El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) continuará realizando redadas en lugares de trabajo en todo Estados Unidos, según confirmó este miércoles el zar de la frontera, Tom Homan. Aunque las operaciones no se detendrán, las autoridades aseguran que estarán enfocadas en detener a migrantes con antecedentes criminales. “El mensaje es claro: los criminales son lo primero”, afirmó Homan en rueda de prensa desde Washington D.C.
Las redadas laborales han generado preocupación entre agricultores, hoteleros y otros sectores que dependen de mano de obra migrante. Sin embargo, el gobierno del presidente Donald Trump mantiene su posición firme de priorizar la seguridad nacional por encima de las consecuencias económicas inmediatas.
ICE justifica redadas laborales en hoteles, granjas y restaurantes
Homan explicó que las redadas laborales continuarán llevándose a cabo en obras de construcción, hoteles, restaurantes y granjas, lugares donde habitualmente se emplea a una gran proporción de trabajadores inmigrantes. El funcionario fue enfático al afirmar que estas acciones se centrarán principalmente en personas con antecedentes por delitos como trata de personas, trabajo forzoso, evasión de impuestos o fraude.
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“La prioridad es capturar a quienes representan una amenaza para la seguridad pública y económica del país. No perseguimos a todos, pero sí a quienes han violado nuestras leyes más allá del estatus migratorio”, detalló Homan ante periodistas.
La administración Trump ha intensificado estas medidas en los últimos meses, reforzando su política migratoria a pesar de críticas de organizaciones de derechos humanos y del sector privado. El propio presidente reconoció que su enfoque “muy agresivo” ha generado tensiones con la industria agrícola y hotelera.
“Debemos proteger a nuestros agricultores, pero también sacar a los criminales fuera de Estados Unidos. ¡Se avecinan cambios!”, escribió Trump el pasado fin de semana en su red Truth Social.
ICE justifica redadas laborales pese a preocupaciones del sector agrícola
Una de las críticas más recurrentes hacia estas redadas es su impacto negativo en la economía, particularmente en la agricultura. En muchos estados, las granjas dependen de trabajadores inmigrantes para las cosechas, y la posibilidad de perder empleados por detención o deportación afecta directamente la productividad.
Al respecto, Tom Homan respondió que “hay formas correctas e incorrectas de contratar trabajadores”, sugiriendo que las empresas deben verificar el estatus migratorio de sus empleados y ajustarse a las normativas vigentes. “Comprendemos las preocupaciones, pero no podemos permitirnos ignorar las leyes solo porque ciertos sectores las encuentran inconvenientes”, subrayó.
Foto: ICE
Pese a las preocupaciones del sector, la administración ha dejado claro que no detendrá sus acciones y que las redadas continuarán como parte de una estrategia integral de control migratorio.
ICE justifica redadas laborales como herramienta contra ciudades santuario
Otro de los enfoques de ICE es actuar en las llamadas “ciudades santuario”, aquellas que se rehúsan a colaborar con el gobierno federal en la aplicación de leyes migratorias. Según Homan, estos municipios representan “el verdadero problema”, ya que, según ICE, liberan a migrantes con antecedentes penales sin notificarlos a las autoridades federales.
“Estamos concentrando más recursos en las ciudades santuario porque ahí es donde liberan a personas que suponen un peligro para la comunidad”, dijo. “A diferencia de estados como Florida, donde los sheriffs cooperan con ICE, en estos lugares las políticas locales impiden el cumplimiento de la ley”, agregó.
La agencia ha intensificado su presencia en ciudades como Nueva York, Chicago, San Francisco y Los Ángeles, donde las autoridades locales han adoptado posturas contrarias a las detenciones por parte de inmigración. Homan justificó estas acciones alegando que “si no actuamos en esas zonas, los criminales simplemente regresan a las calles”.
Según ICE, en los últimos seis meses se ha detenido a más de 18,000 personas en operativos en lugares de trabajo. De ellas, cerca del 40 % tenía antecedentes penales, lo que, según el gobierno, respalda el argumento de que las redadas están enfocadas en la seguridad pública.
Aunque diversos grupos han cuestionado la veracidad de esas cifras, la administración Trump sostiene que sus políticas buscan restablecer el orden legal, y que cada arresto es parte de una estrategia mayor para reducir la inmigración irregular y garantizar el cumplimiento de la ley.