El activista palestino Mahmoud Khalil, detenido en un centro de inmigración en Louisiana, no pudo estar presente en el nacimiento de su primer hijo el 21 de abril de 2025, tras la negativa de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de otorgarle una liberación temporal, según un comunicado de su esposa, Noor Abdalla.
Khalil, residente permanente de Estados Unidos y graduado de la Universidad de Columbia, permanece en el Centro de Detención de LaSalle en Jena, a más de 1,600 kilómetros de Nueva York, donde Abdalla dio a luz a un niño sano. La decisión de ICE, denunciada como un intento de silenciar el activismo pro-palestino de Khalil, ha generado críticas de organizaciones de derechos humanos y de la propia Abdalla, quien acusó a la administración de Donald Trump de “robar momentos preciosos” a su familia.
Abdalla, ciudadana estadounidense y dentista de 28 años, afirmó en un comunicado el 21 de abril: “Mi hijo y yo no deberíamos estar navegando sus primeros días sin Mahmoud. ICE y la administración Trump han tomado la decisión deliberada de hacernos sufrir”. Los abogados de Khalil solicitaron el domingo 20 de abril una liberación de dos semanas al director de la oficina de ICE en Nueva Orleans, Melissa Harper, ofreciendo condiciones como el uso de un monitor de tobillo y registros regulares, según correos electrónicos presentados por el equipo legal.
Te Recomendamos
La solicitud fue denegada sin explicación detallada, según el portavoz del equipo legal, quien confirmó que Khalil solo pudo participar en el parto vía telefónica. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no respondió a solicitudes de comentario, pero el caso ha avivado el debate sobre la detención de activistas.
Detención de Khalil y su impacto
La detención de Khalil, ocurrida el 8 de marzo de 2025, marcó el primer caso público de un activista pro-palestino arrestado bajo las políticas de inmigración de la administración Trump, según el Centro para los Derechos Constitucionales. Khalil, de 30 años y origen palestino nacido en Siria, fue un negociador clave durante las protestas de 2024 en Columbia contra la guerra en Gaza, representando a la coalición estudiantil Apartheid Divest.
El DHS lo acusó de participar en actividades “alineadas con Hamas” y de omitir información en su solicitud de residencia permanente, alegaciones que sus abogados, liderados por Marc Van Der Hout, han calificado de “infundadas”. El 11 de abril, la jueza de inmigración Jamee Comans en Louisiana dictaminó que Khalil es deportable por “consecuencias adversas en la política exterior”, basándose en un memorando del secretario de Estado, Marco Rubio.
El memorando de Rubio, presentado el 9 de abril, no acusa a Khalil de delitos, pero sostiene que su presencia en EE. UU. podría dañar los intereses de política exterior, según el Departamento de Estado. Sus abogados han apelado la decisión, argumentando que viola la Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión.
Un juez federal en Nueva Jersey emitió una orden el 10 de marzo que prohíbe la deportación de Khalil mientras se revisa la constitucionalidad de su arresto, según el tribunal del distrito. Abdalla, en su declaración, expresó: “Nadie debería ser expulsado de su hogar por hablar contra la muerte de familias palestinas”. Las protestas en Nueva York y Washington han exigido su liberación, según el Departamento de Policía de Nueva York, que reportó manifestaciones pacíficas el 14 de marzo.
Contexto de las protestas y acusaciones
El caso de Khalil refleja una escalada en las medidas contra activistas pro-palestinos. Durante las protestas de Columbia en 2024, Khalil medió entre estudiantes y la administración universitaria, exigiendo el desinversión de fondos ligados a Israel y un alto al fuego en Gaza.
La administración Trump, a través de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, celebró el fallo de deportación como una victoria, afirmando en un comunicado el 11 de abril: “Es un privilegio vivir en EE. UU., y Khalil abusó de él”. Sin embargo, la ONU, a través de expertos en derechos humanos, condenó el arresto el 19 de marzo, calificándolo de “censura a voces pro-palestinas” y exigiendo su liberación inmediata.
El DHS también acusó a Khalil de ocultar su pasantía en 2023 con la UNRWA, la agencia de la ONU para refugiados palestinos, y su trabajo con la embajada británica en Beirut, según un expediente del 24 de marzo. La portavoz de UNRWA, Juliette Touma, aclaró que Khalil fue un interno no remunerado, no un empleado, y que las acusaciones de antisemitismo contra la agencia son infundadas. La detención de Khalil, trasladado de Nueva York a Louisiana tras un breve paso por Nueva Jersey, ha sido criticada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que el 20 de marzo señaló que el caso establece un “precedente peligroso” para la libertad de expresión en EE. UU.
La lucha de Noor Abdalla
La negativa de ICE a permitir que Khalil estuviera en el nacimiento ha intensificado la lucha de Noor Abdalla por la liberación de su esposo. En una vigilia interreligiosa frente al centro de detención en Jena el 11 de abril, organizada por clérigos locales, Abdalla reiteró su compromiso: “Seguiré luchando hasta que Mahmoud esté en casa con nuestro hijo”.
La pareja, casada desde 2023, esperaba celebrar la llegada de su primer hijo juntos, pero la detención de Khalil, a más de un mes de su arresto, ha separado a la familia. El Ministerio del Interior de Siria, país de nacimiento de Khalil, no ha emitido comentarios sobre una posible deportación, mientras que Argelia, su ciudadanía actual, permanece en silencio, según el Ministerio de Relaciones Exteriores argelino.
El caso de Khalil no es aislado. Otros estudiantes, como Mohsen Mahdawi y Rumeysa Ozturk, enfrentan detenciones similares por su activismo, según el Centro para los Derechos Constitucionales. La administración Trump, mediante la Orden Ejecutiva 14188 del 29 de enero, ordenó la deportación de estudiantes que participaran en protestas anti-israelíes, citando “actividades antiestadounidenses”.
Mientras el caso de Khalil avanza en los tribunales, con una apelación pendiente para el 23 de abril, su esposa y su equipo legal buscan trasladarlo a Nueva York, argumentando que su detención en Louisiana dificulta el acceso a su defensa. La comunidad palestina en EE. UU. continúa apoyando a Khalil, con vigilias semanales en Columbia, según el Departamento de Policía de Nueva York.