Las devastadoras inundaciones en Texas, desencadenadas por el desbordamiento del río Guadalupe el 4 de julio de 2025, han llevado a las autoridades a suspender las operaciones de búsqueda en Kerr County ante una nueva alerta por lluvias intensas este domingo. Por lo tanto, con al menos 120 muertos y más de 160 desaparecidos, la región enfrenta una crisis sin precedentes, generando 8.2 millones de interacciones en redes sociales. En consecuencia, el gobernador Greg Abbott amplió la declaración de desastre federal, mientras la falta de sistemas de alerta adecuados y la saturación del suelo elevan el riesgo de más tragedias. Además, la suspensión de rescates, ordenada por la policía de Kerrville, refleja la gravedad de las condiciones climáticas en Hill Country.
Suspensión de operaciones de rescate
El Departamento de Policía de Kerrville ordenó la evacuación de todos los equipos de búsqueda a las 8:00 de la mañana del 13 de julio, debido a la “alta probabilidad” de nuevas inundaciones repentinas, según un comunicado oficial. Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió sobre precipitaciones de hasta 6.3 centímetros por hora, capaces de desbordar nuevamente el río Guadalupe. En consecuencia, las autoridades instaron a evitar desplazamientos y extremar precauciones en pasos bajos y puentes, que quedaron intransitables tras el evento del 4 de julio, atrapando a residentes, según la División de Gestión de Emergencias de Texas (TDEM). Sin embargo, el portavoz del Departamento de Bomberos de Ingram, Brian Lochte, indicó que los rescates podrían reanudarse el lunes si los niveles del río descienden.
Impacto del desastre inicial
Las inundaciones del 4 de julio, calificadas como las peores en un siglo, elevaron el río Guadalupe 8 metros en menos de una hora, arrasando con 36 vehículos recreativos y 11 casas pequeñas en Kerr County, según el administrador de un campamento local. Por lo tanto, el saldo de víctimas incluye 84 muertos en Kerr County, con 28 menores en el campamento cristiano Camp Mystic, según el sheriff Larry Leitha. Además, 10 campistas y una consejera siguen desaparecidas, con 850 personas rescatadas mediante helicópteros y drones, según la Guardia Nacional de Texas. Pese a todo, la falta de sirenas de alerta, rechazada por su costo hace seis años, contribuyó a la tragedia, según el juez Rob Kelly.
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Nueva amenaza climática
El Weather Prediction Center (WPC) clasificó el centro de Texas en nivel 3 de 4 en riesgo de inundaciones el 13 de julio, con lluvias intensas previstas antes del amanecer. En consecuencia, el río Guadalupe en Kerrville superó el umbral de acción, aunque descendió a 76 centímetros, lejos de los 10.45 metros del 4 de julio, según el NWS. Por su parte, el Lampasas River en San Saba County alcanzó 9.9 metros en cinco horas, generando evacuaciones obligatorias y cierres de carreteras, según la TDEM. Además, la saturación del suelo en la región de Hill Country, exacerbada por 120,000 millones de galones de agua, eleva el riesgo de nuevos desbordamientos, según el meteorólogo Ryan Maue.
Respuesta del gobierno
El gobernador Greg Abbott, en una conferencia el 11 de julio, amplió la declaración de desastre a condados como Travis y Burnet, donde se reportaron 7 y 5 muertes, respectivamente. Por lo tanto, más de 1,000 efectivos, incluidos rescatistas mexicanos con equipos caninos, apoyan las operaciones, según el embajador Ronald Johnson. Sin embargo, el presidente Donald Trump, quien expresó condolencias en Truth Social, pospuso su visita a Texas para no interferir con los rescates. En consecuencia, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) enfrenta críticas por su respuesta limitada, con solo 311 empleados desplegados al 8 de julio, según NBC.
Críticas por falta de preparación
La ausencia de un sistema de alerta en Kerr County, considerado desde 1987 tras una inundación similar que mató a 10 adolescentes, ha generado cuestionamientos. Por su parte, el director del TDEM, Nim Kidd, admitió que las alertas del NWS no llegaron a todos debido a la falta de cobertura celular. Además, el alcalde de Kerrville, Joe Herring Jr., señaló que el desastre ocurrió mientras la gente dormía, complicando las evacuaciones. Pese a todo, la comunidad organiza vigilias, como la del 11 de julio en el Estadio Antler, para apoyar a las familias de las víctimas, según KPRC. En consecuencia, el 65% de los texanos exige mejores sistemas de alerta, según una encuesta de Rasmussen Reports.