Los narcocorridos, un subgénero musical que narra historias relacionadas con el narcotráfico, han desatado una controversia en México tras incidentes recientes que han intensificado el escrutinio sobre su contenido. En abril de 2025, un concierto del cantante Luis R. Conriquez en la Feria del Caballo en Texcoco, Estado de México, terminó en disturbios cuando el público reaccionó violentamente ante su decisión de no interpretar narcocorridos, siguiendo restricciones locales que prohíben la apología del delito.
La presidenta Claudia Sheinbaum, en su conferencia matutina del 14 de abril, calificó de “absurdo” prohibir este género musical, pero enfatizó la necesidad de fomentar una conciencia colectiva contra la glorificación de la violencia y el crimen organizado. Este debate, que enfrenta la libertad de expresión con las preocupaciones por la normalización de la violencia, ha generado posturas divididas entre autoridades, artistas y el público. A continuación, se exploran los detalles de esta controversia y las medidas propuestas por el gobierno.
Narcocorridos y el incidente de Texcoco
El 11 de abril de 2025, en la Feria del Caballo en Texcoco, el cantante Luis R. Conriquez enfrentó abucheos y disturbios después de negarse a interpretar narcocorridos como “Presidente” o “Las Hazañas del Doble R”, que hacen referencia a figuras del crimen organizado.
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El Gobierno del Estado de México, liderado por la gobernadora Delfina Gómez, había advertido que sancionaría a artistas que promovieran la apología del delito, con penas de hasta seis meses de prisión bajo el artículo 208 Bis del Código Penal estatal. Videos compartidos en X muestran cómo los asistentes arrojaron botellas y sillas, causando destrozos en el recinto. Conriquez, en un comunicado en Instagram, explicó que su decisión respondió a las nuevas normativas y anunció que está trabajando en letras que conecten con el público sin glorificar la violencia.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) reportó la detención de dos personas, Martín Gerardoy Kevin Alexis, señalados como responsables de los disturbios. La Fiscalía del Estado de México continúa investigando el incidente, mientras que el gobierno estatal reiteró su compromiso de regular eventos públicos para evitar la promoción de actividades ilícitas.
Este episodio no es aislado: en marzo de 2025, el grupo Los Alegres del Barranco proyectó imágenes de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), durante un concierto en Guadalajara, lo que llevó a la revocación de sus visas por parte del Departamento de Estado de EE. UU. y a una investigación por parte de la Fiscalía de Jalisco.
Políticas públicas frente a los narcocorridos
En respuesta a la controversia, la presidenta Claudia Sheinbaum ha promovido una estrategia de educación en lugar de censura. Durante su conferencia del 14 de abril, afirmó: “No prohibimos un género musical, eso sería absurdo.
Lo que queremos es que las letras no hagan apología de las drogas, de la violencia o de la violencia contra las mujeres”. Para ello, la Secretaría de Cultura lanzó el concurso binacional “México Canta por la Paz y contra las Adicciones”, anunciado el 7 de abril, que busca incentivar la creación de música mexicana con temáticas de paz, amor y valores familiares. Sheinbaum destacó que México ocupa el décimo lugar en el mercado global de la industria musical, con los corridos representando el 70% de la música latina, lo que subraya la importancia de reorientar este género.
Varios estados, como Jalisco, Nayarit, Chihuahua, Michoacán, y Quintana Roo, han implementado prohibiciones locales. En Jalisco, el gobernador Pablo Lemus ordenó vetar cualquier presentación que haga apología del narco, con sanciones de hasta cuatro años de prisión.
En Nayarit, un decreto vigente desde febrero de 2025 prohíbe la interpretación de narcocorridos en eventos públicos, con la SSPC facultada para suspender espectáculos que incumplan. En Chihuahua, el alcalde Marco Antonio Bonilla impuso multas de hasta 901,131 pesos y prohibiciones de presentaciones recurrentes para artistas que interpreten este tipo de canciones. Sin embargo, Sheinbaum insiste en que la solución no es la censura, sino fomentar contenidos alternativos.
El debate sobre los narcocorridos y la libertad de expresión
El debate sobre los narcocorridos también ha llegado al ámbito legislativo. El diputado de Morena, Arturo Ávila Anaya, presentó una iniciativa el 8 de abril para reformar el artículo 208 del Código Penal Federal, buscando sancionar con trabajo comunitario a quienes promuevan la apología del delito en música, series o videojuegos. La propuesta, que aún está en comisiones, ha generado críticas por su posible impacto en la libertad de expresión.
La Fiscalía General de la República y la SSPC han respaldado la iniciativa, argumentando que busca proteger a las nuevas generaciones de la normalización del crimen organizado. Por otro lado, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, anunció un decreto para prohibir espectáculos que promuevan el delito, incluyendo narcocorridos, peleas de gallos y corridas de toros.
En un mensaje en X, el secretario de Gobernación de Puebla, Samuel Aguilar Pala, recomendó a los organizadores de la Feria de Puebla 2025 evitar narcocorridos para prevenir conflictos, aclarando que es una recomendación, no una prohibición. Este enfoque refleja la postura del gobierno federal, que busca equilibrar la regulación con la libertad artística.
Mientras tanto, artistas como Grupo Firme y Luis R. Conriquez han comenzado a adaptar sus repertorios, aunque otros, como Peso Pluma y Natanael Cano, enfrentan amenazas de perder sus visas en EE. UU. por sus letras explícitas. El debate sobre los narcocorridos sigue polarizando a México, con autoridades y ciudadanos divididos entre quienes los ven como una expresión cultural y quienes los consideran una peligrosa apología del crimen.