaturas, por su parte, superan los 30°C en varios puntos, especialmente en las zonas de menor altitud y mayor exposición solar.
En Oregón, se emitió una advertencia específica para la zona 690 de clima para incendios, que incluye el Valle de Kittitas. Las ráfagas de viento provenientes del noroeste alcanzarían los 64 km/h, sumadas a una humedad de apenas 14%, lo que agrava aún más el riesgo extremo por incendios forestales.
El Servicio Meteorológico Nacional enfatiza que estas condiciones no solo ponen en peligro la integridad de los ecosistemas, sino también vidas humanas, propiedades privadas, la calidad del aire y servicios esenciales como la red eléctrica.
La crisis climática detrás del riesgo extremo por incendios forestales
El aumento en la frecuencia e intensidad de incendios forestales en el oeste de Estados Unidos no es un fenómeno aislado. Expertos coinciden en que la crisis climática ha amplificado los patrones meteorológicos extremos, convirtiendo el verano en una temporada cada vez más peligrosa para estas regiones.
Año tras año, estados como California, Arizona y Colorado enfrentan incendios de gran magnitud. Ahora, Washington, Idaho y Oregón se suman al listado de estados con riesgo extremo por incendios forestales debido a factores estructurales como la acumulación de vegetación seca, sequías prolongadas y cambios en los patrones de precipitación.
Imagen de un incendio forestal: EFE
“El cambio climático no solo incrementa las temperaturas, sino que también modifica los ciclos de humedad y seca”, explicó un vocero del NWS. “Eso significa más días secos, vegetación más inflamable y, por tanto, un entorno más propenso a grandes incendios”.
En la última década, incendios como el Bootleg Fire en Oregón (2021) y el Labor Day Fires (2020) han arrasado miles de hectáreas, desplazado comunidades enteras y causado daños por miles de millones de dólares. Con este historial, las autoridades no dudan en emitir alertas preventivas cuando las condiciones alcanzan niveles críticos.
Actualmente, aunque no se han reportado incendios de gran escala en las zonas bajo alerta, el riesgo de que surjan nuevos focos es alto. Por eso, los equipos de emergencia permanecen en estado de vigilancia permanente.
¿Qué deben hacer los residentes ante el riesgo extremo por incendios forestales?
Ante este panorama, el Servicio Meteorológico Nacional y las agencias estatales han emitido una serie de recomendaciones para quienes viven en las áreas afectadas por el riesgo extremo por incendios forestales:
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Evitar fogatas, parrillas y quemas al aire libre.
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No arrojar colillas encendidas o basura inflamable.
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Mantener áreas despejadas de vegetación seca alrededor de viviendas.
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Tener listos kits de emergencia con alimentos, agua y medicinas.
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Estar atentos a las alertas locales y seguir instrucciones de evacuación en caso necesario.
Los departamentos de bomberos de cada estado han incrementado sus patrullajes y han activado centros de comando para coordinar una respuesta rápida ante cualquier eventualidad. En algunos condados de Washington y Oregón, incluso se ha restringido el acceso a parques estatales y bosques durante la vigencia de la alerta de bandera roja.
Además, las condiciones de humo producto de fuegos cercanos en California y Nevada ya están afectando la calidad del aire en partes de Oregón, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Las personas con problemas respiratorios, adultos mayores y niños deben limitar su exposición al aire libre durante estos días.
Riesgo extremo por incendios forestales, un desafío recurrente en el oeste de EEUU
El riesgo extremo por incendios forestales no desaparecerá pronto, y las autoridades insisten en que solo una combinación de vigilancia comunitaria, prevención y acción rápida puede mitigar sus efectos.
Desde el gobierno federal se han incrementado los fondos para prevención y manejo de incendios, pero los expertos aseguran que la acción climática a largo plazo será clave para reducir estos episodios. A medida que se intensifican los veranos y se extienden las temporadas de sequía, el panorama futuro para los estados del oeste continúa siendo incierto.
Actualmente, los residentes de Washington, Idaho y Oregón enfrentan días decisivos en los que cualquier descuido podría derivar en un desastre natural. Los equipos de emergencia están en máxima alerta, y se espera que las condiciones críticas se mantengan al menos hasta el final de la semana, dependiendo de los cambios meteorológicos.
Mientras tanto, se recomienda a las comunidades locales permanecer informadas a través de medios oficiales y prepararse para responder con rapidez en caso de que se declare una emergencia por incendios en sus zonas.