El presidente Donald Trump dio un giro inesperado a la política nacional, al filtrar audios del interrogatorio de 2023 al expresidente Joe Biden, revelando supuestos problemas de memoria que han reavivado el debate sobre la salud cognitiva de líderes políticos.
Los audios, obtenidos durante la investigación del Departamento de Justicia sobre el manejo de documentos clasificados por Biden, muestran al exmandatario luchando por recordar fechas clave, como el año de la muerte de su hijo Beau (2015) y el inicio del primer mandato de Trump (2016). La Casa Blanca, bajo la administración actual, confirmó la autenticidad de las grabaciones, pero no hizo comentarios adicionales, dejando el tema en manos de la opinión pública y los expertos médicos que podrían evaluar el contenido.
La filtración ocurrió tras meses de especulaciones sobre la salud mental de Biden, quien dejó la presidencia en enero de 2025 tras perder las elecciones frente a Trump. Los audios, entregados a la prensa por asesores de Trump, capturan momentos de pausas prolongadas y correcciones por parte de su equipo durante las entrevistas con el fiscal especial Robert Kyoung Hur, en su informe final, describió a Biden como un «hombre mayor bienintencionado con una memoria pobre», una evaluación que el entonces presidente rechazó con vehemencia en su momento, afirmando que su memoria estaba intacta. Ahora, la acción de Trump ha puesto estos comentarios bajo un nuevo escrutinio, especialmente tras su victoria electoral de noviembre de 2024.
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Los audios reveladores
Los audios filtrados, que abarcan cinco horas de interrogatorios realizados en octubre de 2023, muestran a Biden confundido sobre eventos personales y políticos. En un segmento, se le escucha preguntando «¿cuándo dejé de ser vicepresidente?» en referencia a su período entre 2009 y 2017, mientras que en otro momento duda sobre el año exacto de la muerte de su hijo, un evento que marcó su vida pública.
El Departamento de Justicia, que supervisó la investigación, había optado por no presentar cargos contra Biden, citando su cooperación y las dificultades de probar intención criminal dado su estado. Sin embargo, la difusión de estas grabaciones ha reabierto el debate sobre si su desempeño como líder estuvo afectado por estas lagunas.

La filtración también incluye momentos en los que Biden divaga sobre temas como la imprenta de Gutenberg y su experiencia conduciendo un Corvette con el comediante Jay Leno, lo que sugiere una dificultad para mantener el enfoque. Los asesores presentes intentaron guiarlo en varias ocasiones, un detalle que Trump ha usado para cuestionar la capacidad de su predecesor. La Oficina del Fiscal General ha indicado que las grabaciones fueron entregadas legalmente a la defensa de Biden, pero no explica cómo terminaron en manos de la administración actual, alimentando especulaciones sobre motivaciones políticas.
Reacciones y contexto
La decisión de Trump de hacer públicos los audios ha generado reacciones mixtas. Algunos aliados del presidente actual ven la movida como una forma de justificar su narrativa de campaña sobre la supuesta incapacidad de Biden, mientras que críticos la consideran un intento de desviar atención de sus propios desafíos.
Trump, quien asumió el cargo el 20 de enero de 2025, ha insistido en que la salud mental de los líderes es crucial, especialmente tras su victoria sobre Kamala Harris en noviembre pasado. Sin embargo, no ha evadido del todo las preguntas sobre sus propios lapsus, como confundir a E. Jean Carroll con su exesposa Marla Maples durante un reciente depósito legal.
En el ámbito médico, el Departamento de Salud y Servicios Humanos ha evitado emitir juicios sobre los audios, señalando que solo un examen clínico completo puede determinar si hay deterioro cognitivo. La filtración coincide con un momento de alta tensión política, mientras Trump consolida su segundo mandato y enfrenta una oposición que lo acusa de politizar temas sensibles. La familia Biden no ha respondido oficialmente, pero fuentes cercanas indican que podrían considerar acciones legales para limitar el uso de las grabaciones.
Impacto político
La difusión de los audios ha intensificado el escrutinio sobre la edad y la salud de los líderes políticos en EE.UU., un tema que dominó las elecciones de 2024. Con Trump, de 78 años, y Biden, de 82, ambos en el centro de la atención, la sociedad debate si las lagunas de memoria son parte del envejecimiento normal o un signo de algo más serio.
El Departamento de Estado ha recibido consultas de aliados internacionales preocupados por la estabilidad de la política estadounidense, especialmente tras la reciente filtración. Mientras tanto, Trump ha utilizado las grabaciones para reforzar su imagen como un líder enérgico, programando eventos públicos para contrastar su estilo con el de su predecesor.
La controversia ha dado pie a discusiones en redes sociales, donde usuarios y analistas comparan los errores de ambos líderes. Aunque la atención se centra en Biden, algunos señalan que Trump también ha mostrado confusiones, como afirmar que el público «enloqueció» durante un debate sin audiencia en 2024. La Oficina del Presidente ha prometido transparencia sobre su salud, pero no ha anunciado planes para pruebas cognitivas, dejando el tema abierto a especulaciones mientras el país sigue el desarrollo de esta historia.