El presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció este martes que al menos 27 policías y militares han sido asesinados en las últimas dos semanas, como parte de un ataque sistemático atribuido al plan pistola en Colombia, una estrategia violenta impulsada por grupos armados ilegales, principalmente el Clan del Golfo.
“Como respuesta a la caída de varios de sus jefes, el Clan del Golfo ha decidido matar hijos del pueblo”, escribió Petro en su cuenta oficial de X (antes Twitter), al dar a conocer la lista de víctimas. La cifra incluye a quince policías y doce militares, la mayoría muertos en emboscadas y ataques armados en distintos puntos del país.
Plan pistola en Colombia: ofensiva violenta del Clan del Golfo
El plan pistola en Colombia es una práctica conocida desde hace años, usada por bandas criminales para intimidar al Estado mediante el asesinato selectivo de miembros de la fuerza pública. Las víctimas, muchas veces, son atacadas incluso cuando se encuentran fuera de servicio, en descanso o acompañando a sus familias.
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De los policías asesinados recientemente, al menos cuatro estaban fuera de servicio y uno estaba de permiso. Entre ellos se encuentra la patrullera Belén Karina Durán Ortiz, asesinada mientras realizaba labores de patrullaje en Simití, Bolívar, el pasado 25 de abril.

Fotografía de archivo de soldados del Ejército de Colombia. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda
Aunque Petro responsabiliza directamente al Clan del Golfo, en la lista también aparecen nombres de soldados cuya muerte ha sido atribuida por el propio gobierno a las disidencias de las FARC. Es el caso de siete militares que murieron en una emboscada en la zona rural de Charras, en el departamento del Guaviare, el domingo pasado.
Este ataque se produjo mientras los soldados adelantaban operaciones de control territorial en una región históricamente afectada por el conflicto armado y el narcotráfico. Fuentes del Ministerio de Defensa indicaron que los autores serían miembros del Frente 1, una de las estructuras más activas de las disidencias.
Petro promete combatir el plan pistola en Colombia
Ante el aumento de los asesinatos, el presidente Petro reafirmó que el Estado colombiano no cederá ante la violencia. “Nosotros no vamos a retroceder. Arreciaremos la ofensiva contra el Clan del Golfo”, aseguró. También advirtió que no habrá espacio para la impunidad: “No tienen escapatoria: o abandonan la actividad ilícita y se reciclan en el proceso de prosperidad de las regiones bajo la ley y la democracia, o se construirá la alianza mundial para destruir al Clan del Golfo”.

Fotografía de policías y militares prestando seguridad en Los Farallones de Cali (Colombia). EFE/ Mario Baos
Petro ha sostenido en varias ocasiones que esta organización criminal, también conocida como Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), mantiene vínculos internacionales, incluyendo conexiones con mafias en Dubái. «Llegaremos hasta sus aliados en Dubái», expresó, reforzando la idea de que la lucha contra el narcotráfico debe tener un alcance global.
El Clan del Golfo, que surgió como remanente de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), se ha consolidado como la mayor estructura criminal del país. Su poder territorial se extiende por regiones estratégicas del Caribe, Antioquia, el Urabá y parte del Chocó, donde controla rutas del narcotráfico y cobra extorsiones a poblaciones enteras.