El Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia anunció este viernes 16 de mayo de 2025 que Eduardo del Castillo, hasta ahora ministro de Gobierno, será su candidato presidencial para las elecciones generales del 17 de agosto. La decisión, tomada tras la declinación de Luis Arce a buscar la reelección, marca un cambio significativo en el panorama político del país. Del Castillo, un joven abogado de 36 años, estará acompañado por el dirigente campesino Milán Berna como candidato a la vicepresidencia, en un binomio que busca renovar el partido y enfrentar las tensiones internas que han fragmentado al MAS en los últimos años.
La elección de Del Castillo fue confirmada por Grover García, presidente del MAS, en una breve declaración en La Paz. Según García, la fórmula fue consensuada por las organizaciones sociales y sindicatos que forman la base del partido. El anuncio llega en un momento de alta agitación política, con el expresidente Evo Morales insistiendo en su candidatura a pesar de estar inhabilitado por el Tribunal Constitucional Plurinacional, lo que ha generado enfrentamientos entre sus seguidores y las fuerzas de seguridad. Del Castillo, conocido por su firmeza como ministro, deberá ahora navegar este complicado escenario para consolidar su liderazgo dentro del partido y en el país.
Del Castillo: Trayectoria hacia la candidatura
Eduardo del Castillo nació el 27 de diciembre de 1988 en Santa Cruz de la Sierra. Abogado de profesión, se tituló en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno y cuenta con una maestría en Derecho Tributario y Financiero, además de ser candidato a doctor en Derecho Constitucional por la Universidad Mayor de San Andrés. Desde su ingreso al MAS en 2005, ha sido un miembro activo, participando en las protestas contra el gobierno interino de Jeanine Áñez en 2019 y ocupando roles como oficial mayor del Senado antes de unirse al gabinete de Luis Arce en noviembre de 2020 como ministro de Gobierno, con apenas 32 años.
Te Recomendamos
Durante su gestión, Del Castillo ha estado en el centro de varias controversias, incluyendo la detención de Áñez y del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, por su presunta participación en la crisis política de 2019. También enfrentó críticas por el manejo de vehículos robados en Chile y vendidos en Bolivia, lo que llevó a una interpelación en la Asamblea Legislativa Plurinacional en 2023, donde fue censurado con 101 votos a favor. A pesar de esto, Arce lo repuso en el cargo dos días después, demostrando su respaldo hacia el joven ministro.
Desafíos como candidato del MAS
Como candidato presidencial del MAS, Eduardo del Castillo enfrenta un camino lleno de retos. Su discurso inicial tras el anuncio se centró en la necesidad de orden en Bolivia, un mensaje que resuena en un contexto de creciente tensión social y económica. El país ha enfrentado protestas recientes, como la marcha liderada por seguidores de Evo Morales hacia La Paz para exigir su habilitación como candidato, que fue dispersada con gases lacrimógenos por la Policía. La Defensoría del Pueblo pidió a las fuerzas del orden racionalizar el uso de la fuerza, señalando huellas de sangre en las calles tras el enfrentamiento.
Del Castillo también deberá lidiar con las fracturas internas del MAS, exacerbadas por la pugna entre Morales y Arce. Aunque Morales ha sido inhabilitado, su influencia sigue siendo significativa, y su decisión de postularse con el Frente Para la Victoria o su nueva agrupación «Evo Pueblo» podría dividir el voto oficialista. Además, otros líderes del MAS, como Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, han lanzado candidaturas independientes, lo que complica aún más la unidad del partido de cara a las elecciones.
Propuestas y perspectivas
En su primera intervención como candidato, Del Castillo destacó su intención de trabajar en un plan de gobierno enfocado en la producción de riqueza y su redistribución equitativa entre los bolivianos. Criticó modelos económicos que, según él, benefician a unos pocos y prometió una gestión que priorice la educación, la salud y la economía productiva. Su énfasis en la juventud como un motor de cambio busca conectar con un electorado que pide renovación, aunque su historial como ministro, marcado por enfrentamientos con Morales y decisiones controversiales, podría polarizar opiniones.
El panorama electoral también incluye un bloque opositor liderado por figuras como Carlos Mesa, Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga, quienes conformaron el Bloque Unido de Oposición para enfrentar al MAS. Mientras tanto, otros precandidatos como Manfred Reyes Villa y Rubén Costas buscan consolidar su apoyo en regiones clave como Santa Cruz. Con las elecciones a menos de tres meses, la campaña de Del Castillo será crucial para definir si el MAS puede mantener su hegemonía en Bolivia o si las divisiones internas abrirán la puerta a un cambio político.