Trump endurece deportaciones: hijos ciudadanos de inmigrantes también serían afectados
Las recientes declaraciones de Tom Homan, conocido como el «zar de la frontera» durante la administración de Donald Trump, han generado preocupación en la comunidad inmigrante. En una entrevista concedida a CBS News, Homan dejó claro que el equipo de Trump planea reforzar las deportaciones, incluyendo a familias con hijos nacidos en Estados Unidos.
Hijos ciudadanos no protegerían a sus padres de la deportación
Durante la entrevista, Homan afirmó que el nacimiento de un hijo en suelo estadounidense no será considerado un factor de protección contra la deportación. «Tener un hijo ciudadano estadounidense no te exime de cumplir nuestras leyes», sostuvo, reafirmando el enfoque estricto en política migratoria que caracterizó al expresidente Trump y que podría intensificarse en caso de un segundo mandato.
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El exfuncionario remarcó que los inmigrantes que ingresaron ilegalmente al país y luego tuvieron hijos en Estados Unidos no obtendrán ningún tipo de inmunidad legal. Esta postura endurece aún más las políticas migratorias que Trump aplicó durante su primera administración, cuando impulsó programas como “Cero Tolerancia”, que resultó en la separación de miles de familias en la frontera.
«Zar de la frontera» justifica la deportación de familias completas
Tom Homan citó el caso de una madre deportada junto a su hija de dos años, quien es ciudadana estadounidense. Según su relato, la madre optó voluntariamente por llevarse a su hija al ser deportada, en lugar de dejarla al cuidado de un familiar o del otro progenitor en Estados Unidos.
«Eso es crianza básica», afirmó Homan, sugiriendo que la decisión de llevarse al menor es una cuestión de responsabilidad parental, no una falla del sistema. Sus comentarios han generado indignación entre activistas proinmigrantes, quienes señalan que el enfoque de Trump y su equipo ignora los derechos constitucionales de los niños ciudadanos.
La situación legal de los hijos nacidos en EE.UU.
Según la Constitución de Estados Unidos, cualquier niño nacido en territorio estadounidense es automáticamente ciudadano, independientemente del estatus migratorio de sus padres. Sin embargo, bajo las políticas propuestas por Trump y sus asesores, estos menores podrían enfrentarse a una separación forzada o verse obligados a abandonar el país junto con sus padres deportados.
El caso mencionado por Homan no es aislado. Organizaciones como American Immigration Council han documentado numerosos casos en los que niños ciudadanos son separados de sus padres o deportados sin que se respeten sus derechos procesales. Esto ha generado crecientes preocupaciones sobre violaciones a los derechos humanos y a las protecciones constitucionales.
Controversia y respuesta de organizaciones defensoras de inmigrantes
Tras las declaraciones de Homan, diversas organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han reaccionado con fuerza. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) advirtió que cualquier intento de deportar a ciudadanos estadounidenses, aunque sean menores de edad, sería inconstitucional y motivo de fuertes litigios legales.
«Estos planes violan no solo la moral básica, sino también las garantías constitucionales que protegen a todos los ciudadanos, sin importar la edad de sus padres o su lugar de residencia», afirmó Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU.
Preocupaciones de cara a las elecciones de 2025
A medida que se acercan las elecciones de 2025, el tema migratorio vuelve a ocupar un lugar central en la agenda política de Donald Trump. El expresidente ha prometido implementar políticas de deportación más severas que las de su primer mandato, en parte inspiradas en su proyecto denominado «Agenda 2025», que contempla redadas masivas y restricciones adicionales para inmigrantes indocumentados.
Los analistas políticos advierten que este tipo de anuncios podrían movilizar tanto a votantes que apoyan políticas migratorias estrictas como a aquellos que se oponen firmemente a las deportaciones masivas, configurando un escenario electoral polarizado.