Gobierno de Colombia impone restricciones de acceso a zonas de fiebre amarilla para no vacunados
El Gobierno de Colombia ha declarado una emergencia sanitaria debido a un incremento alarmante de los casos de fiebre amarilla en varias regiones del país. La situación ha generado preocupación por el riesgo de expansión hacia áreas urbanas, especialmente a medida que se acercan las festividades de Semana Santa. Según el Ministerio de Salud, la fiebre amarilla ha alcanzado zonas no tradicionalmente afectadas por el virus, lo que ha obligado a las autoridades a tomar medidas más estrictas para evitar un brote a gran escala.
Restricciones de acceso y medidas preventivas
En un comunicado oficial, el Ministerio de Salud informó que las autoridades locales tendrán la facultad de implementar restricciones de acceso a las zonas de transmisión activa del virus, con el objetivo de limitar su propagación. Las medidas estarán alineadas con los protocolos de seguridad sanitaria y contarán con la colaboración de las fuerzas de policía para garantizar su cumplimiento. «Estas acciones son fundamentales para proteger a la población y evitar que el virus se propague hacia las ciudades», explicó el ministerio.
Además, se estableció que los viajeros internacionales que lleguen al país deberán presentar el carné internacional de vacunación contra la fiebre amarilla si planean ingresar a zonas de riesgo. La vacuna debe haberse administrado al menos 10 días antes de la llegada a estas áreas, de acuerdo con las normas establecidas en el Reglamento Sanitario Internacional.
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Zonas afectadas y estadísticas de la fiebre amarilla
Los casos de fiebre amarilla se han distribuido en nueve departamentos de Colombia, siendo las zonas más afectadas Tolima y Putumayo. En Tolima, se han registrado 23 muertes debido a la fiebre amarilla, mientras que en Putumayo se han confirmado 5 defunciones. La enfermedad ha comenzado a avanzar hacia áreas urbanas y zonas rurales de regiones como Caldas, donde no se había detectado previamente el virus.
El Ministerio de Salud informó que, hasta el momento, se han confirmado 75 casos de fiebre amarilla en el país desde septiembre de 2024, lo que ha resultado en 34 muertes. La tasa de letalidad es alarmante, alcanzando el 45,3%. Esto resalta la gravedad del brote y la urgencia de la intervención de las autoridades sanitarias.
Estrategias de vacunación ampliadas
Como parte de la respuesta al brote, el Gobierno ha intensificado la estrategia de vacunación. La campaña ahora incluye a todos los niños a partir de los 9 meses de edad, así como a adultos mayores de 59 años. La vacuna contra la fiebre amarilla, que se aplica en una sola dosis, es gratuita y se está administrando en puntos de vacunación establecidos por las EPS (Entidades Promotoras de Salud).
Las autoridades también han desplegado más de 20 equipos de respuesta inmediata para realizar una búsqueda activa de casos y llevar a cabo acciones de educación comunitaria en las zonas afectadas. Además, se han movilizado más de 100 Equipos Básicos de Atención en Salud (EBAS) para atender a la población en áreas de riesgo.
Control del mosquito transmisor
Una de las medidas clave para frenar la expansión de la fiebre amarilla es el control de los mosquitos transmisores. Las autoridades están distribuyendo toldillos en las zonas rurales para proteger a la población y reducir la exposición al insecto. También se han lanzado campañas de sensibilización para fomentar el uso de repelentes y la eliminación de criaderos de mosquitos en los hogares, especialmente en los departamentos más afectados.
El mosquito Aedes aegypti, conocido por transmitir diversas enfermedades como el zika, el dengue y la fiebre amarilla, es el principal vector del virus. Las áreas con temperaturas superiores a 2.200 metros sobre el nivel del mar son especialmente vulnerables a la proliferación de este insecto, por lo que las medidas de control deben ser reforzadas.
Llamado a la población y autoridades locales
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, destacó que la vacunación es una herramienta crucial para evitar la propagación de la fiebre amarilla. “Estamos movilizando nuestros equipos de salud a las zonas más alejadas para vacunar a todos los habitantes, especialmente en las áreas de mayor riesgo”, indicó Jaramillo. Además, el viceministro de Salud Pública, Jaime Urrego, hizo un llamado a la ciudadanía para que se vacune, recordando que “la vacuna salva vidas” y es el principal mecanismo de prevención frente al virus.
En cuanto a los viajeros internacionales, se insiste en que quienes lleguen a Colombia desde países con circulación activa de fiebre amarilla deberán cumplir con el requisito de presentación del carné de vacunación, lo que representa una barrera adicional para evitar la introducción del virus a las zonas urbanas.
El seguimiento epidemiológico continuará para evaluar el riesgo de expansión hacia áreas no tradicionales de transmisión, y se redoblarán los esfuerzos para garantizar la salud pública en todo el país, con especial énfasis en la protección de las personas más vulnerables.
La fiebre amarilla: un peligro latente
La fiebre amarilla es una enfermedad viral grave transmitida por la picadura de mosquitos infectados. En sus etapas más avanzadas, la enfermedad puede causar ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos), sangrados y un fallo multiorgánico, lo que puede ser fatal en personas no vacunadas. La tasa de letalidad en casos graves oscila entre el 40% y el 50%, lo que subraya la importancia de la vacunación y las medidas preventivas implementadas por el gobierno colombiano.