Con la llegada de la guerra comercial desatada por Donald Trump, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha tomado una postura firme en defensa de los intereses económicos del estado. A través de un mensaje dirigido a la comunidad internacional, Newsom solicitó que los productos de California sean excluidos de los aranceles impuestos por el gobierno federal, destacando la importancia del estado como motor económico de Estados Unidos y una de las principales economías del mundo.
California, un pilar en la economía global
«California no es Washington D.C.», declaró Gavin Newsom, refiriéndose a la necesidad de que el estado reciba un trato preferencial en la guerra comercial con China. California es la quinta economía del mundo, con un Producto Interno Bruto (PIB) de 3,9 billones de dólares, superando a economías tan importantes como la de Texas o Florida. El estado aporta anualmente alrededor de 83.000 millones de dólares a la tesorería federal y es hogar de importantes sectores productivos, como la agricultura, la manufactura y la tecnología.
El liderazgo económico de California es indiscutible. Con una industria agrícola de gran envergadura, que lidera el país, y cerca de 36.000 fábricas que emplean a más de 1,1 millones de trabajadores, el estado desempeña un papel crucial en la economía estadounidense. Empresas emblemáticas como Tesla, Qualcomm e Intel tienen su sede en California, lo que refuerza aún más su posición como una potencia manufacturera a nivel global.
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Octavio Guzmán/EFE
La guerra arancelaria y su impacto
Los aranceles impuestos por la administración Trump a productos provenientes de China han generado preocupación en California, ya que afectan de manera directa a su economía, especialmente en lo que respecta al comercio internacional. California es la puerta de entrada de Estados Unidos a Asia, con puertos clave en Los Ángeles, Long Beach y Oakland. La autoridad del puerto de Los Ángeles, por ejemplo, asegura que un millón de empleos dependen de las actividades de la terminal, que maneja el 10% de las importaciones de todo el país. Los aranceles pueden perjudicar gravemente la economía local, dado que el 40% de las importaciones de California provienen de países como México, Canadá y China.
Además, el impacto podría extenderse a los pequeños y medianos negocios, que representan una parte significativa de las exportaciones estatales. Según estimaciones del gobierno estatal, alrededor de 60.000 de estos negocios dependen del comercio internacional, por lo que la alteración de las relaciones comerciales podría afectar seriamente su supervivencia.
Un llamado a la comunidad internacional
En un mensaje dirigido a sus socios comerciales, Newsom expresó su deseo de encontrar soluciones a la guerra comercial, buscando acuerdos que beneficien al estado y sus aliados internacionales. «California está aquí y lista para hablar», afirmó el gobernador, quien destacó que el estado representa el 14% del PIB de Estados Unidos y, por su tamaño, es la quinta economía mundial.
En su comunicado, Newsom hizo un llamado a la solidaridad internacional, asegurando que los aranceles de Trump no representan a todos los estadounidenses y que, en nombre de los 40 millones de habitantes de California, el estado sigue comprometido con la construcción de relaciones comerciales estables.
Fotografía de archivo del gobernador Gavin Newsom. EFE/EPA/CAROLINE BREHMAN
El poder de mercado del estado
El gobernador Newsom también subrayó que California no teme utilizar su poder de mercado para contrarrestar los efectos negativos de los aranceles. Con su posición como la potencia manufacturera dominante en el país, California tiene una influencia considerable en el comercio internacional, lo que le permite negociar acuerdos que beneficien tanto a su economía como a la de sus socios comerciales.
«Los aranceles de Trump no representan a todos los americanos», recalcó Newsom, quien ha sido un crítico constante de las políticas comerciales del expresidente. A pesar de sus diferencias con el gobierno federal, Newsom ha mantenido un tono moderado, especialmente al considerar la posibilidad de postularse para las elecciones presidenciales de 2028. Su enfoque busca equilibrar la defensa de los intereses de California con la necesidad de mantener relaciones constructivas con el gobierno federal.
Los efectos locales de los aranceles
Si bien el gobierno federal ha evitado la imposición de aranceles generalizados a los productos de México y Canadá, la situación sigue siendo incierta. El 40% de las importaciones de California provienen de estos tres países, lo que representa una parte significativa del comercio del estado. Los aranceles impuestos a la industria automotriz, el acero y el aluminio pueden tener efectos negativos en las cadenas de suministro locales, lo que podría generar un aumento en la inflación y en los precios de los productos.
Un análisis de la Universidad de Yale estima que los aranceles podrían provocar un incremento del 2,3% en la inflación en 2023 y un aumento en los precios de hasta un 3%. Este panorama podría poner en peligro el equilibrio económico de California, especialmente en el contexto de una posible escalada de la guerra comercial, con China ya anunciando la imposición de nuevos aranceles a los productos estadounidenses a partir del 10 de abril.