La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, presentó una ambiciosa propuesta que busca construir la primera central nuclear del estado en más de tres décadas. Con esta medida, la mandataria demócrata pretende acelerar la transición hacia una red eléctrica libre de emisiones y garantizar energía estable para hogares, industrias y servicios públicos del estado.
Desde el condado de Niagara, Hochul informó que la Autoridad de Energía de Nueva York ha recibido la instrucción de desarrollar una instalación avanzada de “cero emisiones” en el norte del estado. El objetivo es que la nueva central nuclear tenga una capacidad mínima de un gigavatio, lo que elevaría la generación total de energía nuclear en el estado a unos 4.3 gigavatios.
“Vamos a lograr independencia energética sin dejar de lado nuestros compromisos climáticos”, sostuvo la gobernadora. “Este proyecto es una inversión en el futuro económico, ambiental y laboral del estado de Nueva York”.
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Nueva central nuclear en Nueva York impulsaría empleos y autonomía energética
La construcción de una nueva central nuclear no solo representa un paso importante hacia la descarbonización de la matriz energética, sino también una oportunidad laboral. Según estimaciones oficiales, se podrían generar alrededor de 1.600 empleos en la fase de construcción y 1.200 puestos permanentes una vez que la planta esté operativa.
Imagen referencial de una planta nuclear. Foto:X/@nypost
Aunque aún no se ha definido una ubicación específica para la central nuclear, la gobernadora Hochul afirmó que varias comunidades del norte del estado han expresado interés, motivadas por los beneficios económicos que el proyecto podría traer.
“Hay entusiasmo en todo el norte del estado. Todos quieren ser considerados”, declaró Hochul, añadiendo que la decisión no será sencilla debido al alto número de interesados.
Una de las opciones con mayores posibilidades sería la planta de Nine Mile Point, en Oswego, propiedad de la compañía energética Constellation. Esta empresa ya ha manifestado su intención de expandirse con un nuevo reactor en esa instalación.
La apuesta por la energía nuclear crece pese a desafíos financieros
A nivel nacional, la construcción de nuevas plantas nucleares ha sido históricamente complicada debido a sus altos costos y frecuentes retrasos. Sin embargo, algunos estados están volviendo a considerar esta fuente de energía como una alternativa viable frente a la inestabilidad climática y el cierre progresivo de plantas a base de combustibles fósiles.
Un ejemplo reciente es el proyecto de la Planta Vogtle, en Georgia, que sumó dos nuevos reactores a un costo de casi 35.000 millones de dólares. A pesar de activarse siete años después de lo previsto, el proyecto representa un precedente importante en el impulso de la energía nuclear en Estados Unidos.
Del mismo modo, la Autoridad del Valle de Tennessee solicitó el mes pasado permiso federal para desarrollar una planta de energía nuclear de nueva generación en su sitio de Clinch River, en Oak Ridge, Tennessee. Esta entidad, que suministra electricidad a siete estados del sur, ve la energía nuclear como una fuente clave para alcanzar sus metas energéticas.
La central nuclear reforzaría el suministro eléctrico del estado
Actualmente, Nueva York cuenta con tres plantas nucleares en funcionamiento, todas en el norte del estado y a orillas del Lago Ontario. Estas plantas —Nine Mile Point, Robert Emmett Ginna y James A. FitzPatrick— proveen aproximadamente el 20% de la electricidad total del estado.
En el pasado, Nueva York llegó a depender aún más de la energía nuclear. Según el grupo Nuclear New York, en su punto máximo la capacidad instalada alcanzó 5.4 gigavatios, lo que representaba cerca de un tercio del suministro eléctrico del estado.
Sin embargo, el cierre de la planta Indian Point en 2021, ubicada cerca de la ciudad de Nueva York, y la venta de otras instalaciones estatales, redujo la participación nuclear en la matriz energética. Con la nueva central nuclear, Hochul busca revertir esa tendencia, reduciendo la dependencia del gas natural y otras fuentes contaminantes.
Además, la gobernadora aseguró que el proyecto se alineará con las metas estatales de neutralidad de carbono y contará con regulaciones estrictas para garantizar la seguridad de las comunidades cercanas.
“Este es un paso firme hacia una red eléctrica más limpia, más resiliente y más independiente”, declaró.
La nueva central nuclear no solo busca cubrir la creciente demanda energética, sino también posicionar al estado de Nueva York como líder en innovación tecnológica dentro del sector energético.