La presión sobre Harvard se intensifica tras una carta enviada el viernes 17 de abril por el Departamento de Educación de Estados Unidos, que exige a la universidad revelar nombres de donantes extranjeros, registros de comunicaciones desde 2020 y detalles de estudiantes internacionales expulsados desde 2016, según la Oficina de Comunicaciones del Departamento de Educación.
La medida, parte de una campaña del gobierno de Donald Trump, acusa a Harvard de no reportar adecuadamente grandes donaciones extranjeras bajo la Sección 117 de la Ley de Educación Superior. Esta solicitud se suma a la congelación de 2.2 mil millones de dólares en fondos federales anunciada el 14 de abril, tras la negativa de Harvard a cumplir demandas sobre políticas de admisión y diversidad. El enfrentamiento, que incluye amenazas de revocar el estatus de exención fiscal, marca un punto crítico en las tensiones entre la administración y la universidad.
Demandas del gobierno
El Departamento de Educación pidió a Harvard entregar una lista completa de obsequios, subvenciones y contratos extranjeros recibidos desde 2020, junto con registros de comunicaciones con donantes foráneos, según la Oficina de Comunicaciones del Departamento de Educación. La solicitud también abarca información sobre estudiantes internacionales expulsados o con credenciales canceladas desde 2016, lo que podría limitar la capacidad de Harvard para inscribir alumnos extranjeros.
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Estas demandas se basan en la Sección 117, que obliga a las universidades a reportar donaciones extranjeras superiores a 250,000 dólares. Harvard, que recibió 151 millones de dólares de gobiernos extranjeros entre 2020 y 2024, incluyendo 100 millones de países como Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Arabia Saudita, afirmó cumplir con estas regulaciones, según un portavoz de la universidad.
El gobierno también ha solicitado registros de Harvard sobre su respuesta a protestas estudiantiles, especialmente aquellas relacionadas con el conflicto Israel-Gaza, y detalles sobre programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). La Oficina del Tesoro de EE. UU. ha instado al Servicio de Impuestos Internos (IRS) a revisar el estatus de exención fiscal de Harvard, argumentando que la universidad no actúa en el interés público, según un comunicado oficial. Harvard, en respuesta, calificó las demandas como un intento de regular las condiciones intelectuales de la institución, según el presidente Alan Garber.
Harvard: Contexto de la controversia
Los problemas sobre Harvard comenzaron a escalar en marzo de 2025, cuando el gobierno anunció una revisión de 9 mil millones de dólares en fondos federales, alegando preocupaciones sobre antisemitismo y programas DEI en el campus.
El 3 de abril, el gobierno envió una lista de demandas que incluían cambios en la admisión de estudiantes internacionales, la eliminación de programas DEI y mayor cooperación con el Departamento de Seguridad Nacional para deportaciones, según la Oficina de Comunicaciones del Departamento de Educación. Harvard rechazó estas condiciones el 14 de abril, argumentando que violan su autonomía y derechos constitucionales, lo que llevó a la congelación de 2.2 mil millones de dólares en fondos para investigación, incluyendo proyectos sobre cáncer y diabetes.
Harvard, con un fondo patrimonial de 53.2 mil millones de dólares, es la universidad más rica de EE. UU., pero el 70% de su ‘endowment’, dotación, está restringido a fines específicos, como becas y cátedras, según la Asociación Nacional de Oficiales de Negocios de Universidades. La congelación afecta al 46% del presupuesto de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan, que depende de fondos federales para investigación médica, según la propia institución. La Oficina de Comunicaciones de Harvard reportó despidos iniciales en esta escuela y alertas en la Escuela de Medicina por posibles recortes.
Reacciones y consecuencias
La decisión de Harvard de resistir ha generado apoyo entre estudiantes, profesores y líderes de otras universidades. La Asociación de Estudiantes de Harvard organizó una manifestación el 12 de abril en Cambridge Common, exigiendo que la universidad mantenga su independencia, según la Oficina de Turismo de Cambridge.
En X, la Asociación de Exalumnos de Harvard destacó un aumento en donaciones tras el anuncio, con 4,000 contribuciones por 1.14 millones de dólares entre el lunes y el miércoles. Barack Obama y la gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, elogiaron la postura de Harvard, calificando las demandas del gobierno como un ataque a la libertad académica, según sus publicaciones en X.
El enfrentamiento tiene implicaciones más amplias. La Oficina de Comunicaciones del Departamento de Educación señaló que otras universidades, como Columbia y Penn, han enfrentado sanciones similares, con 400 millones y 175 millones de dólares congelados, respectivamente. Mientras Harvard apela la congelación de fondos y enfrenta la investigación del IRS, la comunidad académica observa de cerca este precedente, que podría afectar la financiación de la educación superior en EE. UU.