La Justicia argentina autorizó una visita especial del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a la exmandataria Cristina Fernández, quien cumple arresto domiciliario en Buenos Aires. La reunión ocurre en medio de acusaciones de persecución política en Sudamérica.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha recibido autorización judicial para visitar a su amiga y aliada política, la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, quien actualmente cumple una condena de prisión domiciliaria en su residencia de Buenos Aires.
La decisión fue tomada este miércoles por el Tribunal Oral Federal N°2, el mismo que confirmó en junio la pena de seis años de prisión por delitos de corrupción relacionados con obras públicas adjudicadas durante sus gobiernos (2007-2015). Lula da Silva llegará a Argentina para participar en la cumbre del Mercosur, que se celebrará el jueves en la capital y en la que asumirá la presidencia pro tempore del bloque regional.
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Lula podrá visitar a Cristina Fernández durante la cumbre del Mercosur
El abogado de Fernández, Carlos Alberto Beraldi, confirmó a la agencia EFE que la visita se realizará el mismo jueves, aunque no precisó la hora exacta. Lula, según fuentes diplomáticas, habría insistido personalmente en ver a la exmandataria argentina, con quien mantiene una amistad política que data de más de dos décadas, forjada en los años de auge de los gobiernos progresistas sudamericanos.
Lula Da Silva y Cristina Fernández en una imagen compartida por el presidente Brasileño en sus redes sociales en el 2021. Foto: X/@LulaOficial
Cristina Fernández cumple arresto domiciliario desde el 17 de junio. La Justicia le impuso además una tobillera electrónica con sistema GPS, un dispositivo que ella ha apelado junto con otras limitaciones, como la lista restringida de visitas autorizadas. Solo pueden ingresar a su domicilio médicos, abogados, algunos familiares cercanos y policías que resguardan su seguridad.
Pese a este control estricto, el tribunal argentino consideró que la visita de Lula, en calidad de jefe de Estado extranjero, podía ser autorizada de forma excepcional, respetando los protocolos de seguridad. La presencia de Lula en Argentina se da también en un momento político sensible, ya que Fernández ha denunciado una supuesta persecución judicial en su contra, algo que Lula respalda públicamente.
Lula podrá visitar a Cristina Fernández y rechaza su condena
Tras conocerse la condena definitiva de Fernández por parte de la Corte Suprema argentina, Lula da Silva fue uno de los primeros líderes internacionales en expresar su apoyo. El mandatario brasileño señaló en redes sociales que veía con preocupación la manera en que “la justicia en Argentina está siendo utilizada para fines políticos”.
Lula Da Silva y Cristina Fernández en una imagen compartida por el presidente Brasileño en sus redes sociales en el 2016. Foto: X/@LulaOficial
“Cristina enfrenta esta adversidad con serenidad y valentía. Es una mujer decidida a seguir luchando”, escribió Lula en su cuenta oficial de X (antes Twitter). En varias oportunidades ha señalado que la condena contra Fernández responde a una campaña de lawfare —la judicialización de la política— para neutralizar a figuras progresistas de la región.
El propio Lula fue víctima de un proceso judicial por corrupción que lo llevó a prisión en 2018 y lo dejó fuera de las elecciones presidenciales de ese año. En 2021, el Supremo Tribunal Federal de Brasil anuló sus condenas por considerar que el juez a cargo del proceso, Sérgio Moro, actuó con parcialidad. Ese fallo le permitió recuperar sus derechos políticos y regresar al poder en 2023.
Lula podrá visitar a Cristina Fernández: ¿una amistad basada en la resistencia?
La relación entre Lula y Cristina Fernández va más allá de las formas diplomáticas. Ambos líderes han compartido escenarios internacionales, respaldos mutuos en campañas políticas y una defensa firme del papel del Estado en la reducción de la pobreza, la integración regional y el enfrentamiento contra los intereses económicos concentrados.
El viaje de Lula ocurre también en un contexto en el que Fernández se ha mantenido alejada del protagonismo político, luego de haber sido una figura central en el peronismo argentino durante más de una década. Su situación judicial la ha dejado fuera de cualquier posible candidatura futura, pero su influencia en sectores del kirchnerismo continúa siendo significativa.
Desde el gobierno argentino, el canciller Gerardo Werthein evitó pronunciarse sobre la visita. Consultado por medios locales, simplemente respondió: “Es decisión del presidente Lula, está en su derecho”.
En Argentina, el caso judicial de Fernández sigue generando divisiones. Mientras sus partidarios denuncian una “vendetta judicial”, sus críticos señalan que se trata de un proceso justo que finalmente logró sancionar la corrupción en los niveles más altos del poder. El gobierno de Javier Milei ha optado por no interferir en el proceso judicial ni en los gestos diplomáticos que lo rodean.
Por ahora, la imagen del reencuentro entre Lula da Silva y Cristina Fernández promete ser un hito simbólico. Una reunión entre dos líderes que comparten historias de condena, resiliencia y regreso político, pero también la convicción de que sus procesos judiciales fueron utilizados para frenar sus proyectos ideológicos.