Al menos 86 personas fueron detenidas en Nueva York tras dos jornadas de intensas manifestaciones contra las redadas de inmigración. Las protestas por redadas en Lower Manhattan derivaron en enfrentamientos con la policía, daños a propiedad pública y una creciente tensión entre autoridades locales y federales.
La movilización formó parte de una ola de indignación que ha tomado fuerza en varias ciudades del país, especialmente después de que el gobierno de Donald Trump intensificara las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Aunque muchas protestas fueron pacíficas, algunas derivaron en disturbios, como ocurrió el martes y miércoles en Manhattan y Brooklyn.
Las protestas por redadas terminan con violencia y más de 80 arrestos
Las protestas por redadas iniciaron el martes por la tarde en Foley Square, donde miles de personas se congregaron en rechazo a las políticas migratorias implementadas por el gobierno federal. Aunque la concentración comenzó de forma pacífica, varios manifestantes lanzaron objetos contra los agentes del NYPD y derribaron vallas de contención.
Te Recomendamos
Un hombre es arrestado por las autoridades. Foto: EFE
La respuesta policial no se hizo esperar: cerca de 86 personas fueron detenidas esa noche, 34 de ellas por desorden público, de acuerdo con informes oficiales. Durante la segunda jornada de protestas, que tuvo lugar frente a las cortes de inmigración federales, se registraron otros dos arrestos y ocho citaciones.
“Soy la voz de familiares que tienen miedo y no pueden llamar la atención sobre sí mismos”, declaró Dalia, una enfermera registrada que participó en la protesta. Su testimonio refleja el sentir de una comunidad migrante que teme ser blanco de las operaciones de ICE, incluso cuando se trata de personas sin antecedentes penales.
Kaz Daughtry, vicealcalde de Seguridad Pública, defendió el actuar de los agentes y afirmó que los manifestantes lanzaron piedras, botellas y cubos de basura contra la policía. “No es una protesta pacífica cuando eso ocurre”, declaró ante medios locales.
Autoridades defienden los operativos ante disturbios en protestas por redadas
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, pidió a los manifestantes mantener la calma y protestar sin recurrir a la violencia. “Respetamos el derecho de todos a expresarse, pero no toleraremos actos que pongan en peligro a otras personas ni a la propiedad pública”, dijo.
Oficiales se llevan a una mujer detenida. Foto: EFE
Jessica Tisch, comisionada del NYPD, afirmó que, aunque la mayoría de los asistentes fueron pacíficos, un grupo reducido de manifestantes buscó provocar enfrentamientos. “Estamos comprometidos a proteger la seguridad de todos los neoyorquinos, sin importar su postura política o migratoria”, expresó.
Mientras tanto, la congresista demócrata Nydia Velázquez anunció un proyecto de ley para prohibir que agentes de ICE se identifiquen como “policías”, una táctica criticada por activistas por causar confusión y miedo entre las comunidades inmigrantes.
La tensión ha crecido también en otras ciudades como Los Ángeles, donde el gobierno federal desplegó 4,000 tropas de la Guardia Nacional y 700 Marines para controlar manifestaciones similares. Aunque en Nueva York no se ha requerido la presencia de fuerzas federales, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, advirtió que el gobierno “no dudará en actuar si es necesario”.
Investigaciones abiertas por incendios y actos vandálicos durante protestas por redadas
Además de los arrestos, las autoridades investigan el incendio de ocho vehículos policiales ocurrido en Brooklyn durante la madrugada del jueves. El Departamento de Bomberos intervino rápidamente para apagar las llamas en un estacionamiento del NYPD en Bushwick. No se reportaron heridos, pero el hecho se investiga como un acto de incendio premeditado.
Las cámaras de vigilancia están siendo analizadas para identificar a los responsables, aunque hasta ahora no hay detenidos por ese suceso. “Es inaceptable que las protestas por redadas se conviertan en excusa para dañar propiedad pública”, declaró un portavoz del Departamento de Policía.
El contexto nacional también influye en la respuesta de los manifestantes. Las recientes declaraciones del presidente Trump, quien aseguró que ajustará su política migratoria para no afectar a sectores como la agricultura y la hotelería, han sido recibidas con escepticismo. “No podemos confiar en promesas sin acciones concretas”, comentó Marisa Rodríguez, organizadora comunitaria en Queens.
En barrios con alta presencia de inmigrantes, como Jackson Heights y Sunset Park, las redadas han generado temor y menor presencia en espacios públicos. Algunas organizaciones civiles han reportado que familias han dejado de enviar a sus hijos a la escuela por temor a que los padres sean detenidos al salir de casa.
Mientras las protestas por redadas continúan, activistas y defensores de derechos humanos exigen un alto a las detenciones indiscriminadas y mayor transparencia en los operativos. “Los inmigrantes no son criminales. Muchos de ellos han contribuido durante años a esta ciudad”, expresó el reverendo Luis Cruz durante una vigilia organizada en el Bronx.
La situación en Nueva York es reflejo de un país dividido entre la aplicación de leyes migratorias más estrictas y la defensa de los derechos humanos de millones de inmigrantes. Aunque las autoridades locales insisten en mantener el orden, las comunidades afectadas exigen ser escuchadas y protegidas.