Los beneficiarios de DACA en Connecticut están enfrentando serios problemas para obtener el Real ID, una identificación que se ha vuelto esencial desde el 7 de mayo de 2025 para actividades como volar dentro de Estados Unidos o acceder a ciertas instalaciones federales. A pesar de que muchos cuentan con los documentos necesarios, el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) de Connecticut ha denegado este tipo de identificación a los recipientes de DACA, argumentando que no cumplen con los requisitos de residencia permanente o ciudadanía. Esta situación ha generado frustración y preocupación entre la comunidad inmigrante del estado.
El problema salió a la luz tras varios reportes de beneficiarios de DACA que acudieron al DMV en ciudades como Wethersfield y West Haven, solo para ser informados de que no son elegibles para el Real ID. Por ejemplo, Sonia Castelan, residente de West Haven, compartió que su novio, un beneficiario de DACA, fue rechazado a pesar de presentar toda la documentación requerida. Este escenario no solo afecta a los recipientes de DACA, sino también a otros grupos de inmigrantes, como refugiados, quienes también han enfrentado barreras similares desde que entró en vigor la nueva normativa federal.
Barreras legales y burocráticas
La raíz del problema para los beneficiarios de DACA en Connecticut radica en la interpretación estricta que el estado ha dado a la Ley Real ID, promulgada a nivel federal. Aunque la normativa permite a ciertos inmigrantes con estatus legal temporal obtener esta identificación, Connecticut ha establecido requisitos más rigurosos, excluyendo a quienes no son ciudadanos o residentes permanentes. Esto ha generado críticas hacia las políticas del estado, que muchos consideran más restrictivas de lo necesario, especialmente porque otras regiones de Estados Unidos sí permiten a los beneficiarios de DACA acceder al Real ID.
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El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha señalado que los beneficiarios de DACA son elegibles para el Real ID a nivel federal, siempre que presenten un permiso de trabajo válido y otros documentos que demuestren su estatus legal temporal. Sin embargo, las leyes estatales tienen la última palabra sobre la emisión de licencias e identificaciones, lo que ha llevado a esta disparidad en Connecticut. Las autoridades del DMV han defendido su postura, indicando que están siguiendo las directrices estatales para garantizar la seguridad y el cumplimiento de la ley, pero esto no ha aliviado las preocupaciones de la comunidad inmigrante.
Real ID: Impacto en la vida diaria
La imposibilidad de obtener el Real ID está afectando profundamente la vida diaria de los beneficiarios de DACA en Connecticut. Desde el 7 de mayo, cualquier persona que desee abordar un vuelo doméstico o acceder a instalaciones federales debe presentar una identificación que cumpla con los estándares del Real ID, identificada con una estrella en la esquina superior derecha. Para quienes no tienen esta identificación, las alternativas son limitadas, como usar un pasaporte, lo cual no es una opción viable para muchos inmigrantes que no cuentan con este documento o que enfrentan restricciones para obtenerlo.
La situación ha generado un impacto emocional y práctico en la comunidad. Muchos beneficiarios de DACA dependen de la capacidad de viajar dentro del país para trabajar, estudiar o visitar a sus familias, y ahora enfrentan obstáculos adicionales que agravan su incertidumbre legal. Además, la falta de claridad sobre cómo resolver este problema ha llevado a organizaciones de defensa de inmigrantes a exigir cambios en las políticas del estado, argumentando que estas restricciones son discriminatorias y desproporcionadas. Mientras tanto, el debate sobre los derechos de los inmigrantes en Connecticut sigue creciendo, en un contexto donde la comunidad busca soluciones que les permitan vivir con dignidad.