En una serie de operativos realizados entre el 6 y el 12 de abril de 2025, la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) arrestó a más de 200 migrantes indocumentados en Nueva York. Estas acciones, enfocadas en personas con antecedentes penales graves, han generado un intenso debate en una ciudad conocida por sus políticas de santuario. Según un comunicado oficial de ICE, los operativos se llevaron a cabo en varios condados de la región, incluyendo los cinco distritos de la ciudad, así como Nassau, Suffolk, Dutchess, Ulster y Westchester.
Las detenciones forman parte de una estrategia más amplia del gobierno federal para priorizar la captura de individuos que representen una amenaza para la seguridad pública. Entre los arrestados, ICE destacó la presencia de personas vinculadas a delitos como homicidio, abuso sexual, narcotráfico y pertenencia a pandillas transnacionales, incluyendo a miembros del Tren de Aragua y MS-13. Sin embargo, las operaciones también han levantado preocupaciones entre defensores de los derechos de los migrantes, quienes temen que estas acciones afecten a comunidades enteras, más allá de los objetivos criminales declarados.
Operativos de ICE en Nueva York: Enfoque en criminales
De acuerdo con el comunicado de ICE, la mayoría de los 206 migrantes indocumentados detenidos tenían antecedentes penales serios o enfrentaban cargos pendientes. Entre los casos destacados, se encuentra el arresto de un ciudadano extranjero acusado de homicidio y otro con cargos por abuso sexual infantil. Además, las autoridades señalaron que al menos 121 de los detenidos enfrentan acusaciones relacionadas con delitos graves, lo que refuerza el enfoque en la seguridad pública. Los operativos contaron con la participación de otras agencias federales, como el FBI y la ATF, lo que permitió una mayor coordinación para localizar a los objetivos.
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El director interino de ICE, Tony H. Pham, afirmó: “Nuestros oficiales están comprometidos con proteger a las comunidades al retirar a criminales peligrosos de las calles, independientemente de las políticas de cooperación local”. Esta declaración hace referencia a las tensiones entre ICE y las autoridades de Nueva York, donde las leyes de ciudad santuario limitan la colaboración con las agencias de inmigración, excepto en casos de deportaciones por delitos penales.
A pesar del enfoque en criminales, algunos arrestos han sido calificados como “colaterales” por defensores de migrantes. Esto significa que personas sin antecedentes penales, pero sin estatus migratorio legal, fueron detenidas durante los operativos. Estas detenciones han generado críticas de organizaciones locales, que argumentan que las acciones de ICE podrían sembrar miedo en comunidades inmigrantes y disuadir a las personas de buscar servicios esenciales, como atención médica o educación.
Impacto de los operativos en Nueva York
Los operativos de ICE en Nueva York han tenido un impacto significativo en las comunidades inmigrantes. En vecindarios con alta población migrante, como el Bronx, Queens y Washington Heights, se reporta un aumento en la sensación de inseguridad. Algunos residentes han optado por evitar actividades cotidianas, como ir al trabajo o llevar a sus hijos a la escuela, por temor a ser detenidos. Esta situación ha sido particularmente alarmante en una ciudad que históricamente ha defendido los derechos de los inmigrantes y que cuenta con una población estimada de 14 millones de indocumentados a nivel nacional, según expertos demográficos.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha reiterado su compromiso con las leyes de ciudad santuario, asegurando que las agencias municipales no cooperarán con ICE, salvo en casos de deportaciones por delitos penales. En una declaración reciente, Adams señaló: “Respetamos las leyes que juramos cumplir, pero también protegemos a todos los neoyorquinos, independientemente de su estatus migratorio”. Sin embargo, algunos críticos han expresado preocupación por la disposición de Adams de coordinar con autoridades federales en operaciones específicas, como las dirigidas a criminales violentos.
Por otro lado, figuras como el concejal demócrata Robert Holden han apoyado las detenciones selectivas, argumentando que nadie se opone a la deportación de criminales peligrosos. “No se trata de deportar a todos los que están aquí ilegalmente, sino de enfocarse en aquellos que representan un riesgo real”, afirmó Holden en una entrevista.
Contexto nacional y futuro de los operativos en Nueva York
Los operativos en Nueva York se enmarcan en una política migratoria más estricta impulsada por la administración del presidente Donald Trump, quien asumió su segundo mandato en enero de 2025. Desde entonces, ICE ha intensificado sus acciones en ciudades santuario, reportando más de 8,000 arrestos a nivel nacional en las primeras semanas del año. Estas cifras superan el promedio diario de detenciones bajo la administración anterior, que rondaba los 310 arrestos por día en el año fiscal 2024.
El “zar de la frontera”, Tom Homan, ha sido una figura clave en esta estrategia, prometiendo un incremento en las operaciones de ICE. Homan ha defendido las detenciones colaterales, argumentando que, en ausencia de cooperación con las autoridades locales, los agentes deben realizar arrestos en vecindarios, lo que aumenta la probabilidad de capturar a personas sin antecedentes penales. “Queremos arrestar a tantos criminales como sea posible, pero en ciudades santuario, tenemos que ir a buscarlos donde estén”, señaló Homan.
A nivel logístico, ICE enfrenta desafíos significativos. La agencia cuenta con un presupuesto de 9,100 millones de dólares y está financiada para mantener unas 41,500 camas de detención, pero actualmente opera al 108% de su capacidad, con cerca de 42,000 personas detenidas. Esta situación ha llevado a la liberación de algunos migrantes por falta de espacio, según confirmó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
En respuesta, el gobierno federal ha propuesto medidas como la expansión de centros de detención, incluyendo el uso de la base militar de Guantánamo para alojar a migrantes considerados de “alta amenaza”. Además, se están evaluando acuerdos con países como El Salvador para enviar a migrantes de otras nacionalidades, una estrategia que busca aliviar la presión sobre los centros de detención en Estados Unidos.
En Nueva York, las organizaciones de defensa de los inmigrantes han intensificado sus esfuerzos para contrarrestar los efectos de los operativos. Grupos como la Coalición de Inmigración de Nueva York han organizado caminatas de unidad y capacitaciones para informar a los migrantes sobre sus derechos. “Estamos viendo un aumento en el miedo, pero también en la solidaridad. Las comunidades están unidas para protegerse mutuamente”, afirmó un representante de la coalición.
A medida que los operativos de ICE en Nueva York continúan, la ciudad enfrenta el desafío de equilibrar la seguridad pública con la protección de sus residentes indocumentados. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si estas operaciones se intensifican o si las políticas locales logran mitigar su impacto en las comunidades más vulnerables.