Una tragedia en el Río Hudson enlutó a Nueva York el 10 de abril de 2025, cuando un helicóptero turístico Bell 206 operado por New York Helicopter Charter Inc. se estrelló en las aguas entre Manhattan y Newport, Nueva Jersey, cobrando la vida de sus seis ocupantes. La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que la aeronave, que realizaba su sexto vuelo del día, llevaba a bordo a una familia española de cinco miembros —dos adultos y tres niños— y al piloto. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) abrió una investigación inmediata para determinar las causas, pero los primeros reportes sugieren una falla mecánica que provocó la pérdida de las hélices en pleno vuelo.
El accidente ocurrió a las 3:17 p.m., según la Oficina de Emergencias de Nueva York, cuando el helicóptero, tras despegar del helipuerto de Downtown Manhattan, voló hacia el norte hasta el Puente George Washington y regresaba hacia el sur por la costa de Nueva Jersey. Testigos describieron un “fuerte estruendo” antes de ver el aparato desintegrarse en el aire, con la cola y las palas del rotor separándose del fuselaje, según un comunicado del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). La nave cayó en un ángulo de 45 grados y se hundió boca abajo en aguas de 10 °C, lo que complicó las labores de rescate.
El alcalde Eric Adams expresó su dolor en una conferencia de prensa: “Nuestros corazones están con las familias de quienes estaban a bordo”. La gobernadora Kathy Hochul lamentó la pérdida de “seis almas inocentes” y aseguró que el estado colabora con las autoridades federales. Equipos de buzos del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY) recuperaron los cuerpos, con cuatro víctimas declaradas muertas en el lugar y dos falleciendo en hospitales cercanos, según la Oficina de Gestión de Emergencias.
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Tragedia en el Río Hudson: Un historial preocupante
La tragedia en el Río Hudson no es el primer incidente de New York Helicopter Charter Inc., una empresa con más de 30 años ofreciendo vuelos turísticos. La FAA reveló que la aeronave, un Bell 206L-4 LongRanger IV construido en 2004, estaba alquilada a Meridian Helicopters de Luisiana y tenía un certificado de aeronavegabilidad válido hasta 2029. Sin embargo, la compañía ha enfrentado problemas previos. En 2013, un helicóptero suyo realizó un aterrizaje de emergencia en el Hudson tras perder potencia, y en 2015, otro sufrió un fallo en el eje de transmisión, según registros de la NTSB. Estos antecedentes han levantado dudas sobre los protocolos de mantenimiento.
Michael Roth, director ejecutivo de la empresa, se mostró devastado: “Soy padre y abuelo, mi esposa no ha parado de llorar”. Al ser cuestionado sobre el mantenimiento, Roth delegó la responsabilidad a su equipo técnico, según la Oficina de Comunicaciones de Nueva York. La NTSB está examinando posibles causas, desde un fallo mecánico hasta un impacto con un ave o drones, aunque la directora Jennifer Homendy enfatizó que no especularán hasta tener resultados concretos.
Impacto y respuesta
El impacto de la tragedia en el Río Hudson se sintió más allá de Nueva York. El presidente de España, Pedro Sánchez, calificó el suceso como una “tragedia inimaginable” y envió condolencias a los allegados de la familia, según un comunicado de la Embajada Española en Washington. La Oficina de Gestión de Emergencias de Jersey City destacó las dificultades de los buzos por el fondo rocoso del río y la baja visibilidad, lo que retrasó la recuperación de los restos.
El accidente reavivó el debate sobre los vuelos turísticos en Manhattan, donde operan unos 80,000 vuelos anuales, según la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. Organizaciones como Stop the Chop exigen prohibir los vuelos “no esenciales” por riesgos de seguridad. Mientras tanto, la FAA y la NTSB trabajan contrarreloj para esclarecer los hechos, con el secretario de Transporte Sean Duffy prometiendo “respuestas rápidas” sobre las causas de esta devastadora pérdida.