Nueva Orleans: continúa la cacería tras fuga masiva de presos
Las autoridades de Louisiana continúan la búsqueda de dos reclusos que permanecen prófugos tras una espectacular fuga múltiple desde el Centro de Justicia de Orleans, ocurrida hace más de una semana. El lunes, tres reos más fueron recapturados en operativos realizados en diferentes estados, elevando a siete el número total de fugitivos reaprehendidos. Aún faltan por capturar a Derrick Groves y Antoine Massey, considerados peligrosos y armados.
Capturas en Baton Rouge y Texas: continúa el cerco interestatal
El recluso Lenton Vanburen fue arrestado en Baton Rouge, a unos 115 kilómetros de Nueva Orleans, según confirmó la fiscal general de Louisiana, Liz Murrill. Vanburen estaba en prisión por violar su libertad condicional y por cargos relacionados con armas. Ahora enfrenta nuevos cargos por su participación en la fuga.
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Los otros dos recapturados, Leo Tate y Jermaine Donald, fueron detenidos en Texas por el Departamento de Seguridad Pública de ese estado. Las autoridades no han divulgado más detalles sobre las circunstancias de sus arrestos.
Además de estos tres, otros cuatro reos ya habían sido recapturados: Kendell Myles, Robert Moody, Dkenan Dennis y Gary Price. Corey Boyd también había sido localizado días antes. Con estos arrestos, solo quedan dos reclusos fugados.
Una fuga con planificación precisa y complicidades internas
La fuga ha revelado ser producto de una planificación meticulosa. De acuerdo con una fuente cercana a la investigación, los presos utilizaron una herramienta eléctrica con múltiples cuchillas para cortar a través de las paredes de concreto del centro penitenciario. La infraestructura del penal, ya bajo escrutinio por fallas anteriores, también jugó un papel importante: cerraduras defectuosas, mantas utilizadas para ocultar movimientos y hasta un empleado que se ausentó de su puesto por hambre facilitaron el escape.
El exalguacil de Orleans, Marlin Gusman, expresó su sorpresa por la fuga, destacando la dificultad de atravesar muros de más de 13 centímetros de grosor reforzados con acero. “Especialmente en medio de la noche, alguien debió haber notado que se abría una puerta”, declaró.
Auditoría estatal y presión sobre la oficina del sheriff
En respuesta al escándalo, el Departamento de Seguridad Pública y Correccionales de Louisiana ha enviado un equipo de al menos diez auditores al Centro de Justicia de Orleans para investigar los fallos de seguridad. Paralelamente, la fiscal general Liz Murrill ordenó un procesamiento forense de la escena, incluyendo un análisis de ADN y huellas dactilares del personal, pese a que la oficina del sheriff no solicitó esta intervención.
El fiscal de distrito de Orleans, Jason Williams, ha exigido la preservación inmediata de todos los registros relacionados con la fuga, desde videos de vigilancia hasta correos internos entre empleados del penal. En una carta oficial, pidió que la oficina del sheriff coopere plenamente en la investigación forense.
Arrestan a trabajador del penal; más cómplices bajo la lupa
Uno de los arrestados es Sterling Williams, un trabajador de mantenimiento de la cárcel acusado de ayudar “voluntaria y maliciosamente” en la fuga. Enfrenta un cargo por mala conducta oficial y diez cargos como cómplice de fuga. Su abogado, Michael Kennedy, sostiene que Williams solo cerró el agua de un inodoro desbordado y asegura que su cliente es inocente.
En total, siete personas han sido detenidas por su presunta colaboración en el escape. Entre ellas figura otro reo ya bajo custodia, Trevon Williams, acusado de complicidad simple. Las autoridades también están revisando llamadas telefónicas previas realizadas desde la cárcel, y no descartan que más empleados o internos enfrenten cargos.
La fuga ha generado gran preocupación en la comunidad y ha reavivado críticas al sistema carcelario de Nueva Orleans, que ya enfrentaba cuestionamientos por falta de recursos, condiciones deficientes y fallos estructurales. Mientras continúa la búsqueda de los dos fugitivos restantes, crece la presión sobre las autoridades locales para esclarecer cómo pudo ocurrir una evasión tan elaborada sin ser detectada a tiempo.