El territorio de EE. UU. que quiere volver a España es Puerto Rico, una isla del Caribe que mantiene profundos lazos culturales, históricos y lingüísticos con el país europeo. Más de 125 años después de que se separara formalmente de España mediante el Tratado de París de 1898, un creciente número de puertorriqueños ha comenzado a cuestionar su estatus político actual dentro de Estados Unidos. Esto ha dado lugar a un movimiento político que propone algo poco común: revertir la historia y retomar vínculos con la antigua potencia colonial.
Puerto Rico fue una colonia española durante más de cuatro siglos, desde 1493 hasta fines del siglo XIX. A lo largo de ese extenso periodo, la isla desarrolló una identidad muy ligada a la cultura española. La religión católica, el idioma español, las costumbres y la estructura social fueron moldeadas directamente por la colonización.
A pesar de que hoy Puerto Rico es un territorio no incorporado de Estados Unidos, muchos de sus habitantes aún se sienten culturalmente más cercanos a España que al país del cual dependen jurídicamente. Aunque el territorio tiene autonomía limitada y su propio gobierno, no tiene representación con derecho a voto en el Congreso federal y sus ciudadanos no participan plenamente en las elecciones presidenciales estadounidenses.
Te Recomendamos
El territorio de EE. UU. que quiere volver a España fue la primera comunidad autónoma
Pocos recuerdan que, antes de convertirse en una posesión estadounidense, el territorio de EE. UU. que quiere volver a España fue también pionero en la historia autonómica española. En 1897, solo un año antes del traspaso de soberanía a los Estados Unidos, Puerto Rico recibió una carta autonómica por parte del gobierno de Madrid. Este documento le otorgaba competencias propias en áreas como Hacienda, Justicia, Gobernación y Obras Públicas, sentando así las bases de una administración autóctona dentro del Imperio español.
Mapa de España que incluye también a las Islas Canarias y la isla de Puerto Rico. Foto: X/@AdelanteReunif_
Esa breve etapa de autonomía se truncó abruptamente con la invasión estadounidense durante la Guerra Hispanoamericana. En 1898, como parte del Tratado de París, España cedió Puerto Rico a Estados Unidos junto con Filipinas y Guam. Desde entonces, el vínculo con España se transformó en un recuerdo histórico, pero no necesariamente en un olvido colectivo.
Hoy, muchos ciudadanos aún celebran el Día de la Hispanidad el 12 de octubre, mantienen costumbres gastronómicas heredadas de la cocina ibérica y se sienten parte de un legado cultural hispano que trasciende generaciones. Según algunos historiadores, el sentimiento identitario hacia España nunca desapareció del todo, y ahora vuelve a surgir con nuevas expresiones políticas y sociales.
El territorio de EE. UU. que quiere volver a España impulsa un nuevo movimiento político
Uno de los principales impulsores de esta idea es el movimiento Adelante Reunificacionistas, fundado en 2017 por ciudadanos puertorriqueños que buscan reanudar el vínculo con España. Su propuesta es que Puerto Rico se convierta en la decimoctava comunidad autónoma española, al mismo nivel que Andalucía, Cataluña o Galicia.
Según datos recopilados por el propio movimiento, alrededor del 13% de la población vería con buenos ojos la reunificación con España. Aunque minoritaria, esta cifra refleja una porción significativa de la ciudadanía considerando la complejidad del debate sobre estatus político que ha acompañado a la isla por décadas.
El presidente del movimiento, José Lara, ha explicado públicamente que su objetivo es recuperar el “estatus que Puerto Rico tenía antes de la invasión estadounidense”. Señala que, bajo la soberanía española, el territorio gozaba de mayor autonomía y reconocimiento, mientras que bajo el actual sistema estadounidense solo cuenta con un comisionado residente en el Congreso sin derecho a voto.

Fotografía de archivo de una persona ondeando una bandera de Puerto Rico delante del Capitolio en San Juan (Puerto Rico). EFE/ Thais Llorca
“Estamos desmontando mitos sobre la historia colonial y explicando lo que realmente supuso la relación con España”, afirmó Lara en entrevistas recientes. El movimiento ya ha iniciado conversaciones con diplomáticos y asesores legales en ambos países para explorar la viabilidad jurídica de una hipotética reunificación.
Por supuesto, el escenario es complejo. Cualquier cambio en el estatus político de Puerto Rico requeriría referendos vinculantes y aprobación tanto del Congreso de los Estados Unidos como de las Cortes Generales de España. Además, está el factor del sentir ciudadano, que actualmente se divide entre tres grandes posturas: la estadidad (convertirse en el estado número 51), la independencia o el mantenimiento del estatus actual como estado libre asociado.
El futuro del territorio de EE. UU. que quiere volver a España sigue en debate
Mientras tanto, la idea de que el territorio de EE. UU. que quiere volver a España gane más apoyo depende del contexto social, político y económico que vive Puerto Rico. En los últimos años, la isla ha enfrentado múltiples desafíos: una crisis fiscal profunda, huracanes devastadores como María en 2017, y una respuesta federal que muchos ciudadanos consideran insuficiente.
En ese contexto, parte de la población ha comenzado a mirar hacia atrás, no con nostalgia vacía, sino con una intención pragmática. Quienes defienden la reunificación con España argumentan que podrían obtener mayores beneficios económicos, institucionales y culturales si se reintegran como comunidad autónoma. Incluso señalan ejemplos concretos de apoyo europeo a regiones ultraperiféricas como las Islas Canarias, lo que podría replicarse en Puerto Rico si se diera ese escenario.
De momento, la propuesta sigue en etapa inicial, pero no deja de generar atención mediática y debate en redes sociales. Lo que parece claro es que el vínculo entre Puerto Rico y España, lejos de haberse extinguido, continúa siendo una parte activa de su identidad nacional.