¿Qué es el Proyecto Esther y por qué preocupa a los propalestinos en EE.UU.?
El Proyecto Esther, un plan de 31 páginas impulsado por The Heritage Foundation, busca combatir el antisemitismo en Estados Unidos, pero su enfoque en desmantelar el activismo pro-palestino ha generado alarma entre defensores de los derechos palestinos. Publicado en octubre de 2024, el documento acusa a grupos pro-palestinos de formar una «red de apoyo a Hamás», proponiendo medidas que coinciden con acciones del gobierno del presidente Donald Trump, como la deportación de estudiantes extranjeros y recortes de fondos a universidades. Estas políticas afectan a la comunidad latina, que representa el 18% de los estudiantes universitarios según el Censo 2024, y han desatado un debate sobre la libertad de expresión.
Orígenes y objetivos del Proyecto Esther
El Proyecto Esther, nombrado por la figura bíblica que salvó a los judíos de la persecución, fue redactado por Victoria Coates, Robert Greenway y Daniel Flesch, vinculados a The Heritage Foundation. El documento, lanzado tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, busca «erradicar la propaganda pro-palestina» en un plazo de 12 a 24 meses. Califica al activismo pro-palestino como una amenaza al capitalismo, la democracia y los valores estadounidenses, acusando a organizaciones como National Students for Justice in Palestine y Jewish Voice for Peace de respaldar el terrorismo. La comunidad latina, con fuerte presencia en campus como UCLA, teme ser blanco colateral de estas medidas.
Medidas propuestas y aplicadas
El plan aboga por revocar visas de estudiantes extranjeros, despedir profesores que apoyen causas pro-palestinas y retirar fondos federales a universidades como Columbia y Harvard, acusadas de tolerar el antisemitismo. Desde enero de 2025, el gobierno de Trump ha revocado más de 1,100 visas de estudiantes, según el Departamento de Estado, y congeló $400 millones en fondos a Columbia. La secretaria de Educación, Linda McMahon, criticó a estas instituciones por no proteger a estudiantes judíos, mientras la secretaria de Seguridad, Kristi Noem, acusó a Harvard de vínculos con el Partido Comunista Chino. Estas acciones han afectado a estudiantes latinos, que constituyen el 20% de los matriculados en Columbia, según datos universitarios.
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Impacto en el activismo universitario
Universidades como Harvard y Columbia han enfrentado sanciones. En abril de 2024, Harvard suspendió al Palestine Solidarity Committee, y Columbia vetó a Students for Justice in Palestine por protestas no autorizadas. El caso de Mahmoud Khalil, un estudiante sirio detenido tres meses por liderar protestas en Nueva York, ejemplifica la represión. Liberado en junio de 2025 tras una orden judicial, su caso movilizó a 3,000 activistas en la Conferencia de los Pueblos por Palestina en Detroit, según organizadores. La comunidad latina, que participa en un 15% de estas protestas según Pew Research, denuncia una violación de la Primera Enmienda.
Críticas y preocupaciones
Organizaciones como Jewish Voice for Peace rechazan las acusaciones de apoyo a Hamás como “infundadas”. Beth Miller, líder del grupo, las calificó de “ficción” para silenciar el activismo pacífico. Cinco senadores judíos enviaron una carta a Trump en mayo de 2025, condenando el “ataque a las universidades” como un pretexto para limitar la libertad de expresión. El 64% de los judíos estadounidenses desaprueba las tácticas de Trump contra el antisemitismo, según el Jewish Voters Resource Center. La comunidad latina, que aporta $2.8 billones al PIB según Nielsen, teme que las políticas migratorias de Trump, con 1.5 millones de deportaciones anuales según el DHS, afecten a estudiantes activistas.
Contexto de violencia y percepción pública
El Proyecto Esther cita incidentes como el asesinato de dos empleados israelíes en Washington y un ataque en Boulder, Colorado, que hirió a 12 personas en 2024, para justificar su cruzada. Sin embargo, no aborda el antisemitismo de extrema derecha, según The Forward. La percepción negativa de Israel creció del 42% al 53% entre 2022 y 2025, según Pew Research, impulsada por la guerra en Gaza, donde murieron 50,000 palestinos, según Human Rights Watch. La comunidad latina, con un 30% apoyando causas pro-palestinas según Gallup, se solidariza con las víctimas.
Futuro del activismo pro-palestino
La segunda Conferencia de los Pueblos por Palestina, programada para julio de 2025 en Detroit, espera reunir a 3,500 activistas para contrarrestar la represión, según el Movimiento Juvenil Palestino. Mientras, el gobierno de Trump planea supervisores externos en departamentos universitarios de estudios de Oriente Medio, según la Casa Blanca. Una cumbre el 15 de julio en Washington, con México como observador, discutirá el impacto global de estas políticas. La comunidad latina, con un 25% de estudiantes en universidades afectadas, exige proteger la libertad de expresión frente a estas medidas.