Musk afirma que el presidente figura en los archivos de Jeffrey Epstein. El magnate critica su plan fiscal y se adjudica la victoria electoral de Trump.
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La relación entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el magnate tecnológico Elon Musk, alguna vez marcada por una alianza estratégica, ha implosionado en una disputa pública sin precedentes. Lo que comenzó como una colaboración fructífera durante la campaña presidencial de 2024 se ha transformado en un enfrentamiento que involucra acusaciones explosivas, desplomes bursátiles y amenazas a contratos gubernamentales.
En el centro del conflicto están las afirmaciones de Musk de que Trump aparece en los archivos no publicados del caso Jeffrey Epstein, críticas mordaces al plan fiscal del presidente y la audaz declaración de que sin su apoyo, Trump no habría ganado las elecciones. La respuesta de Trump, cargada de decepción, y las repercusiones económicas, como la caída de las acciones de Tesla, han encendido un debate que sacude tanto la política como los mercados.
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El origen del conflicto: los archivos Epstein
Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, publicó un mensaje en X que desató una tormenta mediática: “Es hora de soltar la bomba: @realDonaldTrump está en los archivos Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT!”. La declaración, sin pruebas concretas proporcionadas, alude a documentos gubernamentales relacionados con el fallecido financiero Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores. Musk insinuó que la falta de transparencia en estos archivos se debe a la presencia de Trump en ellos, una acusación que ha generado especulaciones y titulares en todo el mundo.
La afirmación no es nueva en el ámbito de las teorías conspirativas, pero su origen en una figura como Musk, con acceso a vastos recursos y una plataforma influyente, le otorga un peso inusual. Aunque no se han presentado pruebas que corroboren esta declaración, la insinuación ha sido suficiente para avivar el debate público.
Críticas al plan fiscal y la autoproclamada influencia electoral
El conflicto se intensificó cuando Musk calificó el plan fiscal de Trump como una “abominación repugnante” y afirmó que, sin su respaldo, Trump no habría ganado las elecciones de 2024. El plan fiscal, que incluye recortes de impuestos para corporaciones y un aumento de aranceles a importaciones, ha sido un punto de fricción entre ambos. Musk, conocido por su defensa de políticas que favorezcan la innovación tecnológica, ha argumentado que las propuestas de Trump perjudicarían a empresas como Tesla, que dependen de cadenas de suministro globales.
Además, Musk se atribuyó un rol decisivo en la victoria electoral de Trump, una declaración que ha generado críticas y burlas en redes sociales. “Sin mí, habría perdido las elecciones”, afirmó el magnate, alardeando de su influencia en X, donde sus publicaciones alcanzaron millones de usuarios durante la campaña. Esta afirmación no solo ha irritado a Trump, sino que ha polarizado a sus seguidores, muchos de los cuales ven en Musk un oportunista que busca capitalizar su relación con el presidente.
La decepción de Trump y la amenaza a SpaceX
La respuesta de Trump no se hizo esperar. En un comunicado, el presidente expresó sentirse “muy decepcionado” por las críticas de Musk, especialmente por su ataque al plan fiscal. “Me ha sorprendido. Pensé que éramos aliados, pero parece que Elon tiene su propia agenda”, dijo Trump, según reportes de medios. Más preocupante para Musk es la amenaza de Trump de cancelar contratos federales con SpaceX, una empresa clave para las misiones espaciales de la NASA. Según fuentes cercanas a la administración, Trump ha insinuado que revisará los acuerdos con SpaceX, lo que podría costarle a la compañía miles de millones de dólares.
La posibilidad de perder contratos federales ha generado incertidumbre en los mercados. Las acciones de Tesla, una de las empresas emblemáticas de Musk, cayeron un 8%, tras las noticias de la ruptura pública. Analistas financieros han señalado que la inestabilidad en la relación entre Musk y Trump podría afectar no solo a Tesla, sino también a otras empresas del magnate, como Neuralink y The Boring Company, que buscan contratos gubernamentales.
Reacciones y consecuencias en el panorama político
El enfrentamiento ha dividido opiniones. Por su parte, los aliados de Trump han cerrado filas, calificando las acusaciones de Musk como “irresponsables” y “sin fundamento”. La Casa Blanca no ha emitido un comunicado oficial sobre los archivos Epstein, pero fuentes internas aseguran que Trump está considerando acciones legales contra Musk por difamación.
En el ámbito político, el conflicto ha reavivado debates sobre la transparencia en el caso Epstein. Organizaciones de derechos civiles han exigido la publicación completa de los archivos, mientras que legisladores republicanos han minimizado las acusaciones de Musk, tachándolas de “distracciones” en un momento en que Trump enfrenta críticas por su política migratoria y condiciones en centros de detención.
El impacto económico y la incertidumbre futura
La caída de las acciones de Tesla refleja la vulnerabilidad de las empresas de Musk ante las tensiones políticas. SpaceX, que depende en gran medida de contratos con la NASA y el Departamento de Defensa, enfrenta un riesgo significativo si las amenazas de Trump se materializan. Expertos estiman que la cancelación de estos contratos podría reducir los ingresos de SpaceX en un 30%, afectando su capacidad para financiar proyectos como la misión a Marte.
Mientras tanto, la disputa ha generado un impacto cultural. Memes y comentarios han convertido el enfrentamiento en un espectáculo mediático, con usuarios comparando a Musk y Trump con personajes de una telenovela. Sin embargo, detrás de la sátira, hay preocupaciones reales sobre cómo esta ruptura podría influir en la política económica y tecnológica de Estados Unidos. La verdad, como dijo Musk, “saldrá a la luz”. Pero, ¿cuándo y a qué costo?