Un ciudadano estadounidense identificado como Charles Robinson fue arrestado luego de fingir una amenaza de bomba en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit, en Michigan. La falsa advertencia obligó a evacuar un vuelo de Spirit Airlines y movilizó a agentes federales del FBI y equipos especializados en explosivos. El incidente ocurrió el miércoles 5 de junio de 2025 y ha generado preocupación entre las autoridades sobre los riesgos que implican estas falsas alarmas.
Una falsa amenaza de bomba obligó a evacuar un vuelo en Detroit
De acuerdo con la Oficina del Fiscal Federal del Distrito Este de Michigan, Charles Robinson, de 23 años y residente de Monroe, Michigan, perdió su vuelo 2145 con destino a Los Ángeles. Frustrado, realizó una llamada a la aerolínea Spirit Airlines alrededor de las 6:25 a.m., donde aseguró que un pasajero a bordo intentaría detonar un artefacto explosivo.
La llamada fue tomada en serio y desató el protocolo de emergencia. El avión, que ya se encontraba en movimiento sobre la pista, fue inmediatamente desviado a una zona remota del aeropuerto. Los pasajeros fueron evacuados sin sus pertenencias personales, mientras unidades caninas y agentes del FBI inspeccionaban la aeronave.
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Un avión de la aerolínea Spirit. Foto: Mauricio Dueñas/EFE
La operación concluyó sin encontrar ningún explosivo. Las autoridades confirmaron que la amenaza de bomba fue infundada. Sin embargo, la interrupción causó un retraso de varias horas para los pasajeros y generó un despliegue de recursos federales de emergencia.
El acusado intentó abordar otro vuelo tras la amenaza de bomba
Según el Departamento de Justicia, Robinson fue arrestado el mismo día cuando regresó al aeropuerto para intentar abordar otro vuelo. Fue acusado formalmente de hacer declaraciones falsas relacionadas con explosivos, un delito federal que conlleva penas severas.
Durante su primera comparecencia ante la corte federal del Distrito Este de Michigan, fue liberado bajo fianza y citado para una nueva audiencia el 27 de junio. Las autoridades no han revelado si el acusado tenía antecedentes penales, ni si existen otros implicados.
En un comunicado oficial, el fiscal Jerome F. Gorgon declaró que actos como este no solo alteran la seguridad de los pasajeros, sino que también representan una grave amenaza a la estabilidad operativa de los aeropuertos del país. “Ningún estadounidense quiere escuchar las palabras ‘bomba’ y ‘avión’ en la misma frase”, remarcó.
Qué consecuencias enfrenta por hacer una amenaza de bomba falsa
El delito por hacer una amenaza de bomba en territorio estadounidense está regulado por leyes federales que contemplan sanciones penales. En este caso, Charles Robinson enfrenta cargos por declaraciones falsas en relación con materiales explosivos. De ser hallado culpable, podría enfrentar hasta cinco años de prisión, multas significativas y antecedentes penales permanentes.
Foto: Fernando Bizerra/EFE
Spirit Airlines, por su parte, confirmó que el vuelo afectado fue sometido a una rigurosa inspección por parte de las autoridades. En un comunicado emitido a través de People, la aerolínea señaló que el vuelo fue detenido “por una posible amenaza de seguridad” y que los pasajeros fueron devueltos a la terminal para ser reexaminados antes de continuar su viaje.
Una pasajera, Joci Moore, declaró a CBS News que los viajeros permanecieron en el avión por más de tres horas antes de ser evacuados. Posteriormente, esperaron otras dos horas en la terminal antes de volver a embarcar. “Fue una experiencia frustrante, pero agradecemos que las autoridades hayan actuado con responsabilidad”, dijo.
El FBI, que asumió la investigación, reiteró su compromiso con la seguridad aérea. Cheyvoryea Gibson, agente especial a cargo en Detroit, afirmó que “cualquier persona que amenace con atacar una aeronave será investigada y llevada ante la justicia”.
La amenaza de bomba provocó caos, pero no hubo heridos
El incidente no dejó heridos ni daños materiales, pero implicó la movilización de personal especializado y causó retrasos operativos en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit. Tras finalizar las inspecciones, las actividades aeroportuarias se reanudaron con normalidad.
A pesar de la gravedad del incidente, las autoridades no han informado sobre cambios inmediatos en los protocolos de seguridad del aeropuerto ni sobre compensaciones para los pasajeros afectados. Spirit Airlines tampoco ha anunciado modificaciones en sus políticas tras lo sucedido.
La investigación sigue en curso y permanece bajo la supervisión del FBI y del Departamento de Justicia. El contenido exacto de la llamada y los elementos probatorios no han sido revelados públicamente hasta el momento.
Este tipo de amenazas, aunque falsas, pueden ser consideradas como actos criminales graves en Estados Unidos. De acuerdo con el Código de los Estados Unidos (U.S. Code), una persona que deliberadamente proporciona información falsa sobre una amenaza de bomba puede ser condenada incluso sin que exista un artefacto real.
Las aerolíneas, por norma, deben seguir protocolos estrictos ante cualquier amenaza, y eso incluye la evacuación inmediata de las aeronaves, inspecciones completas y comunicación con las agencias federales.
El caso de Charles Robinson no es el primero en el país. En los últimos cinco años, varios individuos han sido detenidos por realizar llamadas falsas con amenazas similares. Algunos recibieron condenas de prisión efectiva, mientras otros enfrentaron multas que superaron los $100,000 por los costos que su acción generó.