Ola de calor extremo prende alarmas en EE.UU.: Estos estados enfrentan el mayor riesgo
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) ha emitido advertencias por una ola de calor sin precedentes que afecta a diversas regiones de Estados Unidos. Las altas temperaturas impactan especialmente al sur del país, con Texas enfrentando condiciones más propias del verano que de la primavera.
Según el NWS, se espera que las temperaturas en ciudades como Austin y San Antonio superen los 43°C (110°F) durante esta semana, estableciendo nuevos récords para el mes de mayo. En Laredo, las previsiones indican que los termómetros podrían alcanzar los 44°C (111°F), niveles comparables o incluso superiores a los del desierto del Sahara .
Impacto en la red eléctrica de Texas
La ola de calor también pone a prueba la infraestructura energética del estado. El Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT) anticipa que la demanda de electricidad podría superar los 84 gigavatios, acercándose al récord histórico de 85,559 megavatios establecido en agosto de 2024. Aunque no se han emitido alertas de emergencia, las autoridades monitorean de cerca la situación, especialmente durante las horas de la tarde, cuando la generación solar disminuye.
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Recomendaciones para la población
Ante estas condiciones extremas, el NWS recomienda a la población tomar precauciones para evitar golpes de calor y otros problemas de salud. Se aconseja:
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Evitar la exposición directa al sol entre las 11 a.m. y las 4 p.m.
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Mantenerse hidratado, incluso sin sentir sed.
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Evitar actividades físicas intensas al aire libre durante las horas más calurosas.
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Prestar especial atención a niños, ancianos y personas con condiciones de salud preexistentes.
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Además, se insta a la población a seguir las actualizaciones meteorológicas locales y las alertas de las autoridades.
Perspectivas climáticas
La ola de calor actual es atribuida a un sistema de alta presión que se desplaza desde el norte de México hacia el sur de Estados Unidos, provocando un aumento rápido de las temperaturas. Este fenómeno, combinado con patrones climáticos más amplios, sugiere que eventos similares podrían volverse más frecuentes en el futuro.