Una crisis de agua potable en California ha encendido las alarmas tras un estudio de la Universidad de Columbia que reveló niveles elevados de arsénico en el agua de varias regiones del estado, según un informe publicado el 2 de julio de 2025.
Aunque los niveles están dentro del límite federal de 10 microgramos por litro establecido por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), los investigadores encontraron que incluso concentraciones menores pueden estar asociadas con riesgos para la salud, como nacimientos prematuros y bajos pesos al nacer. En X, los californianos han expresado su preocupación, con mensajes como “¿Cómo es posible que nuestro agua no sea segura?”. Aquí te contamos qué está pasando con esta crisis y cómo las autoridades están respondiendo.
Un problema de salud pública
El estudio de Columbia analizó sistemas públicos de agua en California y encontró niveles de arsénico superiores a 5 microgramos por litro en regiones como Sacramento y Merced, lo que representa un riesgo para la población, especialmente para mujeres embarazadas. Aunque la EPA considera seguro el límite de 10 microgramos, los nuevos hallazgos sugieren que incluso niveles más bajos pueden afectar el desarrollo fetal, aumentando las probabilidades de partos prematuros y bebés con tamaño inferior al esperado. La State Water Resources Control Board de California reconoció la necesidad de revisar estos estándares, afirmando que el estado ya trabaja en regulaciones más estrictas para proteger la salud pública, especialmente la de los bebés.
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En Sacramento, el Department of Utilities reportó que los niveles promedio de arsénico en su sistema de agua potable son de 2.3 microgramos por litro, cumpliendo con las normativas estatales y federales. Sin embargo, en zonas como East Walnut Grove, los niveles alcanzaron hasta 11 microgramos por litro, superando el límite de la EPA. En Merced, las autoridades locales aseguraron que el agua se somete a pruebas rigurosas, con más de 250 contaminantes monitoreados anualmente, y los niveles de arsénico están dentro de los estándares. En X, un usuario escribió: “Necesitamos agua limpia, no excusas”.
¿Por qué hay arsénico?
El arsénico es un elemento natural presente en el suelo, sedimentos y aguas subterráneas, pero su presencia en el agua potable de California se debe a factores geológicos y actividades humanas. En el Valle Central, el arsénico proviene de minerales en las estribaciones de la Sierra Nevada, que se disuelven en el agua subterránea tras procesos de erosión.
En Los Ángeles, las aguas termales en Owens Valley también contribuyen a niveles elevados, según la Universidad de California, Merced. Además, prácticas agrícolas y de irrigación han exacerbado el problema al liberar arsénico atrapado en sedimentos. Aunque los sistemas públicos de agua tratan el suministro, pequeñas cantidades de arsénico persisten, lo que preocupa a los expertos.
Las comunidades que dependen de pozos privados enfrentan un riesgo aún mayor, ya que estos no están sujetos a la misma regulación que los sistemas públicos. La profesora Bethany O’Shea, de la Universidad de San Diego, señaló que los pozos privados en áreas rurales pueden tener niveles de arsénico similares a los encontrados en estados como Maine y New Hampshire, donde se han reportado riesgos similares para la salud. En X, los residentes de áreas rurales han compartido su inquietud, con mensajes como “¿Quién protege a los que usamos pozos?”.
¿Qué se está haciendo?
Las autoridades de California están tomando medidas para abordar esta crisis de agua potable. La State Water Resources Control Board ha establecido 25 estándares de contaminantes más estrictos que los federales, incluyendo 14 sin equivalente a nivel nacional, y planea revisar el límite de arsénico para alinearlo con estándares más protectores, como los de New Jersey, que fija el máximo en 5 microgramos por litro. Sin embargo, expertos como Peggy O’Day, de la Universidad de California, Merced, advierten que reducir los límites requiere tiempo y recursos, ya que las pequeñas comunidades rurales podrían enfrentar dificultades financieras para actualizar sus sistemas de tratamiento.
El Sacramento County Water Agency y el Department of Utilities de la ciudad han intensificado el monitoreo, con pruebas regulares para garantizar que el agua cumpla con los estándares. En Merced, las autoridades locales están invirtiendo en tecnología de filtrado para reducir el arsénico, aunque los costos representan un desafío.
El gobernador Gavin Newsom ha priorizado la financiación para mejorar la infraestructura en comunidades desfavorecidas, pero los expertos insisten en que se necesita más apoyo federal para garantizar agua limpia en todo el estado. Mientras tanto, los residentes de California esperan soluciones rápidas para una crisis que afecta su salud y bienestar.