A partir de 2025, la Seguridad Social de Estados Unidos implementará un cambio importante que afectará a millones de trabajadores: la Edad de Jubilación Plena (FRA) para aquellos nacidos en 1960 o después será oficialmente 67 años. Este ajuste, anunciado por la Administración del Seguro Social (SSA), es parte de una estrategia iniciada en 1983 para garantizar la sostenibilidad del sistema ante el aumento de la longevidad de la población y la presión financiera sobre el fondo de pensiones. Si estás planeando tu retiro, este cambio podría impactar tus finanzas y decisiones futuras. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta nueva regla, cómo afecta tus beneficios y qué opciones tienes para maximizar tu jubilación.
La Administración del Seguridad Social es un pilar fundamental para los jubilados estadounidenses, pero el envejecimiento de la población ha puesto a prueba su estabilidad. Según la SSA, los estadounidenses viven más tiempo y, en promedio, reciben beneficios durante 20 años o más tras jubilarse. Este cambio en la FRA busca equilibrar el sistema, asegurando que los pagos sean sostenibles para las generaciones futuras. Para quienes nacieron en 1959, la FRA en 2025 será de 66 años y 10 meses, pero para los nacidos en 1960 o después, esperar hasta los 67 será necesario para recibir el 100% de los beneficios. Aunque jubilarse antes es posible, hacerlo implicará recortes significativos en los pagos mensuales.
Aumento de la edad de jubilación
El ajuste en la edad de jubilación plena no es una sorpresa. Desde las Enmiendas a la Seguridad Social de 1983, la FRA ha aumentado gradualmente desde los 65 años para adaptarse a la realidad demográfica. “Sin estos cambios, el sistema enfrentaría una presión financiera que pondría en riesgo los pagos futuros”, explicó la SSA en un comunicado emitido el 9 de junio de 2025. La agencia destacó que la longevidad promedio en Estados Unidos ha pasado de 71 años en 1980 a 79 años en 2025, según datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud. Esto significa que los jubilados necesitan más años de beneficios, lo que requiere ajustes para evitar déficits.
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Para quienes opten por jubilarse a los 62 años, la edad mínima permitida, los pagos del seguro social se reducirán permanentemente en un 30%. Por ejemplo, una persona con una FRA que garantice 1,000 dólares al mes recibiría solo 700 dólares si se retira a los 62. En cambio, esperar hasta los 70 años puede aumentar los pagos hasta un 32%, ofreciendo 1,240 dólares mensuales en el mismo escenario. Esta diferencia, según la SSA, puede marcar una gran variación en la calidad de vida durante la jubilación, especialmente para quienes dependen en gran medida de estos beneficios.
Opciones para los jubilados
La flexibilidad del sistema permite a los trabajadores elegir cuándo reclamar sus beneficios, pero la SSA advierte que esta decisión debe ser bien pensada. Factores como la salud, los ahorros personales y las necesidades familiares juegan un papel clave. “Los costos médicos, que aumentan antes de que Medicare comience a los 65 años, pueden empujar a algunos a reclamar temprano, mientras que otros prefieren esperar para maximizar sus ingresos”, señaló la agencia. Herramientas como el Estimador de Retiro de la SSA, disponible en el sitio web oficial, permiten a los trabajadores calcular sus beneficios según diferentes edades de retiro.
Demorar la jubilación tiene ventajas significativas. Por cada año que una persona espera después de su FRA, los pagos del seguro social aumentan un 8% hasta los 70 años. Esto puede ser especialmente beneficioso para quienes tienen una expectativa de vida alta o planean trabajar más tiempo. Sin embargo, aquellos con problemas de salud o una esperanza de vida más corta podrían optar por reclamar a los 62 años, aceptando pagos reducidos para cubrir necesidades inmediatas. La SSA recomienda revisar regularmente las declaraciones de Seguridad Social para verificar los ingresos registrados y planificar con precisión.
Impacto en la fuerza laboral
El aumento de la FRA no solo afecta a los futuros jubilados, sino que también podría transformar el mercado laboral. Con la necesidad de trabajar hasta los 67 años para obtener beneficios completos, muchas personas podrían permanecer en sus empleos por más tiempo. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el 23% de los trabajadores mayores de 65 años en 2024 continuaron empleados, una cifra que podría crecer en los próximos años. Esto podría generar mayor competencia por empleos, pero también permitir a los trabajadores acumular más ahorros en cuentas como 401(k) o IRA.
La Seguridad Social también subrayó que las decisiones de jubilación afectan a los cónyuges y dependientes. Por ejemplo, reclamar beneficios temprano puede reducir los pagos para un cónyuge sobreviviente, lo que hace crucial planificar en conjunto. El promedio de pago mensual para quienes alcancen la FRA en 2025 es de aproximadamente 1,000 dólares, aunque este monto varía según los ingresos laborales acumulados durante la carrera. La SSA anima a los trabajadores a buscar asesoramiento financiero para evaluar cómo estas decisiones impactan el hogar a largo plazo.
Los cambios en la Seguridad Social reflejan la necesidad de adaptar el sistema a una población que vive más y enfrenta mayores costos de vida. Mientras los nacidos en 1960 y posteriores ajustan sus planes, la conversación sobre la jubilación en Estados Unidos sigue evolucionando, con un enfoque en la preparación y la sostenibilidad financiera.