La Casa Blanca anuncia que Trump dará dos semanas más a las negociaciones diplomáticas antes de atacar a Irán. ¿Se avecina una crisis global?
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En un anuncio que ha sacudido los círculos diplomáticos y encendido las alarmas internacionales, la Casa Blanca confirmó que el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, dará un plazo de dos semanas para que las negociaciones diplomáticas con Irán avancen antes de decidir si emprende acciones militares contra el país persa. La declaración, transmitida por la secretaria de prensa Karoline Leavitt, ha intensificado las tensiones en un contexto ya volátil, donde la posibilidad de un conflicto armado en Medio Oriente podría tener repercusiones globales. ¿Podrá la diplomacia evitar una escalada bélica, o está el mundo al borde de una nueva crisis?
Un ultimátum diplomático
En una rueda de prensa desde la Casa Blanca, Leavitt citó directamente al presidente: “Basado en el hecho de que existe una posibilidad sustancial de negociaciones con Irán en el futuro cercano, tomaré mi decisión sobre si ir o no en las próximas dos semanas”. Este mensaje, que combina la esperanza de un diálogo con la amenaza implícita de un ataque, refleja la postura agresiva pero calculada que Trump ha adoptado frente a Irán desde el inicio de su segundo mandato.
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Fuentes cercanas al gobierno señalan que el plazo responde a la presión de aliados como Israel, que, según reportes recientes, estaría considerando acciones militares contra instalaciones nucleares iraníes si las conversaciones colapsan. La semana pasada, el Wall Street Journal informó que Trump podría declarar el fin de las negociaciones nucleares con Irán, calificando al régimen como “incumplidor” de acuerdos previos. Este contexto sugiere que el ultimátum de dos semanas es tanto un intento de presionar a Teherán como una advertencia a la comunidad internacional.

Fotografía desde las alturas de la ciudad de Teherán, en Irán, tras un ataque del Ejército de Israel el 18 de junio de 2025. EFE/ Abedin Taherkenareh
El trasfondo: tensiones nucleares y geopolíticas
El conflicto entre Estados Unidos e Irán se centra en el programa nuclear iraní, que ha sido un punto de fricción durante décadas. En 2018, durante su primer mandato, Trump retiró a EE.UU. del Acuerdo Nuclear con Irán (JCPOA), calificándolo como “el peor acuerdo de la historia”. Desde entonces, Irán ha incrementado el enriquecimiento de uranio, acercándose a niveles que podrían permitir la producción de armas nucleares, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). En un mensaje reciente, Trump fue categórico: “No pueden tener un arma nuclear. No lo vamos a permitir”.
La situación se ha complicado por las recientes amenazas de Irán de atacar bases estadounidenses en Medio Oriente si las negociaciones fracasan. Como medida preventiva, el Pentágono ha autorizado la salida voluntaria de familias de militares en la región y ha preparado embajadas para posibles evacuaciones. Estas acciones reflejan el temor a una escalada militar que podría involucrar no solo a EE.UU. e Irán, sino también a Israel, Arabia Saudita y otros actores regionales.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante un acto en el Despacho Oval de la Casa Blanca, el 18 de junio de 2025. EFE/Ken Cedeno/Pool
Reacciones internacionales
El anuncio de la Casa Blanca ha generado una ola de reacciones. En Europa, líderes como el presidente francés Emmanuel Macron han instado a la moderación, abogando por un retorno al JCPOA. “La diplomacia es la única vía para evitar una guerra devastadora”, declaró Macron en una cumbre de la Unión Europea. Por su parte, China y Rusia, aliados de Irán, han criticado la postura de Trump, acusándolo de “jugar con fuego” en una región ya inestable.
En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha reiterado su apoyo a una postura dura contra Irán, afirmando que “no se puede permitir que un régimen que amenaza con borrar a Israel del mapa obtenga armas nucleares”. Analistas sugieren que un ataque preventivo israelí podría desencadenarse si Trump da luz verde, lo que arrastraría a EE.UU. a un conflicto directo.
El impacto económico y global
Un posible conflicto con Irán tendría consecuencias económicas inmediatas. Irán es un productor clave de petróleo, y cualquier interrupción en el Estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del suministro mundial de crudo, podría disparar los precios del petróleo a niveles récord. En los últimos días, los mercados ya han reaccionado con nerviosismo: el precio del barril de Brent subió un 3,5% tras el anuncio de la Casa Blanca, alcanzando los $85.
Además, un conflicto en Medio Oriente podría exacerbar las tensiones entre grandes potencias. Rusia y China, que han fortalecido lazos con Irán, podrían responder con sanciones económicas o apoyo militar indirecto, mientras que la OTAN podría verse obligada a respaldar a EE.UU., profundizando las divisiones globales.

Fotografía del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. EFE/EPA/ Ken Cedeno
¿Diplomacia o engaño?
Algunos analistas ven el ultimátum de Trump como una táctica para forzar a Irán a negociar bajo presión. “Trump está utilizando la amenaza militar como una carta de negociación, pero el riesgo es que Irán no ceda y se desencadene una escalada”, señala Sarah Klein, experta en relaciones internacionales de la Universidad de Georgetown. Otros, sin embargo, advierten que la retórica beligerante de Trump podría cerrar la ventana para un diálogo significativo.
En Teherán, el gobierno iraní ha mantenido un tono desafiante. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Nasser Kanaani, declaró que “Irán no se doblegará ante amenazas y defenderá su soberanía a cualquier costo”. Sin embargo, fuentes diplomáticas indican que Irán estaría dispuesto a negociar si se levantan sanciones económicas, una condición que Trump ha rechazado hasta ahora.
El reloj sigue corriendo
Con el plazo de dos semanas en marcha, el mundo observa con atención. La Casa Blanca ha dejado claro que Trump está dispuesto a explorar la diplomacia, pero su historial de posturas duras y decisiones impredecibles mantiene a todos en vilo. ¿Podrán las negociaciones evitar un conflicto, o está el mundo al borde de una crisis global? Las próximas dos semanas serán cruciales para determinar el rumbo de esta tensa confrontación.