Durante la cumbre de los BRICS celebrada en Río de Janeiro, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reafirmó la independencia del bloque de economías emergentes y rechazó las amenazas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump. En un tono firme, Lula subrayó que los países del grupo son soberanos y no aceptarán imposiciones externas, lanzando una indirecta directa: “No queremos un emperador”.
Sus declaraciones llegan en un momento de creciente tensión entre Estados Unidos y el bloque de países emergentes que conforman los BRICS, especialmente tras las recientes declaraciones de Trump, quien propuso imponer un arancel del 10 % a los países que respalden políticas consideradas «antiamericanas» por su gobierno.
Lula responde a Trump durante la cumbre de los BRICS
Al cierre de la cumbre de los BRICS, Lula fue interrogado por periodistas sobre las declaraciones de Trump, a lo que respondió con un claro rechazo a las amenazas. “El mundo cambió. No queremos un emperador. Somos países soberanos”, dijo el presidente brasileño.
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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asiste a una rueda de prensa durante la cumbre de los BRICS este lunes, en Río de Janeiro (Brasil), donde se refirió a Donald Trump. EFE/ Antonio Lacerda
Además, Lula criticó el uso de redes sociales para emitir advertencias internacionales. “Me parece equivocado e irresponsable que un presidente de un país amenace a los otros en las redes digitales. Hay otros foros en que un presidente del tamaño de Estados Unidos puede hablar con los otros”, añadió.
El mandatario también recordó que si Trump pretende aplicar nuevos aranceles, los países del bloque también pueden ejercer su derecho a la reciprocidad, tal como lo permite el derecho internacional.
BRICS bajo la lupa de Estados Unidos
La Casa Blanca, por su parte, confirmó que Trump está monitoreando de cerca las decisiones del grupo BRICS. La vocera presidencial Karoline Leavitt señaló que el presidente considera que los países miembros del bloque intentan “socavar” los intereses de Estados Unidos y que, por ello, la imposición de aranceles adicionales sería una medida “necesaria”.
En palabras de Leavitt: “Trump se asegurará de que Estados Unidos reciba un trato justo a nivel mundial y tomará todas las medidas necesarias para evitar que otros países se aprovechen de una balanza comercial injusta”.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, habla en una rueda de prensa, este 7 de julio de 2025, en Washington. EFE/Will Oliver
El grupo BRICS, actualmente liderado por China y Rusia, ha aumentado su influencia global al integrar a nuevos miembros como Arabia Saudí, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Indonesia, lo que ha generado preocupación en Washington, especialmente por la creciente cooperación comercial en monedas distintas al dólar.
Soberanía económica y rechazo al proteccionismo
Durante su intervención, Lula también hizo referencia a la necesidad de revisar el sistema financiero internacional. Reiteró su postura sobre el rol del dólar como moneda dominante en el comercio global y afirmó que “el dólar va a dejar de ser la referencia en el comercio internacional, y ese proceso no tiene vuelta atrás”.
“El mundo necesita encontrar una manera de que las relaciones comerciales no dependan únicamente del dólar”, enfatizó el presidente. Aunque reconoció que cambiar un sistema establecido desde hace décadas es complicado, aseguró que este cambio debe darse gradualmente, con responsabilidad y coordinación entre los bancos centrales de los países miembros.
La declaración final de la cumbre respaldó esta visión sin hacer referencias explícitas a Estados Unidos. En el documento conjunto, los líderes del bloque expresaron su “seria preocupación por el aumento de medidas arancelarias y no arancelarias unilaterales que distorsionan el comercio”, en clara alusión a las políticas proteccionistas impulsadas desde Washington.
Un mensaje a favor de la soberanía global
Además de Brasil, las potencias de China y Rusia también se sumaron al rechazo contra las amenazas de Trump. Ambas naciones subrayaron que el foro no busca enfrentarse a ningún país en particular, sino fomentar un orden mundial multipolar y equilibrado.
Lula remató su mensaje con una frase que refleja el espíritu de la cumbre: “Cada país es dueño de su nariz”. Con ello, dejó en claro que ni Brasil ni los BRICS permitirán que decisiones externas condicionen su soberanía o sus políticas internas.
La cumbre también abordó temas como la guerra en Oriente Medio, la transición energética, la cooperación tecnológica y la ampliación del bloque. Si bien los líderes del grupo evitaron confrontaciones directas con Estados Unidos, el tono general del evento reflejó una creciente intención de consolidar un espacio económico autónomo, más allá de la influencia de potencias occidentales.