La compañía aeroespacial SpaceX enfrenta una nueva ola de críticas por sus operaciones en Boca Chica, Texas. Grupos ecologistas del Valle del Río Grande y comunidades indígenas acusan a la empresa de Elon Musk de contaminar ecosistemas clave, y han presentado una demanda en tribunales estatales contra SpaceX y la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ), por permitir supuestas descargas ilegales de aguas residuales en humedales protegidos.
La denuncia no solo ha movilizado a activistas estadounidenses. Organizaciones mexicanas, como Abogados Ambientalistas de Tamaulipas, se han sumado al reclamo, argumentando que la actividad de la empresa también ha tenido impactos al otro lado de la frontera, en zonas como el delta del río Bravo, la Laguna Madre y las costas del Golfo de México.
Ecologistas de Texas denuncian impactos ambientales por operaciones de SpaceX
La demanda fue interpuesta el 16 de diciembre de 2024 ante el Tribunal de Distrito del Condado de Travis, en Texas. Fue presentada por la Red de Justicia Ambiental del Sur de Texas y la Tribu Carrizo Comecrudo, con representación legal del bufete Perales, Allmon & Ice, PC. Los denunciantes alegan que la TCEQ ha favorecido a SpaceX al permitirle verter aguas contaminadas en los humedales de Boca Chica sin contar con los permisos adecuados que exige la Ley de Agua Limpia.
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Los desechos de un experimento fallido de SpaceX, una de las empresas de Elon Musk, amenazan la vida en el Norte de Tamaulipas. Foto: X/@ElenaBuylla
“Al eludir estos requisitos, la Comisión ha puesto en riesgo el medio ambiente de Boca Chica”, declaró la abogada Lauren Ice, representante legal de los grupos denunciantes.
Boca Chica, ubicada al sureste de Texas y colindante con el norte de Tamaulipas, es un ecosistema frágil. Sus humedales albergan flora y fauna en peligro, y son considerados sagrados por comunidades indígenas. La demanda afirma que se ha permitido a SpaceX operar sin la debida supervisión ambiental, lo que representa un precedente peligroso para otras empresas industriales.
Activistas en México también denuncian a SpaceX por daños transfronterizos
En México, las quejas no se han hecho esperar. Ricardo Cruz Haro, presidente de Abogados Ambientalistas de Tamaulipas, expresó que su organización ha documentado impactos similares en el lado mexicano. Según afirmó, las operaciones de SpaceX han causado contaminación visible en cuerpos hídricos como el delta del río Bravo y la Laguna Madre.
🚨 Space X – Sraship just blew up ‼️
“Failure is how we learn” – Elon Musk pic.twitter.com/W0EEOjpBvW
— Concerned Citizen (@BGatesIsaPyscho) June 19, 2025
“Nuestra intención es establecer contacto con los abogados de Texas para cerrar filas y llevar este reclamo a instancias internacionales como la ONU”, afirmó Cruz Haro.
Los activistas sostienen que los residuos de las pruebas de cohetes, así como los vertidos industriales, se están esparciendo más allá de las instalaciones de lanzamiento, afectando tanto la biodiversidad marina como la salud de las comunidades cercanas a la frontera.
En 2023, SpaceX ya había sido objeto de críticas por los impactos acústicos y físicos de sus lanzamientos, que provocaron temblores en viviendas cercanas y el desplazamiento de aves migratorias, según informes de la Administración Federal de Aviación (FAA).
Piden que se cumpla la Ley de Agua Limpia en Texas
Uno de los principales argumentos legales de la demanda es que la TCEQ está premiando la ilegalidad al permitir que SpaceX continúe sus vertidos sin exigirle los permisos correspondientes bajo la Ley de Agua Limpia. Esta ley federal establece parámetros estrictos sobre la calidad del agua superficial y exige que toda descarga de aguas residuales industriales esté debidamente regulada.
“Nos vimos obligados a demandar a la TCEQ por socavar nuestras leyes ambientales a favor de SpaceX”, manifestó Juan Mancias, líder de la Tribu Carrizo Comecrudo. “Permitir que una empresa privada contamine aguas sagradas como South Bay, el río Grande y el Golfo de México es una traición a nuestra gente y a nuestras leyes”.
La demanda también destaca que los permisos temporales otorgados por la TCEQ carecen de revisiones técnicas rigurosas. Esto impide conocer el verdadero alcance de los daños en la calidad del agua y representa una amenaza para la salud pública y la fauna silvestre de la región.
Hasta el momento, ni la TCEQ ni SpaceX han emitido declaraciones públicas sobre el caso. Sin embargo, defensores ambientales ya están exigiendo audiencias públicas, acceso a los informes de monitoreo ambiental y la suspensión de operaciones en Boca Chica hasta que se realice una evaluación independiente.
Esta controversia se suma a otros conflictos legales y medioambientales que SpaceX ha enfrentado en los últimos años. Aunque los lanzamientos espaciales representan avances tecnológicos importantes, el costo ecológico de estas actividades es cada vez más cuestionado por científicos, ambientalistas e incluso gobiernos locales.