Un inesperado incidente en la Casa Blanca marcó la celebración del 14 de abril, cuando el vicepresidente JD Vance, exsenador por Ohio, dejó caer el trofeo del Campeonato Nacional de Fútbol Americano durante un evento en honor a los Ohio State Buckeyes, campeones de la temporada 2024.
La ceremonia, realizada en el South Lawn, reunió al equipo que venció a Notre Dame por 34-23 el pasado 20 de enero, según registros oficiales de la College Football Playoff. Mientras intentaba levantar el trofeo de 35 libras, compuesto por una base de bronce y una estructura de oro de 24 quilates, Vance lo separó accidentalmente, dejando caer la base al suelo. El momento, captado por las cámaras, generó risas y suspiros entre los jugadores y los presentes.
El presidente Donald Trump, quien presidió el evento, elogió a los Buckeyes por superar la “adversidad” tras su derrota ante Michigan en noviembre. Vance, graduado de Ohio State en 2009, intentó aligerar el incidente en la Casa Blanca con humor, publicando en redes sociales: “No quería que nadie más tuviera el trofeo, así que lo rompí”. El jugador TreVeyon Henderson, corredor estrella del equipo, reaccionó rápido, sosteniendo la parte superior para evitar más daños. La United States Marine Corps Band, que tocaba “We Are the Champions”, continuó mientras los asistentes procesaban el percance.
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Detalles del trofeo
El trofeo, diseñado con una base separable para facilitar su manejo, no sufrió daños permanentes, según un comunicado de la Ohio State University Athletic Department. Con un peso total de 50 libras y una altura de 26.5 pulgadas, es un símbolo codiciado del fútbol universitario. El incidente en la Casa Blanca ocurrió cuando Vance, unaware del diseño en dos piezas, lo levantó por la base mientras Henderson sostenía la parte superior. Ryan Day, entrenador de los Buckeyes, ayudó a Vance a reensamblarlo, y el equipo continuó posando para fotos, ahora con Vance sosteniendo solo la parte dorada.
El evento no fue solo sobre el trofeo. Vance aprovechó para bromear sobre un apuesta pendiente con el senador Ted Cruz, quien perdió una apuesta tras el juego entre Ohio State y Texas. “Aún espero mi barbacoa de Texas”, dijo Vance, según el reporte oficial del evento. También señaló a un asistente con una gorra de Michigan, el eterno rival, diciendo: “Voy a decirle al Servicio Secreto que lleva un arma peligrosa”. Estas interacciones mantuvieron un tono ligero a pesar del percance.
Incidente en la Casa Blanca: Contexto de la celebración
La visita de los Buckeyes fue la tercera de un equipo campeón en la Casa Blanca en un mes, tras las recepciones de Los Angeles Dodgers y los Philadelphia Eagles, según la Oficina de Prensa de la Casa Blanca. La ceremonia celebró el primer título nacional de Ohio State desde 2014, un logro destacado en la era del nuevo formato de playoffs de 12 equipos. Trump entregó un casco y una camiseta personalizada con el número 47, en referencia a su presidencia, mientras los jugadores aplaudían.
El incidente en la Casa Blanca no opacó el orgullo del equipo. Ryan Day expresó en un comunicado previo al evento: “Es un honor visitar la Casa Blanca. Siempre soñé con esto cuando veía a los campeones de niño”. La universidad reportó que más de 1,000 aficionados acompañaron al equipo en Washington, reflejando el impacto del título en la comunidad de Ohio.
JD Vance y el incidente: Reacciones y perspectiva
La rápida reacción de TreVeyon Henderson fue clave para salvar el trofeo, ganándose elogios de los presentes. La College Football Playoff confirmó que el trofeo está diseñado para desmontarse, aclarando que no hubo rotura real, solo un error de manejo. El incidente en la Casa Blanca se volvió viral, con miles de interacciones en redes sociales, donde Vance fue tanto blanco de bromas como de apoyo por su actitud desenfadada.
Mientras los Buckeyes regresan a Ohio para preparar la temporada 2025, el episodio queda como una anécdota divertida en una celebración histórica. La Casa Blanca seguirá recibiendo a campeones, con los Eagles programados para una próxima visita. Por ahora, el trofeo está a salvo, y Vance, con su broma, dejó claro que su lealtad a Ohio Statepermanece intacta.