Georgia: Bebé nace de madre con muerte cerebral
En un caso estremecedor que ha captado la atención nacional, un bebé nació prematuramente de una mujer declarada con muerte cerebral en Georgia. El nacimiento, ocurrido en Atlanta, sucede mientras la familia enfrenta la pérdida de una madre y celebra la llegada de un nuevo miembro.
Un nacimiento en circunstancias extraordinarias
El viernes 13 de junio de 2025, Adriana Smith, de 31 años, «dio a luz» a su hijo Chance mediante una cesárea de emergencia en el Hospital de la Universidad de Emory. El bebé, que nació con solo seis meses de gestación, pesa apenas una libra y 13 onzas y se encuentra en la unidad de cuidados intensivos neonatales. “Se espera que esté bien, pero está luchando”, afirmó April Newkirk, madre de Adriana, en una entrevista televisiva. La familia ha solicitado oraciones por la recuperación del pequeño.
Adriana fue declarada con muerte cerebral en febrero tras sufrir coágulos de sangre en el cerebro, cuando estaba embarazada de ocho semanas. Desde entonces, ha sido mantenida con soporte vital, continuando con el embarazo, como una incubadora humana, hasta que los médicos determinaron que era viable realizar el parto.
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La tragedia que marcó a la familia
La pesadilla comenzó hace cuatro meses, cuando Adriana acudió al Hospital Northside de Atlanta por intensos dolores de cabeza. Tras recibir medicación y ser dada de alta, su condición empeoró rápidamente. Su novio la encontró jadeando por aire la mañana siguiente, lo que llevó a su traslado a Emory, donde los médicos confirmaron el diagnóstico de muerte cerebral. “No debería estar enterrando a mi hija”, expresó Newkirk, quien reveló que Adriana, enfermera en Emory, será desconectada del soporte vital el martes 17 de junio.
Adriana, madre de un niño de 7 años, celebró su 31 cumpleaños el domingo pasado, rodeada de familiares y activistas que rindieron homenaje a su vida. La familia ha enfrentado momentos de profundo dolor, agravados por la complejidad legal que rodeó el caso.
Controversia legal en torno al soporte vital
Inicialmente, la familia afirmó que los médicos de Emory se negaron a retirar el soporte vital debido a la ley de Georgia que prohíbe el aborto después de detectar actividad cardíaca, generalmente a las seis semanas de embarazo. Esta interpretación generó confusión y críticas, ya que la situación de Adriana no implicaba un aborto. El fiscal general de Georgia, Chris Carr, aclaró que la ley no obliga a mantener a una persona con muerte cerebral en soporte vital, señalando que “retirar el soporte no tiene como propósito terminar un embarazo”.
La declaración de Carr buscó disipar las preocupaciones sobre la aplicación de la ley en casos médicos extremos, pero la familia expresó frustración por la falta de claridad inicial. No está claro por qué Emory decidió mantener a Adriana con soporte vital hasta el nacimiento, y el hospital no ha emitido comentarios públicos al respecto.
Un legado de amor y lucha
Adriana Smith era conocida por su dedicación como enfermera y su amor por su familia, especialmente por su hijo mayor. Su historia ha resonado en Georgia, donde activistas y grupos comunitarios se han unido para apoyar a la familia. Durante la celebración de su cumpleaños, varios colectivos destacaron su legado y abogaron por reformas en las leyes que regulan casos médicos similares.
El nacimiento de Chance, descrito como un “milagro” por su abuela, ofrece un rayo de esperanza en medio de la tragedia. Mientras el bebé lucha por sobrevivir en la unidad neonatal, la familia se prepara para despedirse de Adriana, cuya vida tocó a muchos en su comunidad. La historia subraya los desafíos éticos y legales que enfrentan los hospitales y las familias en situaciones médicas excepcionales, dejando un impacto duradero en el debate público.