Trump presiona al mundo con aranceles: advierte a 150 países que “el tiempo se agota”
El presidente Donald Trump lanzó una fuerte advertencia este viernes desde Abu Dabi, última etapa de su gira por Medio Oriente, donde afirmó que Estados Unidos comenzará a enviar cartas a 150 países para informarles “cuánto pagarán por hacer negocios en Estados Unidos”. Esta medida forma parte de su estrategia para endurecer la guerra comercial y presionar a sus socios internacionales a llegar a acuerdos más favorables para Washington.
Trump señaló que el plazo para negociar se está terminando y que, debido a la gran cantidad de países involucrados, será imposible sostener reuniones individuales con todos. “Hay 150 países que desean llegar a un acuerdo, pero no se puede ver a tantos”, comentó. En las próximas semanas, ejecutivos clave del gobierno estadounidense serán los encargados de enviar estas comunicaciones formales a las naciones involucradas.
La tregua de 90 días y el avance de negociaciones selectas
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A comienzos de abril, el gobierno Trump anunció un incremento significativo en aranceles para docenas de socios comerciales, pero decidió suspender su aplicación por 90 días para permitir negociaciones. Esta tregua está por finalizar y, según Trump, se acabó el tiempo para posponer decisiones. “Podrían apelar, pero en general serán muy justos”, afirmó el mandatario, dejando en claro que los ajustes arancelarios serán inevitables si no se logran acuerdos.
Mientras tanto, Estados Unidos continúa priorizando negociaciones con países clave como Japón, Corea del Sur, India y la Unión Europea, aunque la administración enfrenta limitaciones de personal y recursos para atender simultáneamente a las 150 naciones involucradas en el llamado plan de aranceles recíprocos.
Recientemente, Washington alcanzó un marco comercial con el Reino Unido, al que Trump calificó como un “fantástico acuerdo”, y logró una reducción arancelaria temporal con China, buscando ganar tiempo para avanzar en las conversaciones.
Impacto directo en consumidores y economía global
Los aranceles que impone la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos suelen trasladarse en parte o en su totalidad a los consumidores estadounidenses, elevando los precios de productos importados. Esto genera preocupación en sectores empresariales y de comercio que advierten sobre posibles aumentos de costos para los hogares en EE.UU.
Trump ha dejado entrever que, en algunos casos, dictará directamente los niveles de aranceles para evitar prolongar negociaciones, lo que aumenta la incertidumbre para muchos países y empresas.
India y otros socios clave en la mira
En sus declaraciones, Trump mencionó que India hizo una oferta para eliminar aranceles sobre productos estadounidenses, aunque el gobierno indio no ha confirmado oficialmente esta propuesta. A pesar de ello, esta posible apertura podría ser un punto clave para avanzar en las negociaciones con Nueva Delhi, que ha sido uno de los países más afectados por las recientes políticas arancelarias de Washington.
El mandatario también aseguró que hay “cuatro o cinco acuerdos más en camino” y que la administración está cerca de firmar nuevos pactos comerciales. “Tenemos muchos acuerdos en camino. En última instancia, simplemente estamos firmando el resto”, afirmó el 9 de mayo, mostrando optimismo frente a su plan para remodelar las relaciones comerciales internacionales.
El futuro de la política arancelaria estadounidense
La postura firme de Trump refleja una política proteccionista que busca revertir lo que califica como desequilibrios comerciales en favor de Estados Unidos. Sin embargo, la imposición de aranceles genera tensiones diplomáticas con muchos países y podría impactar negativamente en las cadenas globales de suministro.
Con la tregua de 90 días a punto de expirar, la comunidad internacional observa con atención las próximas semanas, que serán decisivas para determinar si se alcanzan acuerdos que eviten un aumento generalizado de aranceles, o si Estados Unidos optará por imponer mayores costos comerciales a sus socios.
La presión de Trump marca un punto clave en las negociaciones comerciales internacionales, donde Latinoamérica y otros socios de EE.UU. están atentos a las consecuencias que estas decisiones tendrán en sus economías y en el flujo de comercio con el país norteamericano.