El gobierno de Bolivia anunció este viernes 23 de mayo un paquete de medidas y decretos para enfrentar la crisis económica que atraviesa el país, marcada por la escasez de combustible, la falta de dólares y el alza en los precios de productos básicos. En un mensaje a la nación desde la Casa Grande del Pueblo en La Paz, el presidente Luis Arce, acompañado de varios ministros, detalló 11 medidas inmediatas y 7 decretos supremos destinados a combatir la especulación y el contrabando, mientras busca proteger la economía de las familias bolivianas. La situación ha generado protestas en las últimas semanas, especialmente por parte de transportistas afectados por la falta de diésel y gasolina.
Entre las acciones destacadas, el gobierno priorizará el control fronterizo con patrullajes militares para decomisar productos de contrabando como carne, pollo, cerdo, aceite, harina, trigo y azúcar. El ministro de Justicia, César Siles, advirtió que quienes incurran en delitos de agio y especulación enfrentarán procesos judiciales.
Además, para abordar la escasez de combustible, el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, aseguró que a partir del lunes se normalizará el suministro al 100 % en el eje central del país, que incluye La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, con un plan paulatino para el resto de los departamentos. Este anuncio llega tras semanas de largas filas de vehículos en estaciones de servicio, que han afectado el transporte y la distribución de bienes.
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Nuevas medidas financieras en Bolivia
El gobierno también implementará medidas para fortalecer el sistema financiero y mitigar los efectos de la crisis económica. Se incentivará a los ciudadanos a ahorrar en Unidades de Fomento a la Vivienda (UFV), un mecanismo que busca preservar el poder adquisitivo de los depósitos frente a la inflación.
Asimismo, se aprobó un decreto que eleva el límite de internación de divisas de 10.000 a 50.000 dólares, con el objetivo de inyectar más recursos al sistema financiero. Para fomentar el ahorro, las personas con depósitos de hasta 100.000 bolivianos (aproximadamente 14.367 dólares) recibirán un incentivo del 2 % de interés anual, una medida que busca generar confianza en las entidades bancarias.
La inflación, que cerró 2024 en un 9,97 %, la más alta desde 2008, sigue siendo un problema. Durante el primer cuatrimestre de 2025, el índice alcanzó el 5,95 %, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto ha encarecido alimentos y servicios, afectando el poder adquisitivo de los bolivianos. La escasez de dólares, que se arrastra desde 2023, ha disparado el valor de la divisa en el mercado paralelo, donde un dólar se cotiza alrededor de 20 bolivianos, frente al tipo de cambio oficial de 6,96. Esta brecha ha complicado las importaciones, especialmente de combustible, lo que agrava la situación económica.
Respuesta del gobierno a la crisis
El presidente Arce señaló que la raíz de la crisis económica está en el bloqueo de financiamiento externo, ya que créditos millonarios aún no han sido aprobados por la Asamblea Legislativa. “Estamos enfrentando una ola especulativa y una arremetida política de quienes no quieren que resolvamos esta situación de forma democrática”, afirmó.
Para buscar soluciones, convocó a los industriales bolivianos a una reunión el próximo lunes, respondiendo a su pedido de un diálogo que produzca resultados concretos. Este sector ha sido uno de los más afectados por la falta de divisas, que dificulta la importación de insumos y materias primas.
La situación en las calles refleja el malestar social. En Santa Cruz, transportistas protestaron este sábado, bloqueando accesos y exigiendo soluciones inmediatas al desabastecimiento de combustible. En La Paz, mercados como el de El Alto han visto duplicarse los precios de productos básicos como papas y cebollas, según reportes de comerciantes locales.
Mientras tanto, el gobierno apuesta por medidas como el fomento a la producción agrícola y la importación de pollitos bebés para garantizar el suministro de carne de pollo, un alimento esencial en la dieta boliviana. Sin embargo, la incertidumbre persiste entre la población, que espera que estas acciones logren aliviar la tensión económica que afecta al país.