El aeropuerto internacional Liberty de Newark, uno de los más transitados de Estados Unidos, sufrió el domingo una nueva interrupción en sus operaciones debido a una falla en el sistema de control de tráfico aéreo.
Esta situación obligó a la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) a ordenar una suspensión temporal de los vuelos entrantes, afectando a cientos de pasajeros y generando preocupación sobre la fiabilidad de la infraestructura aérea del país.
La interrupción más reciente se produjo el 11 de mayo, cuando una falla en las telecomunicaciones en el centro de control de tráfico aéreo TRACON Área C, ubicado en Filadelfia y responsable del espacio aéreo de Newark, provocó la pérdida temporal de contacto con las aeronaves.
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Como medida de precaución, la FAA implementó una suspensión de despegues hacia Newark durante aproximadamente 45 minutos. Durante este período, se cancelaron cerca de 80 vuelos y más de 60 sufrieron retrasos significativos.

Este incidente se suma a otros recientes. El 9 de mayo, una interrupción de 90 segundos en las comunicaciones afectó las operaciones, y el 28 de abril, una falla más grave en los sistemas de radar y radio obligó a cinco controladores a tomar licencias médicas por estrés.
La FAA atribuye estas interrupciones a problemas técnicos en el centro TRACON de Filadelfia, que asumió el control del espacio aéreo de Newark tras el cierre de la instalación anterior en Nueva Jersey. Desde la reubicación, se han reportado fallas frecuentes en las comunicaciones, lo que ha generado críticas de expertos que acusan a la FAA de negligencia y de poner en riesgo la seguridad aérea.
La situación ha llevado a la FAA a considerar una reducción temporal de las operaciones en Newark para estabilizar el sistema. Se espera que esta medida se mantenga durante varias semanas, mientras se implementan soluciones a largo plazo.
Impacto en las aerolíneas y los pasajeros
United Airlines, el principal operador en Newark, ha anunciado la cancelación de 35 vuelos diarios debido a los problemas operativos. La aerolínea también ha solicitado a la FAA que designe a Newark como un aeropuerto con control de slots, lo que permitiría limitar formalmente el número de vuelos y reducir la congestión.
Los pasajeros han enfrentado retrasos prolongados, cancelaciones y una falta de información clara sobre el estado de sus vuelos. Entre el 24 de abril y el 7 de mayo, casi la mitad de los más de 13,000 vuelos en Newark fueron retrasados o cancelados, una tasa más del doble que la de otros aeropuertos importantes de la región, como LaGuardia y JFK.

Respuesta del gobierno
El secretario de Transporte, Sean Duffy, ha reconocido la gravedad de la situación y ha anunciado un plan multimillonario para modernizar el sistema de control de tráfico aéreo del país. Este plan incluye la construcción de nuevos centros de control, la actualización de tecnologías obsoletas y la contratación de 2,000 nuevos controladores aéreos. Sin embargo, expertos estiman que se necesitarán al menos $18.5 mil millones para modernizar completamente el sistema.
Además, Duffy ha propuesto aumentar la edad de jubilación obligatoria de los controladores de 56 a 61 años y ofrecer un bono del 20% para atraer y retener personal. Estas medidas buscan abordar la escasez de aproximadamente 3,000 controladores que enfrenta la nación.
Aunque las operaciones en Newark se han reanudado, las autoridades advierten que los problemas podrían persistir durante varias semanas. La combinación de infraestructura obsoleta, escasez de personal y una alta demanda de vuelos plantea desafíos significativos para la estabilidad del sistema aéreo.
Los pasajeros que planean viajar desde o hacia Newark en las próximas semanas deben estar preparados para posibles retrasos y cancelaciones. Se recomienda verificar el estado de los vuelos con anticipación y considerar aeropuertos alternativos cuando sea posible.