La administración del presidente Donald Trump ha intensificado sus políticas migratorias, impactando a cientos de estudiantes extranjeros en Estados Unidos con la revocación de más de 600 visas de estudiantes internacionales en universidades de todo el país hasta el 16 de abril.
Esta medida, implementada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), responde a preocupaciones de seguridad nacional y supuestas actividades que contravienen los intereses de EE.UU., como protestas pro-palestinas o infracciones legales menores, según el Departamento de Estado, liderado por el secretario Marco Rubio. La política de Trump y estudiantes extranjeros ha generado incertidumbre en la comunidad académica, afectando a estudiantes con visas F-1 y J-1 y desatando críticas por posibles violaciones a la libertad de expresión y falta de transparencia en el proceso.
El DHS ha llevado a cabo operativos a través de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), deteniendo a estudiantes en 32 estados, incluyendo campus prestigiosos como Harvard, Stanford y Columbia. Los afectados, principalmente de países como India, China y Turquía, han sido sorprendidos por agentes en residencias universitarias o durante actividades académicas.
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La justificación legal se basa en la Ley de Inmigración de 1952, que permite al presidente expulsar a extranjeros cuyas actividades se consideren perjudiciales para la política exterior. Sin embargo, la falta de detalles específicos en las acusaciones ha generado cuestionamientos legales, con la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) denunciando posibles abusos de poder.
Impacto en la educación superior
Las universidades han expresado alarma por las políticas hacia los estudiantes extranjeros, destacando el daño económico y académico. La Asociación de Educadores Internacionales (NAFSA) informó que los estudiantes internacionales aportaron 43,800 millones de dólares a la economía de EE.UU. en el ciclo 2023-2024, sosteniendo más de 378,000 empleos.
Instituciones como la Universidad de California, con 76 visas revocadas, y Arizona State University, con ocho casos confirmados, han advertido que estas medidas afectan la investigación en campos como ciencia y tecnología, donde los estudiantes extranjeros son fundamentales. Un caso destacado es el de Rumeysa Öztürk, estudiante de doctorado en Tufts, detenida en marzo de 2025 tras publicar un artículo crítico con la política exterior de EE.UU. Su detención desató protestas en Massachusetts, donde cientos exigieron su liberación.
Trump y los motivos de las deportaciones
El secretario Marco Rubio defendió las medidas en una conferencia de prensa el 28 de marzo de 2025, argumentando que las visas se revocaron a estudiantes involucrados en actividades que “amenazan la seguridad nacional” o que cometieron infracciones como multas de tránsito o conducir bajo la influencia.
Sin embargo, el DHS no ha proporcionado pruebas específicas en la mayoría de los casos, lo que ha generado críticas por la falta de debido proceso. La ACLU señaló que las políticas de Trump podrían estar dirigidas a silenciar el activismo estudiantil, especialmente en protestas pro-palestinas. La administración también ha vinculado a algunos estudiantes con organizaciones clasificadas como terroristas, aunque no ha presentado evidencia pública para respaldar estas acusaciones.
El futuro bajo las políticas de Trump y estudiantes extranjeros
Las políticas de Trump han generado incertidumbre, llevando a universidades como el MIT y la Universidad de Massachusetts a recomendar a sus estudiantes internacionales evitar viajes al extranjero. La NAFSA ha creado un centro de recursos para informar sobre los cambios migratorios, destacando la importancia de mantener a EE.UU. como destino educativo.
Los estudiantes enfrentan dilemas: quedarse en el país bajo riesgo de detención o buscar alternativas en Canadá o el Reino Unido, que reportan un aumento en solicitudes de estudiantes afectados. Demandas legales en tribunales de Michigan y Nueva York buscan frenar estas medidas, pero por ahora, la comunidad académica enfrenta un panorama incierto bajo la administración de Trump.