Robo de película: Detienen a banda por robo de joyas de $100M
Siete hombres enfrentan cargos federales por el robo de 100 millones de dólares en joyas de un camión de Brinks en julio de 2022, un atraco sin violencia ni testigos que la fiscalía califica como el mayor en la historia de EE.UU. Ejecutado con precisión quirúrgica, el golpe en California expone la sofisticación de una banda que también atacó cargamentos de tecnología, dejando a las autoridades en una cacería de casi tres años.
Atraco histórico en California
El robo ocurrió en Lebec, California, tras seguir un camión blindado de Brinks por 300 millas desde una feria de joyería en San Mateo. En la madrugada del 11 de julio de 2022, los ladrones aprovecharon que el conductor y el guardia estaban en una estación Flying J para forzar el compartimento de carga y extraer 24 bolsas con relojes Rolex, esmeraldas, diamantes y una rara piedra de jade lavanda. “Fue una operación profesional, sin un solo disparo”, dijo la fiscal Jena MacCabe.
Modus operandi sofisticado
La banda, que vigiló el camión desde el 10 de julio, actuó con precisión: mientras algunos hacían de vigías, otros abrieron el vehículo en minutos. Tras el robo, desactivaron sus teléfonos y evitaron rastros digitales, desapareciendo durante meses. El FBI recuperó menos de la mitad del botín en allanamientos el 16 de junio, con joyas valuadas en 45 millones de dólares aún desaparecidas. “No hay evidencia de gastos lujosos”, afirmó MacCabe, sugiriendo que el botín podría estar oculto.
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Otros robos vinculados
El grupo no se limitó a las joyas. El 2 de marzo de 2022, robaron 240,000 dólares en productos Samsung en Ontario, California, distrayendo al conductor en una tienda. El 11 de marzo, sustrajeron 57,000 dólares en Apple AirTags en Fontana, usando un cuchillo para intimidar sin causar daño. El 25 de mayo, se llevaron 14,000 dólares en equipos Samsung con una barreta. Estos golpes, que suman 311,000 dólares, muestran un patrón de ataques a cargamentos interestatales, según el Departamento de Justicia.
Investigación implacable
La ausencia de testigos complicó el caso, pero el FBI usó grabaciones de la estación Flying J, análisis de vehículos y registros telefónicos para identificar a los sospechosos. “La diligencia de los investigadores fue clave”, explicó MacCabe. Los acusados, identificados como Carlos Víctor Mestanza (31), Jazael Padilla (36), Pablo Raúl Lugo (41), Víctor Hugo Valencia (60), Jorge Enrique Albán (33), Jeson Nelon Presilla (42) y Eduardo Macias (36), enfrentan cargos por conspiración y robo interestatal, con penas de hasta 20 años para cinco de ellos.
Perfil de los acusados
Los siete hombres, con residencias en California y uno preso en Arizona, tienen estatus migratorios variados, aunque las autoridades no detallaron cuáles son indocumentados. Cinco enfrentan cargos adicionales por interferir con el comercio mediante robo, un delito federal que refleja la escala de sus operaciones. El grupo, descrito como “altamente organizado”, planeó cada atraco con meses de vigilancia, según el expediente judicial, que detalla 14 meses de seguimiento a camiones de alta gama en 2022.
Impacto y repercusiones
El robo, que afectó una industria joyera valuada en 7,000 millones de dólares anuales en California, ha generado demandas de mayor seguridad en el transporte de mercancías. Brinks, que mueve 50,000 millones de dólares en bienes al año, enfrenta críticas por vulnerabilidades en sus protocolos. Mientras, la administración del presidente Donald Trump, que ha priorizado la seguridad interna, no ha comentado sobre el caso. Las comunidades latinas en Los Ángeles, donde viven cuatro de los acusados, han expresado preocupación por posibles estigmatizaciones. El juicio, programado para agosto, será seguido de cerca, con el FBI aún tras el rastro del botín restante.